sábado, 9 de junio de 2018

LIBÉLULAS Y SUEÑOS

Sueños azules



ACERCA DEL SUEÑO
                            

                               A mi hija Irene,
                              en su cumpleaños 

 I
      
Qué es el sueño, preguntas,
con la abrumadora ingenuidad
de quien me presupone una respuesta.
Y yo salvo el escollo
modulando una frase convulsa
en la retórica de los desconciertos.
Te digo: el generoso don
que la fatiga obtiene de la noche,
una brizna de luz escalando la sombra,
el envés de una historia
cotidiana y absurda;
tú misma, hija mía,
cada palabra tuya, cada gesto.
No sé si el sueño
es potestad del hombre
o comparten los sueños animales y cosas.
Ignoro de igual modo qué hilo teje
su textura de seda,
qué alzada confabula
su hermética apariencia
o qué brújula guía
la estela de sus viajes.
Sé que hay sueños tristes y gozosos,
oscuros y diáfanos,
ocasionales y obsesivos;
sé también que hay sueños tan hermosos
que el tiempo los indulta y perseveran,
y no envejecen nunca.


II

Hay sueños que una noche
consumen su existencia
y otros que se prolongan con los días.
Simulan los primeros
una especie común de lepidópteros
y acaban siendo pasto
del trastero y del polvo,
como un experimento vanguardista.
Levísimos planetas alumbran los segundos,
como estrellas fugaces que convocan
múltiples y azarosas travesías.
Ante nuestra mirada sus figuras componen
un paisaje celeste,
intangible materia en sereno reposo,
donde habita la luna del deseo.

                                         
                              (De Mapa de ruta, Granada 2010)



4 comentarios:

  1. José Luis, "materia en sereno reposo"así, por ejemplo, es el amor por los hijos. Me encanta el tiemblo amoroso de la palabra y de la imagen. Qué grande es Quererse!! Abrazos amigo, síguelas cuidando!!

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    1. Un abrazo entrañable, poeta, y muchas gracias por tu cercanía. feliz jornada.

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  2. Precioso!
    Pocas veces habrán explicado con tanta belleza a un hijo, lo que es el sueño.

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    1. Cuánto me alegran tus palabras, Tracy; llevas mucho tiempo en mi escritura y es hermoso saber que todavía te sigue hablando con voz fuerte, con la claridad de lo que perdura. Un fuerte abrazo.

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