sábado, 13 de febrero de 2016

EN EL ESPEJO DE NINGUNA PARTE

Rivas-Vaciamadrid (Madrid)


EN EL ESPEJO DE NINGUNA PARTE


  Porque la memoria es distraída, hoy quiero comenzar por el final, por anotar las deudas contraídas que ha dejado en mis manos el libro Ninguna parte. Debo la respiración de sus poemas a Javier Sánchez Menéndez, poeta y editor sevillano, que abrió camino hasta La Isla de Siltolá. En la librería Alberti Lola Larumbe me dejó una habitación con vistas, esta quietud de libros, hospitalaria y cómplice, donde he escuchado la voz de tantos amigos y maestros. Hoy conmigo, en la misma acera del afecto, Javier Lostalé, que dio forma y palabra a muchas horas de amistad. Y naturalmente, mi deuda con todos ustedes que hoy me acompañan y dejaron en cualquier parte el gastado papel de las excusas para viajar juntos hasta las impresiones y paisajes de Ninguna parte. A todos: muchas gracias. Nos pasamos la vida buscando lo que no está en Ninguna parte. Todos perseguimos la quimera de la felicidad, esas huellas en la arena que al final de trayecto nos dicen que la meta fue cada uno de los pasos que hilvanamos para llegar. Lo dijo Kavafis en un verso memorable que todos recuerdan y que da sentido a la amarga ceniza del adiós.
  “Patologías”, la primera parte de este poemario, está invadida por el desajuste existencial; la erosión del tiempo en el entorno más próximo y en la propia carne incrementa la dependencia de lo fisiológico; el desgaste nos convierte en seres dependientes y vulnerables que hacen de la incomunicación una resignada espera en la que se va ratificando el final. La existencia entonces se torna oscuramente dramática y dispara el sentimiento de culpa. Mucho más optimista, el segundo bloque, “Deshielo” hace del amor y la amistad una forma de estar en compañía y compensar carencias. Los sentimientos son hálito fundamental para seguir el viaje o recorrer trayectos que mudan paisajes y afectos. Poemas para una cristalera con luz. La existencia como decurso conlleva una inevitable cesación. El epitafio no es sino la voluntad de seguir hablando cuando consumimos el turno de palabra que, de este modo, se convierte en rebeldía frente al silencio. Nunca entendí la poesía como algo misterioso e inefable, sólo al alcance de iluminados que esperan la azarosa llegada de la inspiración. Creo en ese trabajo intelectual que transforma lecturas y vivencias en expresión lingüística. Esta consideración del ideario poético está presente en el último apartado “Y todo lo demás…”que difunde impresiones sobre asuntos internos de la literatura: el mensaje, la expresión comunicativa, la distancia entre idea y logro, la identidad del yo lírico. Literatura, al cabo. Pretendo que Ninguna parte, por su constitución interna, sea expresión fiel de una mirada de pautas crepusculares, cuyos contenidos mezclan imágenes y sentimientos.Son los ojos del ocaso, aunque no olvido que el anochecer siempre tiene un inseparable enlace con la amanecida, una íntima simbiosis. Nos quedan la palabra y la esperanza.


                                             (Presentación de Ninguna parte)




6 comentarios:

  1. "Ninguna parte" es un libro extraordinario. Gracias por recordarlo. Buen fin de semana, poeta.

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    1. Eres muy amable y te agradezco de veras tus palabras de ánimo. Sabes bien que estamos hechos para la ceniza y en ese libro están unos pocos poemas de despedida.
      Que tengas un buen fin de semana, con lluvia en el cristal.

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  2. Sólo dos palabras que resumen mi sentimiento hacia el libro y hacia este post: me encanta.
    No hace falta más,sólo seguir disfrutando (y aprendiendo) con su relectura.
    Feliz sábado amigo José Luis.
    Sandra.

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    1. Qué pena no poder verte el martes Sandra, en esa lectura con José Luis García Martín y Cristian David López. La Alberti es una tertulia viva y pujante que siempre habla en el corazón de la buena poesía. feliz sábado.

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  3. Estoy leyendo Nunguna parte y tus palabras no pueden llegar en mejor momento porque me ayudan a gozar más de tu poesia y a descubir zonas que me parecian ocultas. Gracias.

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    1. Mil gracias, poeta, siempre es grato compartir esos itinerarios sin regreso que nos llevan a ninguna parte. Yo acabo de subir una fotografía que me hiciste en la Cuesta de Moyano junto a Pío baroja y hoy María José Muñoz saca en ABC Cultural una página completa de "Re-generación". La amistad tiende puentes a diario, puentes altos como los de Brooklyn. Un gran abrazo.

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