domingo, 31 de agosto de 2025

LIBROS CON PIE DE FOTO

Trazos de la memoria
Fotografía
de
Adela Sánchez Santana 

 

LIBROS CON PIE DE FOTO
 
   Cada nuevo libro es un estela de Imágenes y una tarde con sol, con escueto pie de foto, argumentando un sitio fijo en la memoria. Nubes que aguantaron la ventisca del tiempo para quedarse fijas en el azul desvaído de la melancolía. Instantáneas que duran, paradojas que cuestionan nuestra condición transitoria con su trazo nítido. En ellas habita una identidad múltiple que quiere preservar en el ahora las palabras que mejor nos definen: afectos y emociones.
 Ya lo he dicho más veces; me gusta ser leal a mi pasado para que no se pierda entre los callejones sombríos del futuro.



 

sábado, 30 de agosto de 2025

UNA CONVERSACIÓN CON JOSÉ LUIS MORANTE

Lejanías
(Osaka, Japón, mayo de 2024)

 

Una conversación con JOSÉ LUIS MORANTE

 José Luis Morante ha ejercido como profesor de Ciencias Sociales durante décadas y, al mismo tiempo, es escritor que lleva más de treinta y cinco años practicando distintos géneros, poesía, autobiografía, crítica, aforismos, microrrelatos. Acaba de sacar un libro de haikus, Viajeros sedentarios, que sirve de homenaje a la estrofa japonesa, en la editorial catalana La Garúa y todavía están en la memoria del lector su ensayo sobre el aforismo Paso ligero. La tradición de la brevedad en castellano (2024) y los microrrelatos de Fuera de guion (2024).

¿Nos podrías resumir tus veinte años en la literatura?

  Un periodo de tiempo lleno de vocación y trabajo que ha dejado en las librerías más de treinta libros: doce de poesía, tres antologías, un libro de entrevistas, cinco o de aforismos, un diario y unas cuantas ediciones críticas.  Un laborar incansable, lleno de contrastes con muchas alegrías pero también con decepciones y fracasos.

  ¿Cómo entraste en la literatura?

  A través de un premio literario; yo escribía desde que era niño, con doce o trece años ya tenía cuentos y poemas escritos (naturalmente eran textos de aprendizaje de mínimo valor literario) pero aquel premio me permitió publicar mi primer libro Rotonda con estatuas (1990). Ahora mi concepto de los premios ha cambiado mucho, y miro con sospecha a los escritores que nomadean de un premio a otro para aumentar el balance contable de su cartilla de ahorros.

 ¿Podrías decirnos un fragmento de tu último libro?

  He repetido tantas veces los poemas en lecturas y encuentros que son muchos los que he memorizado. Os cansaría si recitara tantos. Prefiero que sean descubiertos por la mirada del lector. Los haikus de Viajeros sedentarios son instantes verbales que deben disfrutarse en la mirada calma de la contemplación.

  ¿Por qué te dedicaste a escribir poesía?

  Es el género literario más exigente, además de un pleno dominio del lenguaje exige una verdad transparente en sus contenidos. En el poema cada palabra es necesaria; aquí está de más el intrusismo del lenguaje. También leo mucho ensayo y novedades de poesía, aforismo o relatos para hacer reseñas en prensa. Apenas leo novelas.

 ¿Cuánto tiempo le dedicas a la poesía?

  Soy un lector continuo; no concibo los días sin un libro en las manos y también fue siempre así drante los años de docencia, tanto en Primaria como en Secundaria; el horario laboral me permitía organizarme bien la tarde para leer varias horas y para escribir, aunque nunca se escribe con un horario fijo. Los hábitos se mantienen inalterables en este nuevo tiempo de la jubilación.

  ¿Cuál es tu poema favorito? ¿Por qué?

  Más que poemas favoritos, prefiero autores favoritos. Mis escritores son Jorge Luis Borges, Bertolt Brecht, Ángel González, Blas de Otero, Antonio Machado… O numerosos escritores latinoamericanos, que hacen de nuestro idioma un espacio dilatado de belleza y verdad.Y uno de mis poemas favoritos es uno de Bertolt Brecht que habla del compromiso y de la necesidad de que nos impliquemos todos para hacer un mundo mejor. No somos islas.

 

viernes, 29 de agosto de 2025

PRIMERAS LECTURAS

Semillas


 ELOGIO DE LA LECTURA
 

 

  Los tebeos fueron la semilla de mis primeras lecturas y debo a su continua presencia en mis años escolares la vocación lectora y el afán de escribir.  Hace más de tres décadas que publiqué mi primer libro Rotonda con estatuas (Madrid, 1990). Desde entonces, he recorrido un trayecto que abarca poemarios –algunos reconocidos con premios como el Luis Cernuda, el Premio Internacional de Poesía San Juan de la Cruz o el Hermanos Argensola-, un libro de entrevistas, Palabras adentro, ensayos, diarios, aforismos y algunas ediciones de autores como Juan Ramón Jiménez, Joan Margarit, Luis García Montero, Eloy Sánchez Rosillo, Karmelo C. Iribarren o Luis Felipe Comendador. Son brotes que deben su amanecida a los pintorescos personajes del kiosko.
   Los inviernos de la infancia eran largos y tediosos, así que pronto busqué entre páginas un refugio complaciente. Del tebeo pasé a los libros de un cineclub municipal y de allí a las estanterías del instituto y la Escuela Normal. Fue mientras estudiaba cuando comencé a escribir.
   Siempre he sentido la infancia y la juventud como etapas esenciales para acercarse al libro y para construir un hábito que nunca se apagará con los años. Eso ha originado que sea la voz callada de los libros el reducto natural de mis horas. La lectura es un camino continuo donde acumulamos pasos. Traza con hermosos atajos una senda abierta por la geografía de la imaginación, el conocimiento, la verdad y la belleza. Por eso conforma los cimientos de la vida personal; la literatura tiene que ver con la biografía interior, se queda dentro, enseña a ver el mundo en primera persona, desde una conciencia habitada por muchas voces.
   El buen lector se aproxima a la realidad con un tejido sentimental cálido e iluminador, que nace en la introspección y en el conocer íntimo. Desde la lectura el mundo vibra con afán renacido, se muestra transparente y cercano; hace de la palabra una herramienta útil para la evocación y la memoria, para saber que dentro, al amparo del tiempo, la vida sigue activa y plena, esperando de nuevo en el espejo los ojos del lector.
 
José Luis Morante





jueves, 28 de agosto de 2025

JOSÉ LUIS CANCHO. EL MURMULLO DE LOS OTROS

El murmullo de los otros
Diario
José Luis Cancho
papelesmínimos / narrativa
Madrid, 2025

 

MEMORIA PERSONAL
 

   Toda la obra de José Luis Cancho (Valladolid, 1952), en sus diferentes registros –ficción narrativa, voz poética, literatura del yo y diario- es un caminar reflexivo, un desplazamiento en círculo por los parajes de la introspección. El acto creativo impulsa un nomadismo ensimismado, que trata de comprender la propia identidad. Aprendemos a ser en el discurrir mudable del tiempo. Así se percibía en la entrega autobiográfica Los refugios de la memoria (2017). Aquella salida puede considerarse antesala de El murmullo de los otros, primer diario del poeta, novelista y fundador de las revistas Caballo Canalla a la Calle y Los infolios, esta última publicación junto a Miguel Casado, poeta, ensayista, antólogo y crítico.
  Las notas de El murmullo de los otros recuperan vivencias cotidianas. Abarcan desde finales de 2022 hasta diciembre de 2024. Un intervalo, que conecta al protagonista biográfico con el figurante verbal, para hacer de la observación un entrelazado de lecturas, recuerdos personales y miradas críticas sobre una actualidad contingente. Son incisiones que moldean el contexto histórico y personal del diario, tras el encierro colectivo de la pandemia.
  Junto a los nombres de Chema Elena y Fernando Arnaiz, José Luis Cancho integra en la dedicatoria su compromiso afectivo con Sergio Gaspar (impulsor de DVD) e Imanol Bértolo (Creador de papeles mínimos ediciones), dos editores independientes referenciales que han dado visibilidad y confianza a su literatura. Y, sin preámbulos introductorios, ordena el contenido fragmentario por años para agrupar las diferentes teselas, siempre lacónicas y ligeras en su extensión.
  De inmediato la muerte se convierte en uno de los temas decisivos de la escritura. Los fallecimientos de Miguel Suárez y Christian Bobin, con su carga de efectos secundarios, marcan el amanecer de esta literatura que subraya nuestra finitud; la decepción y la incertidumbre generan un presente frágil y mudable. No son las únicas ausencias. Se habla también de Tomás Salvador, Marta Agudo, Javier Marías y de compañeros, ajenos a la grada literaria, que llegaron a la última costa para ser, después, memoria y recuerdos.
  Pronto abre senda, por contingencias circunstanciales, el ambiente literario más cercano. La conexión de José Luis Cancho con el grupo de Valladolid, su ciudad natal, que alentó su práctica literaria en la década del noventa: Miguel Casado, Olvido García Valdés, Miguel Suárez, Ildefonso Rodríguez, Tomás Salvador, Luis Javier Moreno… Nombres ligados al trayecto de algunas revistas literarias y a una determinada sensibilidad poética, siempre confrontada con el realismo figurativo de la poesía de la experiencia.
   Pero el traslado al Pais Vasco abre nuevos afectos con narradores, poetas y aforistas del norte, como Eli Tolaretxipi, Karmelo C. Iribarren o Mikel Lasa. O con amigos de otros entornos como Eduardo Moga o Jordi Doce. Llega la soledad, se amplía el tiempo personal y la voz interior se replantea el lugar propio; con precisa cadencia se delimita la forma de estar ante lo cotidiano, con un severo proceso de renuncias y contemplaciones. La calle y la estridencia de la actualidad percibidas a través del periódico languidecen. Los cambios del estar cotidiano no pasan desapercibidos. El comportamiento se remansa al saborear el casi inadvertido asombro de lo diario. La presencia del yo va ocultando la cabeza en la propia intimidad para sentirse cada vez más ajeno al ideario que vertebró el discurrir biográfico durante tantos años. La existencia se enrosca en la contemplación. La banal actualidad se diluye; acumula sedimentos de una realidad inadvertida en la que nada permanece como si cada instante fuese solo una espera pactada de lo esencial.
  El diario El murmullo de los otros se convierte en un espacio de claridad. Se hace habitable geografía donde se escucha el latido de la existencia. Lo vivido perdura, está ahí, exige permanencia y reconstrucción. También gratitud por conservar fragmentos del trayecto personal capaces de iluminar los puntos ciegos. Es la pupila abierta de un testigo que se mira a sí mismo mientras aprende a tomar distancia para preservar  la arqueología de la evocación, para airear la lumbre en la calma sosegada de los afectos.
 

                                                      JOSÉ LUIS MORANTE






martes, 26 de agosto de 2025

EN FAMILIA

Liquidación por cierre
Fotografía
de
  Adela Sánchez Santana

 
EN FAMILIA

  

   En casa no nos gusta incomodar a nadie, señor comisario. Las cosas como son. No hay indicios, pero todos buscábamos algo. Mi madre buscó siempre el sosiego en la farmacia; mi padre en la mudez de un cigarrillo, convencido de que el cansancio y el frío están en las palabras, aunque son otra cosa; mi hermana, cuando niña, buscó el reclinatorio de la ermita y después la esquina más rentable del polígono sur. Yo, con más desconfianza en hallar algo, encontré un libro y en él sigo. Juntos vivimos el abuso feliz de sentirse en familia. Repare usted, señor comisario, que en la eterna penumbra de estas habitaciones los sueños nunca dieron ningún paso.

Del libro de microrrelatos Fuera de guion, Lastura, 2024)





lunes, 25 de agosto de 2025

NOTAS PARA UN CUMPLEAÑOS

Ternura
Fotografía
de
Adela Sánchez Santana




 NOTAS PARA UN CUMPLEAÑOS

El arte y la literatura solo respiran en lo particular.
Hay que huir de las falsas emociones, de la retórica
inflada, de las sonoridades huecas, y tammbién
de la tiranía de la afectividad.

JOSÉ LUIS CANCHO

A trasmano de posibles reencuentros con vecinos y amigos, recorro en soledad los cerros cercanos a Navadijos, el pueblo donde paso los últimos días de Agosto. Son pasos necesarios para constatar que existe el paraíso. Estoy en él.

Estalla en mi boca un puñado de moras negras. Sabor a infancia y a restregones maternos en el agua fría del lavadero.

Es hábito natural mi creciente desapego por la estridencia social.

La vaca, casi recién parida, amamanta al ternerillo. La imagen me sugiere una prolija descripción de la ternura.

Este nomadeo por el término municipal de Navadijos me muestra un esquilmador arrepentido: el tiempo. Me devuelve de pronto una parva de sensaciones antiguas, que casi se habían diluído en mí: el croar de las ranas en alguna charca del juncal, el olor a heno cortado, dormitando en el prado, el frío de las lanchas de granito donde me siento un buen rato. Pinceladas sensoriales de un observador complacido.

Vibra en el aire el murmullo de mi cumpleaños y las cosas me ignoran, como si fuera previsible haber llegado hasta aquí, a esta contemplación que me regala la conciencia de ser, los límites pautados de la propia existencia. Y doy gracias, no sé a quién...

 

domingo, 24 de agosto de 2025

EL BIÓGRAFO DE BORGES

Jorge Luis Borges
(Buenos Aires, 24 de agosto de 1899- Ginebra, 14 de junio de 1986)
Fotografía
de
Eduardo Comesana



                                        EL BIÓGRAFO DE BORGES
 
 
   Labró durante una década, con monolítico afán, una biografía de Jorge Luis Borges. Se encerró en la buhardilla, ahuyentó compromisos, propició un divorcio, y consultó casi toda la incontinencia escrita sobre el argentino universal: ensayos, cuentos, poemarios, reseñas, tesis, reescrituras y panegíricos circunstanciales. Tras la enésima corrección de pruebas, se editó la obra. En las librerías aquella novedad tuvo una presencia discreta y el cansancio aliviado de su autor nunca más hurgó en los esteros de las trabajosas páginas.
   Nadie percibió la única errata, una azarosa paradoja. Al completar el paréntesis vital confundió fechas. Anticipó la muerte en Ginebra ochenta y siete años antes del nacimiento en Buenos Aires. Son señales de humo de un lapsus que hubiera entusiasmado al mismo Borges.

(Del libro Fuera de guion (Casi cien microrrelatos)







viernes, 22 de agosto de 2025

NAVADIJOS: PUERTAS AL CAMPO

Puertas al campo
Fotografía
de
Adela Sánchez Santana

PIORNOS DE NAVADIJOS

 
   En las estribaciones de Serrota, una de las montañas laterales de la Sierra de Gredos,  a trasmano de las carreteras provinciales más transitadas, dormita Navadijos, un pueblo serrano, a menos de media hora de la capital de la provincia de Ávila.
  Todo en él es sencillo. No tiene un casco monumental vistoso ni más monumentos que la iglesia parroquial de san Juan bautista, un edificio en piedra, con cubierta a dos aguas, torre campanario adosada y un pequeño pórtico lateral que sirve para combatir los rigores del clima, ya que por su altitud respecto al nivel del mar, el clima continental extrema frío en invierno y llena de frescor los meses veraniegos.
   Como las localidades que lo rodean, salvo Hoyos del espino y Navarredonda, Navadijos ha sufrido un severo proceso de despoblamiento que deja a sus calles en silencio la mayor parte del año. Se cerró el grupo escolar y durante la jornada lectiva no se ven niños por sus calles. Alrededor del núcleo urbano una tupida mancha de piornos, fincas de pastos, casi siempre cercadas de piedras, y algunos huertos familiares, poblados de manzanos y ciruelos, sobrevive a las repoblaciones de pinares impulsadas por la administración.
  Comencé a visitar Navadijos, en los años setenta, cuando toda España esperaba con ilusión y optimismo un tiempo nuevo que la historia llamaría Transición. Todavía la localidad vivía de una agricultura familiar y de una ganadería recluida en viejos cobertizos que, poco a poco, se irían transformando en naves bien acondicionadas. Desde entonces son muchos los fines de semana y los veranos que he disfrutado de sus cielos despejados, de sus paisajes serranos, de la gélida transparencia de sus corrientes de agua y del manso silencio de sus piornos. Por eso invito al viaje desde aquí para que, en un tiempo de prisas y de redes digitales, volvamos a sentir el rumor de esas voces inaudibles que se cobijan entre sus cerros, al rescate de sabores olvidados, recolectando moras silvestres. Después, el alojamiento en alguna de sus dos casas rurales y al atardecer el paseo sosegado por calles que siempre sorprenden con un detalle insólito: una reja, un techado voladizo, un muro de sillares, un pilón con caños de agua fresca  y un impagable tiempo de sosiego para olvidar relojes y calendarios.

 
                                                      JOSÉ LUIS MORANTE
 



  

jueves, 21 de agosto de 2025

PUERTA DE REGRESO


 
PUERTA DE REGRESO
 
            Pensar más de lo que  encuentra ya pensado
 
T. W. ADORNO
 
El aforismo aspira a la verdad, pero no es la verdad.
 
Los que al hablar de poesía hablan en prosa de poder literario, vivo e inmediato.
 
Despiertas y estás ahí, o no.
 
El entorno demuestra que ser normal es una figura utópica.
 
Si el desarraigo cobra forma, se me parece.
 
Soy un escritor realista. Sueño mucho.
 
La puerta y su perpetua discusión con la cerradura.
 
Desde hace años milita en el servicio incondicional de la estupidez.
 
También los afectos mantienen su vocación de austeridad.


 
 
 

miércoles, 20 de agosto de 2025

martes, 19 de agosto de 2025

MÁS ALLÁ / BELLOND (Traducción de DON CELLINI)



Don Cellini is a teacher, poet, translator and photographer. He is the author of Approximations / Aproximaciones and Inkblots both collections of bilingual poems published by March Street Press. His book of prose poems, Translate into English, as well as the bilingual collection Candidates for Sainthood and Other Sinners / Aprendices del santo with Fer de la Cruz, as well as his translation El silencio de las horas / The Silence of the Hours, are all published by Mayapple Press. A chapbook, Stone Poems, was recently translated by Carmen Ávila and published in Mexico as Piedra poemas.

In addition, he has published books of translations by Mexican poets: Elías Nandino, Roxana Elvridge-Thomas; Sergio Tellez-Pon; Rossy Lima; Jair Cortés; as well as the Venezuelan poet Amanda Reverón. 

A recipient of fellowships from the King Juan Carlos Foundation and the National Endowment for the Humanities, he is professor emeritus at Adrian College. He is the translations editor for The Ofi Press, CDMX.. 

You can see more of his work at www.doncellini.com .

 

AFORISMOS DE JOSÉ LUIS MORANTE

 MÁS ALLÁ

BEYOND

 

Caminar más allá, hacia dentro

Walking further inward

 El final de ruta añade a la topografía habitual una fotografía desenfocada del paraíso.

The end of the route adds an out-of-focus photograph of paradise to the usual topography.

*
 
La indecisión transforma cada paso en cruce de caminos.
 

Indecision turns every step into a crossroads.

*
 
El observador comprende cuando escucha la trama argumental del paisaje.
 

The observer understands when he listens to the plot of the landscape.
 


Romeros digitales en el Camino de Santiago; peregrinos musculosos con equipación deportiva, publicidad en el casco y todo tipo de artilugios tecnológicos.

 Digital pilgrims on the Camino de Santiago: muscular pilgrims with sports equipment, advertising on their helmets and all kinds of technological gadgets.

 *

Ítaca y el impulso del viaje. No la meta sino el recorrido.

 Ithaca and the momentum of the journey. Not the goal but the journey.

 *


 Se enamoró en plena escalada de la cara norte. Cota 2570. Músculos y nervios repetían que iba por buen camino.
 

He fell in love while climbing the north face. Elevation 2570.  Muscles and nerves repeated that he was on the right track.
 
*
 
Sin regreso el viaje es estéril.

 Without a return trip, the journey is empty.

 *
 
Empleaba la lentitud del sedentarismo en diseñar rutas marítimas con olas fijas.

 He used the slowness of sedentary life to design sea routes with waves that never moved.

 *

 
De algunos viajes vuelven otros.

 From some trips someone else returns.

 
*
 
El exilio. Un bosque de árboles trasplantados y especies exóticas.

 Exile: a forest of transplanted trees and exotic species.

 *
 
“Me gusta avanzar con paso firme”. Dijo frente al silencio de los acantilados.

 "I like to move steadily forward," he said facing the silence of the cliffs.

*
 
Perseguir la estela del yo. Ir más lejos. Hacia dentro.

 To pursue the wake of the self, go further – inward.

*
 
Ser testigo en el viaje de una realidad proteica, con haz y envés, ajena a la senda amañada del turista.

 Witnessing a sheltered reality on the journey, both front and back, far from the tourist's rigged path.

 *

Antes de partir se apunta a un taller literario sobre el arte de novelar. Los recorridos aproximan pormenores reales y ficción.

 Before leaving, he takes part in a literary workshop on the art of novel writing. The tours bring together real and fictional details.

*
 
El trayecto largo altera la identidad. La imagen en los espejos del hotel nunca es fiel al original.

The long journey alters identity. The image in hotel mirrors is never true to the original.

 


domingo, 17 de agosto de 2025

A PUNTO DE VER (TEORÍAS DEL HAIKU)

A punto de ver
José Luis Morante
Prólogo de Susana Benet
Polibea Editorial
Madrid, 2019


TEORÍAS DEL HAIKU
 
 
El haiku teje en silencio, sin dogmas; cuando la poética se aleja de la emoción se refugia en el laboratorio.
 
 
Quien siente una arbitraria mutilación del paisaje cuando cierra los ojos, no mira hacia dentro.
 
 
Leo a San Juan de la Cruz. Percibo en el volar del haiku las cinco condiciones del pájaro solitario: va a lo más alto, no sufre compañía, pone el pico al aire, no tiene determinado color y canta suavemente. 
 
 
La sobriedad del esquema verbal contrasta con su riqueza perceptiva y su capacidad creadora de geografías imaginarias.
 
 
El tacto de las palabras recuerda la presión indecisa que muestra la mano de un niño. Cuando sale a la calle camina entre agarrar y soltar.
 
 
Cada silencio es un potente generador de sentido.
 
(A punto de ver, Polibea Editorial, Madrid, 2019)




viernes, 15 de agosto de 2025

OLA DE CALOR

Lecturas de verano
Fotografía
de
Adela Sánchez Santana

 

INCONFORMISMOS
 
Un buen poema es una silla con respaldo, que deja el ánimo en posición correcta.
 
Solo; cansado de parecerme a mí.
 
Me operaron de cataratas y nunca volví a ver unicornios.
 
Aunque no esté, es uno de esos sueños que no se abandonan.
 
Entre los dos se hizo tarde muy pronto.
 
Los aforismos que prefiero transpiran un narrador que pisa el asfalto calado de lo real.
 
Somete su silencio a continuas revisiones.

(Aforismos con ola de calor)



 

jueves, 14 de agosto de 2025

RAFAEL GUILLÉN. RECUERDO Y HOMENAJE

Rafael Guillén
(Granada, 1933-2023)

 
HACIENDO OTOÑOS
 
  Haciendo otoños vamos. Nos florece
 el otoño en la misma primavera
 
                                              (RAFAEL GUILLÉN, de Pronuncio amor, 1957)
 
Emerge cada noche lo perdido  
en la espalda curvada de los días
y asienta la verdad de su presencia.
El recuerdo depura
la jornada feliz de quien desanda
y conecta sus pasos
al presente,
en un proceso lento, con fondo de raíz,
oculto y mío.
 
Otra vez lo disperso germina cavidades
y se ubica tangible en un lugar
salobre, desprendido,
con paredes de luz.
Sus contornos protegen
con un nuevo verdor que empuja y crecen
juncales de esperanza;
los indicios,
de un florecer de otoño,
donde la primavera se bifurca.
 
El temblor del olvido
retrocede indeciso
y tantea en el margen
un drenaje sombrío,
cuando, dócil, la calma
amarra la retina con escorzos.
 
Simultáneas imágenes retornan
y suman planos vivos al transcurso.
Arde conmigo todo lo perdido;
reclama su fulgor rescoldo propio
y esplende el extravío contra el cielo.
Entre los dedos quema un hilo frágil
tensando la certeza inapelable
de que todo, por fin, cabe en su sitio.
 
                        José Luis Morante
                               


 
 
 

miércoles, 13 de agosto de 2025

INCENDIOS

Naturaleza muerta

 

EN LLAMAS

O bien dijo un sollozo 
o algo semejante,
 que repitió y creció, y dejó su pecho
estremecido -así la rama
abandonada por un pájaro.

ÁNGEL GONZÁLEZ
 
 
. Frustración ante la ignorancia e irracionalidad de quienes cada verano provocan los incendios que convierten nuestras provincias en territorio estéril. 
 
. El sofista Protágoras, uno de los inspiradores de la pedagogía, pensaba que el problema fundamental del ser es la educación. Tiene razón: nadie civilizado quemaría un bosque.
 
.Todos los años idénticos titulares en los medios de comunicación: miles de hectáreas calcinadas y un espacio desértico, sin rastros de vida. Todos los años también la misma impunidad e idéntica impotencia.
 
. Pesimismo antropológico: las buenas intenciones sobre la prevención de incendios se olvidan en invierno.
 
. Sin medidas concretas en la vida comunitaria – reforestación, educación medioambiental, limpiezas y podas programadas, aclimatación de nuevas especies, responsabilidad penal, económica y civil para los infractores…- estas mínimas reflexiones no son sino una queja insistente, mera palabrería.
 
. En la retina, la equilibrada serenidad formal del bosque antes del fuego. El verdor febril de la alegría que es ahora naturaleza muerta.

(Apuntes del diario)




 
 
 

martes, 12 de agosto de 2025

ARISTAS CON FILO (Páginas del diario)

Cristales
Fotografía
de
Istockphoto

 

ARISTAS CON FILO
 
   Los que viven el tiempo en un compás de espera, ante el plato colmado del conformismo, y los que viven. Prefiero el segundo menú, por más que mis hábitos padezcan el confinado sedentarismo de la lectura continua. Sí, definitivamente me gusta la intemperie, las aristas con filo, la mejilla colorista del frío. 
 
   Apuntes para un taller de aforismos en torno a la teórica del género: “Mantengo en el tiempo una conversación heterodoxa con el aforismo. Me gusta percibir su talante y su microfilosofía, esa impregnación de cualidades en el pensamiento, al adentrarse por los minifundios temáticos de la realidad, sin perder la memoria de sí mismo.
   Al aforismo no le asusta prodigar pasos en el extravío. Caminar es fluir, fecundar una densa corriente desde la contención y el equilibrio. Da voz a un hablante que argumenta con dicción introspectiva e intimista, como si encendiese un foco de expresión en el trazado de una senda emocional y autobiográfica.
   El aforismo es hondura y espejo, donde la razón de ser abre la puerta al ser de la razón; un paradójico retorno al logos, una apertura”.
 
   En algunos amigos, no exentos de claridad racional y espíritu crítico, detecto un pesimismo creciente, como si al final del día esperase el desguace. Un estado de ánimo similar a la deriva del 98, tras la crisis colonial, al pesimismo histórico del fracaso monárquico, al tenebrario de la dictadura, o el estallido económico de la construcción. Pesimismo perpetuo que pone luto en lo diario e impregna el aliento como la cebolla.
 
   No le gusta la poesía contemporánea, dice. Y escucho sin inmutarme la sandez, la carencia total de criterio, el lugar común; la poesía contemporánea es un mural repleto de diferencias, no una pared blanca de gotelet. Sus relieves son tantos que no merece perder dos minutos con la idiocia de quien no lee y posa los codos de su ignorancia en su autocontemplación.

(Apuntes del diario)



lunes, 11 de agosto de 2025

EFI CUBERO. RIZOMA

Rizoma
Efi Cubero
Introducción de Javier del Prado Biezma
Imagen de portada de Paco Mora
Editorial Mahalta, Colección de Poesía
Ciudad Real, 2023

 

EL TRABAJO GUSTOSO
 
   Efi Cubero reúne en Rizoma una amplia muestra de su trayectoria poética en la editorial Mahalta. Consigna un desvelado quehacer en el tiempo, pleno de pulsión emocional y estética. La poeta y ensayista organiza su mapa creativo en ámbitos temáticos, como si la materia verbal estuviera formada por estratos. Las capas sedimentarias alumbran indagaciones en las posibilidades del lenguaje; responden a claves existenciales, cuajadas de misterio, por las que el yo se encuentra a sí mismo. El interminable fervor de Efi Cubero ha impulsado un balance creativo formado por las entregas Fragmentos de exilio (1992), Altano (1995), Borrando márgenes (2004), La mirada en el limo (2005), Estados sucesivos (2008), Ultramar (2009); Condición del extraño (2013), Punto de apoyo (2014) y Solo inclasificable 2021). Un largo proceso que aglutina también las composiciones inéditas, no conocidas en libro todavía.
  Efi Cubero explora la travesía en su desarrollo cronológico para vivir la esencia de las cosas, esos temas centrales que conforman la compleja urdimbre de Rizoma. Los poemas se cobijan sin enunciar de qué libro proceden; conforman apartados que mantienen una sostenida unidad armónica: “Rizoma”, “Ver”, “Hora Prima”, “Travesía”, “Lugares habitados”, “Natura”, “Huellas”, “Creación” y “Amar”. De este modo, percibimos los muros de una casa de tiempo y de silencio, un ámbito trascendente empeñado en la persecución de la belleza. Efectos profundos y sutiles en la sensibilidad de un sujeto verbal con un fuerte sentido de autonomía estética.
   La introducción “Leyendo Rizoma, bajo el enigma del poema”, firmada por la palabra sabia del poeta, ensayista y profesor Javier del Prado Biezma yuxtapone sondeos interpretativos. Esboza un análisis de intensidad y concisión emotiva en el que se desvela esa red transversal de los matices. Insiste el proólogo en la semántica fuerte de “Rizoma” como “tallo subterráneo hinchado de jugo y de gérmenes de vida”; una proyección de la raíz hacia el mundo aéreo que mantiene su oculta esencialidad, su imprevisible dimensión extemporal. La palabra despliega un paisaje conceptual que desvela y muestra la piel abierta de la ontología, la plenitud intacta de lo oracular que se resiste a la brújula analítica del pensamiento y su empeño de exactitud filosófica. La introducción nada deja en barbecho. Recorre, con profunda mirada, cada una de las secciones para determinar sus rasgos distintivos, sabiendo que la estructura es lo que permanece, más allá de la contingencia y lo coyuntural.
   La nota de la escritora responde con didáctica concisión al origen del título y los criterios de selección de esta poesía de la extrañeza que aglutina como material magmático entorno natural, pensamiento filosófico, realidad transcendida, esencia y decurso vital. Todos son lugares del poema, estaciones de llegada de la conciencia, pulsaciones de incertidumbre de las que emerge una poética y una disposición a la palabra: “La incertidumbre / es mirar más adentro / sin encontrarnos”.
    Quien escribe, pone en vigilia su forma de percibir y ver; se crea una disposición a la palabra, un estar a la espera que busca “enlazar lo distinto para unirse en un todo”. Desde la soledad y la extrañeza, el sujeto verbal se hace voz, semilla germinal de una armonía íntima y sin contornos.
  Construir la escritura es dibujar un código de acceso al núcleo del silencio. Los poemas transcriben incertidumbres; se deslizan por una senda de evocaciones, imágenes y enunciados reflexivos. En las composiciones se hacen accesibles los afanes diarios de una perspectiva ecléctica, de una contemplación que se condensa, donde las certezas son un afán continuo de claridad y transparencia, es refugio pautado que protege y salva, que concede sentido a la volátil sombra del discurrir: “La mirada resuelve / la extrañeza de ser… / O el extravío”.
   En cada sección las composiciones exploran sendas argumentales en las que el devenir existencial se define como vértice central. Vivir es un caminar continuo que hace posible la revelación y el encuentro, la fugacidad de un tiempo en continuo deseo de huida. El incansable andar empuja a encuentros y ausencias, a percibir las marcas en el aire del azar que sostiene nuestros pasos. Junto al yo, el sueño de la naturaleza, la materia que aporta cercanía y conocimiento en la compleja urdimbre de su apariencia: “Por el delgado filo / de transparentes márgenes / busco cobijar los códigos brumosos / de la naturaleza que intento comprender.”
   En el variado contexto escritural de  Rizoma la preocupación metaliteraria está presente en “Sílabas”, “De paz”, o en algunos poemas del apartado “Creación” que definen una manera de mirar el mundo llena de lucidez, nunca abstracta o distante. La creación es un proceso, el justo equilibrio entre trabajo, acierto expresivo e inspiración: ”Alumbrar, pulsar en lo acertado / para sentir el alma allí donde se oculta. / Aquí donde la vida se revela, / desnuda, intraducible…”
   El apartado final hace del amor camino propio. Un tantear continuo en la profundidad de la entrega, en el deseo y en el espacio simultáneo del nosotros en la incansable travesía de las estaciones. Después de la partida queda el desvelo del recuerdo, la reivindicación de que, en la ausencia, también se permanece, con los pasos inciertos de la evocación. El rumor elegíaco impulsa composiciones de fuerte calado sentimental; la voz de quien no está se retiene con la convicción de una vivencia permanente en “Fotografías”, “Sol”, “Partida” o “Soledad”.   
    Por la identidad poética de Rizoma asoma, vivo y pleno, el movimiento incesante de la revelación. La voz que aspira a llegar a ser. La esencia dispuesta a resistir la neblina diaria. Las palabras se deshojan de lo transitorio para mostrar una sensibilidad de efectos profundos. Las composiciones contemplan un presente único, en el que se concentra vida y obra. Una caligrafía de luz, que busca desvelar la música callada de silencio, el intacto perfil de la belleza.
 
 
JOSÉ LUIS MORANTE
 


domingo, 10 de agosto de 2025

ARQUEOLOGÍA

Yacimiento vetón de Las Cogotas (Ávila)
Fotografía
de
Rubén Sánchez Santana

 

 

CASTRO
 
                       (Las Cogotas, Ávila)
 
El lugar es el mismo,
un aislado paraje
de pasto y manantial
en las estribaciones de la sierra.
Majada sedentaria
de cabreros,
pronto se hizo poblado.
Afanes colectivos
cavaron los cimientos
de granito tallado,
asumieron defensas y cultivos
y aportaron ofrendas
a dioses negligentes.
 
Pusieron humildad
las guerras y el asedio;
Señal premonitoria
de abandono
el árbol se hizo humo
y la lluvia sembró
el suelo comunal de jaramagos.
 
En las ruinas yacentes
la luz de la mañana trasfigura
el árido paisaje.
Minúsculos guijarros
 me muestran las aristas
y en su rumor escucho
la huella de otro tiempo:
la historia se repite.
Somos polvo; la primavera pasa.
 
                  (Del libro Ninguna parte, 2013)
 


 

sábado, 9 de agosto de 2025

ACOTACIONES SOBRE EL AFORISMO

A pie de mar
Fotografía
de
Javier Cabañero Valencia
(Oropesa del Mar, Mediterráneo)



 ACOTACIONES

LA VOZ SAPIENCIAL
 
No hay que confundir el aforismo con un género didáctico, empañado en convencer con la solvencia de una fórmula matemática. Casi siempre calla que su criterio de verdad es lo que omite.
 
CUIDAR EL MOLDE
 
La ausencia de una codificación monolítica añade diversidad a su compleja estructura expresiva y confirma una significativa paradoja: menos es más.
 
MEMORIA EN TRÁNSITO
 
En su desarrollo en el tiempo, son palpables la popularización del género y un ahora pletórico que fija la alianza entre razón y sentimiento con solidez definitiva.
 
UN POCO DE SILENCIO
 
Prefiero el aforismo confidencial. El que propone un diálogo con la intimidad del individuo y es cauce revelador de una conciencia.  El aforismo es la distancia justa entre el pensamiento y las cosas.
 
NATURALEZA INTERIOR
 
En los ambientes literarios de los años años cincuenta se hizo fuerte una polémica sobre la naturaleza de la poesía. Vicente Aleixandre defendía que la poesía era comunicación y Carlos Barral aseveraba que la poesía era conocimiento. Conciliador el aforismo es comunicación y conocimiento.
 
 


viernes, 8 de agosto de 2025

PREDICCIONES

Indicios
Fotografía del archivo
Depositphotos

 

PREDICCIONES

 

   Con ganas de conocer indicios anticipados de esa realidad que, poco a poco, se integrará en mis días futuros, acudí al consultorio de un vidente. Un cartel singularizaba su puerta :“Cartomancia. Tarot. Oniromancia. Bola de cristal. Quiromancia”. Tanta aplicación en las artes adivinatorias borró cualquier reparo y llamé al timbre. Nadie acudió. Fui yo quien aprensivo recorrí el pasillo hasta la salita iluminada por velas. Allí estaba el singular experto en vaticinios.
  Sobre sus manos dormitaba un abanico de cartas. Siempre en silencio, tomé asiento y tras un largo gesto de concentración recluyó sus ojos en mis manos. Con voz confidencial, solemnizó: ”El futuro es un bosque y un incendio; el brote renacido y la ceniza. Todo será distinto, pero igual... Son ciento cincuenta. ¿Prefiere con tarjeta?". Me sorprendió su duda. Salí fuera. Tropecé en el pasillo y rodaron sonoros por el suelo todos los indicios del  mañana. 

(Cuentos diminutos)



 

jueves, 7 de agosto de 2025

LA SEMILLA

Pan blanco



 
LA SEMILLA
 
En la fragilidad de la semilla
hay un rumor en curso,
donde pliega sus alas el prodigio.
En él escarban
pan blanco las espigas
y vislumbran los troncos
tercas ramas,
que buscan en el aire
el golpe sostenido de la luz.
 
Somos en la semilla
reflujo de estaciones
y sombras anegando
un tragaluz con pájaros.
 
A resguardo, consigo,
suelo adentro,
en la semilla insiste
el pulso cardinal de otra semilla.

                        José Luis Morante



miércoles, 6 de agosto de 2025

JAVIER ASIAÍN. RAZÓN DEL INCONSCIENTE

Razón del inconsciente
Javier Asiaín
Chamán Ediciones
Colección Chamán ante el fuego
Albacete, 2025

 

OÍR EL MITO
 

   En un arco temporal de apenas dos décadas, la identidad poética de Javier Asiaín (Pamplona, 1970) se ha expandido con paso firme e incansable solidez. Con la poesía como herramienta expresiva vertebradora, desde el comienzo de siglo han visto la luz las entregas Efectos personales (2002), Anatomía enferma (2004), Votos perpetuos (2006), Simulador de vuelo (2007), Testamento de la espiga (2008), Contraanálisis (2009), Unidad de cuidados intensivos (2010, El triunfo de Galatea (2011), Liturgia de las horas (2012); El instante lúcido (2019) y La intimidad del trapecista (20122), un conjunto de publicaciones refrendado por importantes premios. Esta prolífica madurez creadora convive con una larga experiencia de gestión cultural, y la puesta en marcha de proyectos escénicos que interrelacionan lenguajes como la música, la poesía y el baile en un afán continuo de experimentación y el afán de abrir alas a un ideario estético diverso.
   En su nuevo poemario Razón del inconsciente se apropia del remansado fluir de la mitología para presentar un amplio friso de personajes de hondas raíces culturales. Conviene recordar que la propuesta ficcional del mito aloja un saludable afán didáctico. Tanto como el interés que causa la resolución argumental, en el seno del mito se resguarda la capacidad de trascender el relato y sus figurantes y ofrecer una explicación simbólica del existir. De este modo, el mito sobrevive al tiempo y a la condición volátil de lo efímero para mantener su vuelo imprevisible en la memoria colectiva.
  Los poemas de Razón del inconsciente componen un libro de clara unidad temática con composiciones muy breves y amplio uso del legado intelectual. Cada texto elige un personaje para dialogar con el fulgor crepuscular que emana su presencia. De este modo, el poeta revive cada historia y hace de su discurrir un trasfondo moral, un paisaje afectivo. Desde el amplio patrimonio de la cultura occidental se reactualiza la conciencia profunda de  la identidad y la caligrafía esencial de cada nombre.
  En la primera parte del poemario, “Mito y origen”, desde el pasado retornan, como teselas que buscan sitio en el presente: Psique, Adonis, Creso, Fausto, Edipo, Aquiles, Antígona… y tantos otros con su inventario de actitudes y contradicciones que aspiran a sobrevivir entre la incansable zozobra del olvido. Quien mira esas sombras atemporales en el espejo descubre síndromes y complejos, la indeclinable paradoja que hace del discurrir un horizonte azaroso.
   La titulación explícita del segundo apartado “Escucha activa” elige como tiempo la semántica del presente y una clara conexión entre intimismo biográfico y escritura. La estupenda cita de Viktor Emil Frankl subraya la naturaleza del material poético: “Cada tiempo tiene su neurosis. Cada tiempo tiene su terapia”. Los poemas tienden al aforismo y condensan sus mensajes. Se busca el eco sentimental de un existir inestable y repleto de nubes y claros, la meteorología cambiante del presente.
   Menos uniforme en su desarrollo, el apartado muestra también reflexiones del autor sobre el sentido de la escritura: “La poesía es una descarga / entre la palabra / y su definición”. O sobre el campo azaroso de la relación entre texto y autor, como se vislumbra en el poema “Terapia de pareja”. Muy hermosa resulta la poética que contiene la escritura de  “Terapia de pareja”: “Nunca una deuda / Nunca un consuelo / Nunca penitencia / Un poema es un acto de redención / en la penumbra”.
  El estar del sujeto da pie a la levedad del poema, en el que resulta muy reconocible el amplio sustrato sentimental y el cambio de marcos escénicos. El laconismo verbal sugiere una mayor densidad reflexiva. Cada poema se convierte en un tanteo en las pulsaciones del ánimo en el que también se resguardan sombras y temores, amistades interrumpidas, atardeceres vividos desde la piel del yo poético.
  Razón del inconsciente, como recuerda Tomas Yerro en su hermosa síntesis de contracubierta “es un compendio admirable de las aprobaciones más señeras de los clásicos occidentales recreados con una mirada lúcida y actual”. Define con voz evocadora y confidencial un regreso al mito para capturar sus imágenes y vivencias. Para abrir páginas a un diario introspectivo, que siempre preserva incertidumbres y el rumor de la sombra entre sus tímpanos.  
 
JOSÉ LUIS MORANTE




 

martes, 5 de agosto de 2025

ASCETISMO

Austeridad

 

ASCETISMO

 

Necesitaba poco. Y lo poco que necesitaba, con el tiempo, nunca lo necesitó

 

   Su proceder fue acumulando una severa sucesión de hábitos. Limó necesidades, hasta soportar un ascetismo extremo. Una austeridad de rostro sombrío, en el filo cortante de la renuncia. De noche no alteraba costumbres. Cuando dormía, vencido por el cansancio, su imaginación buscaba un hueco propicio y en él alojaba siempre el mismo sueño.


(Del libro Fuera de guion, Editorial Lastura, 2024)



lunes, 4 de agosto de 2025

VIBRACIONES SOBRE UN JUNCO


ABRIR LAS ALAS
 
(Aforismos)
 
 

Solo habla consigo cuando hay un intérprete disponible.
 
La impaciencia aconseja hornear semillas.
 
El toldo del tragaluz es un oxímoron.
 
Entre los misterios de la inteligencia, el empeño de ocultarse a diario.
 
Quien no sabe dónde ir  mantiene siempre un inquebrantable compromiso con el traspiés.
 
La humildad cumple con mérito la función de ser nota a pie de página.
 
Rareza: una amistad sin ánimo de lucro.
 
Cuando aletea cerca, el optimismo recuerda la mínima vibración de una libélula.
 
Esas voces que visten a diario papel de lija y ganan altura cuando callan.
 
Acabé identificando su belleza con el vacío; en ella, todo es nada.
 
Es acaparador y avaro; cuando respira guarda el oxígeno y el anhídrido carbónico.
 
Qué triste la lectura volátil, la que no tiene huellas dactilares.
 
 
(José Luis Morante)
 
 
 
    

domingo, 3 de agosto de 2025

ELOY SÁNCHEZ ROSILLO. VENIR DESDE TAN LEJOS

Venir desde tan lejos
Eloy Sánchez Rosillo
Tusquets editores
Colección Nuevos Textos Sagrados
Barcelona, 2025

 

CONDICIÓN DE POETA

 

   Quienes hayan seguido el recorrido poético de Eloy Sánchez Rosillo (Murcia, 1948) recordarán que su obra expande una travesía orgánica donde se yuxtaponen, sin estridencias, dos etapas, con voluntaria continuidad: una primera, definida por la inclinación evocativa y el sentimiento elegíaco, y un segundo momento estético marcado por el canto y el tono celebratorio. El tramo inicial de escritura abarca las entregas Maneras de estar solo (1978), Páginas de un diario (1981), Elegías (1984), Autorretratos (1989), La vida (1996) y La certeza (2005). Son libros habitados por un protagonista verbal reconocible en sus rasgos y actitudes, próximos a la experiencia biográfica de quien escribe. A cada paso, los contenidos muestran una terca inmersión en el intimismo y en el fluir del pensamiento. En ellos se percibe la variedad de una evolución sin rupturas, donde la reflexión humanista y el epitelio emotivo funcionan como sedimentos orbitales. Así lo reafirma el autor en El sueño cumplido (2023), libro en prosa que recoge sus escritos sobre poética y varias entrevistas, al meditar sobre su condición de poeta: “El escribir poesía es para mí una manera de entender y de considerar la vida, de acercarme a ella y de confundirme con su sustancia: un ser y un estar. Y un destino hermoso como pocos, del que hay que hacerse digno asumiéndolo hasta sus últimas consecuencias”. 
   El segundo episodio escritural germina ya en abundantes composiciones de La certeza, que puede considerarse un conjunto de transición. Aglutina los poemarios Oír la luz (2008), Sueño del origen (2011), Antes del nombre (2013), Quién lo diría (2015) y La rama verde (2020). Ahora se hace más evidente la voluntad de canto ante el patrimonio sensorial del discurrir. El tránsito de la existencia propicia la felicidad unánime de estar entre las cosas, de ser parte de su fervorosa plenitud y apacible armonía. No hay soledad en la intemperie de quien amanece a diario sino meditación ante el asombro de ser. En la claridad de lo inmediato se palpa una realidad benevolente, ofrecida como regazo y vínculo.
   En los poemas de Venir desde tan lejos (2025) parece abrirse un nuevo ciclo. No predominan la elegía ni el canto, sino una asumida disposición de la conciencia para aceptar el desbocado caminar del tiempo, la certeza de lo transitorio y la apacible consumación. La mirada interior se hace cumplimiento y aceptación, y se refuerza el trasfondo moral. Quien advierte en el espejo los laberintos de su periplo vital asume que el destino ha trazado un largo itinerario de vivencias. Advierte también que el ahora se aproxima, con sosegado andar, al lento atardecer. No hay resentimiento sino acuerdo pleno con el estar de la vida y su condición de andén transitorio. Hay una compenetración sin fisuras entre sujeto y entorno, como si hubiera una exacta correspondencia en el diálogo entre intimismo y territorio contingente.
   El abanico de tramas argumentales recobra algunos motivos recurrentes. Se percibe, por ejemplo en el poema “La herida”, un renacido homenaje al recuerdo paterno y al encuentro temprano con la ausencia y el desamparo, también presente, de forma más explícita, en el poema “Acerca del final”. El tiempo no ha cerrado esa “extraña herida que duele y da consuelo”, pero la sensación de lejanía ha mitigado el dolor y lo ha trasmutado en fortaleza y esperanza, mientras se deshoja la nostalgia, convertida en lección y conocimiento.
    Paso a paso, el sujeto verbal medita sobre la ontología cotidiana de ser y las enseñanzas de la edad. El ahora deja al protagonista lírico frente a sí mismo, con las coordenadas situacionales de estar en el centro de todo. La mirada es apropiación de colores y formas; en ella se cobija la claridad de lo vivido, mientras el pensamiento resguarda, como “centro sereno del asombro”, el pulso elemental de la existencia.
   El poeta es un maestro en construir impresiones y maneras de sentir; la observación se transforma en génesis y aglutina dentro las instantáneas exteriores. Quedan a resguardo esas sensaciones pasajeras que concede el transcurso del tiempo. Todo se hace trazo ingrávido y decurso interior, luminosas señales de quien está vivo: “La vida es esto: / tanta quietud moviéndose, / estar sin nadie y conversar con todo”.
   En los poemas de Venir desde tan lejos Eloy Sánchez Rosillo atribuye al poeta el quehacer esencial de expresar la dimensión inefable de la existencia. El misterio que encubre en lo más hondo lo aparente. La mano  del poeta deshilvana el necesario hilo de luz que una rendija guarda para que el día se ponga en pie. 
 
JOSÉ LUIS MORANTE