Clausura (Carcasonne, Francia, 2020) Imagen de Adela Sánchez Santana |
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Nada y todo ocurre en todas partes
Philip Larkin
Es aquí donde estoy,
tras las grietas de un yo parapetado
en las profundidades de sí mismo.
Habito un cuarto exiguo
donde nada hay detrás
salvo el vacío de paredes sin lustre.
Soy un plano que muestra,
maltrecho y solitario,
el retraso gastado de caminos
que ya se desvanecen.
Mi reclusión carece de secretos.
En las puertas del frío,
necesito encontrar en cualquier parte
el refugio pactado,
un cuerpo que sostenga el temblor de la luz.
(Del libro Nadar en seco)
Un gran poeta como todos los tuyos pero triste.
ResponderEliminarVeo que ya estás operativo y me alegro. Un abrazo
Buenos días, Chelo, y muy agradecido por tu interés; sí, ha habido suerte y tras unas semanas de recuperación los ojos retornan a la luz con ánimo grande y alegría intacta. Tienes razón, me puede la tristeza, pero no solo por la melancolía del tiempo que va sembrando indicios alrededor sino también por la fragilidad de la convivencia diaria, siempre abierta a la intemperie. Fuerte abrazo.
EliminarUn yo parapetado, es un yo que se defiende. Un yo que espera a la vida con desconfianza. Pero con el deseo de la luz.
ResponderEliminarQuerido poeta, has escarbado en lo ya escrito hasta reconocerte hoy. Mi abrazo.
Querido Francisco Caro, el poema pertenece a un libro en marcha que, seguro, buscará senda cumplida en los próximos meses; por aquí también la luz recuperada y la alegría de vernos pronto para compartir amistad y palabras. Fuerza y afecto.
EliminarYa decía que era muy actual, perdona la sospecha del rescate. Demos a José Luis hoy cuanto merece. Y un abrazo fuerte para el camino.
EliminarQuerido poeta, los días siguen curso con esos entreactos necesarios para que sombra y luz convivan con sosiego; es casi abril y de nuevo reclaman sitio los trabajos en marcha y la amistad. Así que esa clausura temporal busca llave. Fuerte abrazo.
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