sábado, 22 de febrero de 2014

ANTONIO MACHADO (EVOCACIÓN)

Busto del poeta. Jardín de la Casa-Museo de Antonio Machado, Segovia
 
ANTONIO MACHADO (EVOCACIÓN) 

En el 75 aniversario de su muerte
  
    Ha estallado la guerra cainita. El 24 de noviembre de 1936, ante el avance de los golpistas hacia Madrid, capital de la II República y objetivo prioritario de Franco, un grupo de intelectuales es evacuado hacia Valencia. Uno de los que salen es Antonio Machado, portavoz reciente del agradecimiento colectivo ante el heroísmo de la Junta de defensa. Republicano por tradición familiar, vivió con alborozo el bienio progresista y se involucró en escritos, homenajes y actividades de apoyo cultural. Atrapado en Burgos, su hermano Manuel poco a poco se convertirá en benevolente cantor de los militares rebeldes; esta incidencia afecta al poeta que, sin embargo, asume con entereza el rol del compromiso. Instalado, primero en Valencia y más tarde en Rocafort, con su familia, durante año y medio, Antonio Machado desarrolla diferentes funciones: preside la Casa de la Cultura, firma manifiestos, da entrevistas que propagan su apoyo a la democracia de las urnas, forma parte de la Presidencia de Honor de la Conferencia Nacional de la Juventud, condena el golpismo y la criminal actitud del fascismo internacional y colabora en iniciativas como la revista Hora de España. Sería en esta publicación donde se levante acta de una reunión de escritores que rechaza el individualismo en literatura y justifica sus acciones en pro de la libertad de pensamiento. El II Congreso Internacional de escritores para la Defensa de la Cultura comienza en Valencia el domingo 4 de julio de 1937. Lo inaugura el Presidente del gobierno, Juan Negrín, y acude una nutrida representación internacional: André Malraux y Julián Benda, de Francia;  Ludwig Renn, de Alemania; Ilya Ehrenburg y Miljail Kolsov de la Unión Soviética; W. H. Auden, de Inglaterra; Malcom Cowley, de Estados Unidos; Pablo Neruda de Chile; Octavio Paz de México. Con ellos, Tristan Tzara  y los representantes españoles, Antonio Machado y José Bergamín. Los debates denuncian el pasivo asentir de las democracias europeas y el intervencionismo fascista; hay un unánime apoyo a la república, convertida en causa popular.
  Del posicionamiento de Antonio Machado queda constancia en el cuaderno Madrid. Baluarte de nuestra guerra de independencia, formado por dieciséis páginas con textos y fotografías que son emotivo testimonio de la destrucciones causadas por los bombardeos aéreos, y en el libro La Guerra (1936-1937).  La posibilidad de la caída de Valencia aconseja un nuevo traslado del gobierno a Barcelona; también se muda la redacción de Hora de España y la familia Machado, alojada al llegar en el Hotel Majestic y más tarde en un viejo palacio requisado. Hasta enero de 1939 publica en La Vanguardia  artículos bajo el rótulo “Desde el mirador de la guerra”, en los que muestra solidaridad política y humana con el régimen republicano. De ahí, el seguimiento exhaustivo de operaciones militares como la batalla del Ebro y el posterior repliegue que ocasiona la conquista de Cataluña y la retirada general hacia la frontera francesa, destino final de muchos españoles. Por todas partes un ambiente de tristeza y un reguero de refugiados deambulando hacia la frontera. Allí se encaminan desertores, población civil expulsada de sus aldeas destruidas y hombres de letras como Corpus Barga, Carles Riba, Joseph Pous o la familia Machado que forma parte de un grupo heterogéneo que retrocede por caminos intransitables.
  Son conocidos los pormenores de los últimos días hasta su instalación en Colliure. Allí muere el poeta, el 22 de febrero de 1939, en territorio francés, en los días postreros de la guerra, incapaz de resistir la soledad y el exilio, dejando en su chaqueta un verso inolvidable: “Estos días azules y este sol de la infancia”. Es la elegía de quien vuelve los ojos y ve que ya no existe lo que fuimos; el pasado es ruina secular, ceniza y lodo.
 

10 comentarios:

  1. Un referente poético y ético para todos y un placer siempre volver a su lectura. Feliz fin de semana. Un abrazo.

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    1. Claro que sí, Jesús, vivimos en una sociedad que ha hecho de los valores de la ética un asunto de calderilla y la voz de Antonio Machado siempre recuerda que el ser individual es una parte de lo colectivo, tiene compromisos con los otros que no puede eludir. Feliz fin de semana, querido Jesús.

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  2. Confieso mi ignorancia, para volver sobre mis pasos y conocer aquello que es historia y, en especial, reconocer cuando algo bueno debe ser leído. no había leído esos días azules y ese sol tan español como la pluma que lo plasma. Un fuerte abrazo y sigues enseñándome cuánto de bueno hay en la cultura que nos descubres.

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    1. Hoy es un día para conmemorar, querido Paco, hace 75 años que Antonio Machado cruzó la frontera para morir en Colliure. Del poeta permanece todo; quien murió no fue Antonio Machado. El poeta sevillano permanece vivo en cada verso que escribió. Un abrazo.

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  3. Gracias por el recuerdo. A mi juicio, nuestro mejor poeta del pasado siglo. Siempre hay que leerle y tener a manos sus versos y escritos. Un referente ético y literario.

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    1. Una vez más. completamente de acuerdo. Ya sabes que el pasado siglo llenó los manuales de nombres imprescindibles que son la raíz de todo lo que ahora se escribe. Un fuerte abrazo.

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  4. Bálsamo Machado para tratamiento de indignaciones varias, frustraciones probables y limitaciones inevitables de los tiempos que vivimos. Es un fanal ese hombre. Gracias por recordarlo...hoy es siempre todavía.

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    1. Hoy es siempre todavía. Por eso la poesía de Antonio Machado permanece como un faro encendido y nos revela su doble ejemplo de altura ética y estética. Volver a Antonio Machado es mirar nuestro interior y restaurar las coordenadas de la mejor poesía. Un abrazo entrañable.

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  5. Gracias por este homenaje al gran poeta Antonio Machado.Es uno de mis poetas preferidos no solo por su poesía sino por sus valores éticos y la fidelidad a sus ideales.
    Un abrazo, José Luis.

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    1. Coincidimos querida Fanny. Como sabes muy bien, cada poeta se refugia en el árbol frondoso de una tradición y en esa tradición que nos cobija estará siempre la voz y la palabra de Antonio Machado. Feliz día.

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