Aguas del alto Landro (Galicia) |
Sorprenden las tareas de esos agricultores que abandonan sus tierras en barbecho al zarzal silvestre y las ortigas porque están ocupados en los tejemanejes del registro catastral.
De cuando en cuando intercambio secretos y confidencias conmigo, aunque nunca me fío del todo de mi discreción.
Lesbianismo ocular: miradas que no se ven y de continuo seducen a otras miradas.
Las manchas de agua sobre la tinta del poema contradicen al tipógrafo, dibujan la comprensión borrosa de quien no entendió.
El matón crítico presta aliento a indigentes sumisos, capaces de celebrar con entusiasmo los hematomas y salpicaduras.
Como contrapeso, mi exagerada timidez cultiva la incontinencia verbal.
El fanatismo guarda la tolerancia bajo candado; supone que es un ave migratoria.
Pasado y futuro: la misma savia. Esa conexión invisible entre la oscuridad de la raíz y la luminosa fotosíntesis.
Desborda la materia prima de lo racional: sentir que mi hija es madre.
(Un invierno con sol)
Me está gustando este invierno con sol. Mucho. Enhorabuena por los textos.
ResponderEliminarNadar a contracorriente, querido Álvaro, es siempre un hermoso ejercicio, despeja sombras y grises, y busca el sol de la coherencia; bajo un cielo tan gris como el de diciembre es una opción hermosa, como tu abrazo y tu amistad; muchas gracias por tu comentario, querido poeta.
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