jueves, 13 de noviembre de 2025

RUMOR A SED

Rumor a sed
Archivo de internet
Depositphoto

 

RUMOR A SED

24
 
Las golondrinas no refrendan la caricia canicular, pero guardan el vacío del nido.
 
25
 
Cuántos manantiales sin agua potable.
 
26
 
Esas páginas impolutas y frías, sin glóbulos rojos.
 
 27
 
El aspirante a personaje concede al ombligo un interés escénico.
 
28
 
Discreto, en la mirilla de la mañana pide asilo el esqueleto de un dinosaurio.
 
29
 
Mientras se aquieta la bruma, el sol es una lámpara minúscula, de segunda mano.
 
30
 
Los insectos sobre la tierra fría del sendero.  Soledad camuflada de vida.
 
31
 
La trastienda mental de quien sustituye amigos por animales domésticos.
 
32
 
Como gesto de autoprotección, espío los versos sueltos de mi vecindario.
 
33
 
La rutina carboniza el asombro.
 
34
 
Aquel vegano mantenía un oficio rentable con sus contradicciones; practicaba la ganadería extensiva.
 
35
 
Guarecidas en la laringe, las fibras del hambre se digieren mal.

JOSÉ LUIS MORANTE





miércoles, 12 de noviembre de 2025

KEPA MURÚA. ELLA LEE.

Ella lee
Kepa Murúa
Imagen de cubierta de Marta Tendero
Chamán Ediciones
Colección Chamán ante el fuego
Albacete, 2025



FRAGMENTOS DE VIDA

 

   La nota bibliográfica de Kepa Murúa (Zarautz, Gipuzkoa, 1962), poeta, narrador, cronista autobiográfico, creador de ficciones, ensayista y editor, ratifica una constante exploración de lo verbal, que aglutina géneros y descubre una mirada creadora singular, dotada de fuerte cohesión y claro empeño comunicativo.
  Tras la edición del tercer volumen de los diarios La decisión ininterrumpida, 2008-2009, en 2024, devuelve la palabra al yo poético en la entrega Ella lee. Se trata de un extenso poemario que elige como formato referencial el poema breve y hace de los títulos un inventario de sustantivos explícitos, capaces de concretar las tramas y abrir estratos interiores a la semántica conceptual. La cubierta del libro, diseñada por Marta Tendero, representa a la madre del poeta y evoca una presencia central en el trayecto sentimental de quien escribe. La figura materna no solo es la progenitora ausente; se convierte en símbolo y adquiere una naturaleza germinativa. Como asevera el mismo escritor en una entrevista reciente: “esa mujer que lee es algo más; puede ser la tierra que nos protege, la vocación, la misma poesía, la creación artística. En suma, una estrategia confluente para activar emociones, recuerdos y pensamientos.
   La cita de apertura desdeña el prestigio de los textos clásicos o los fragmentos de otras voces para dejar, como punto de partida, una anotación leve e intimista, donde el contenido aspira a la confidencia: “Vengo donde mi madre, voy a donde mis hijos, todo se aclarará mañana”; además, ratifica la verosimilitud del suceso, ubicando el instante original en una fecha concreta. El discurso lírico descubre los momentos de una puesta en escena de lo cotidiano desde el enfoque de un yo pensante. En el ensamblaje, el conjunto versal ofrece una reflexión centrada en la diversa sedimentación de lo humano. Ella lee concreta los contornos de una formulación indagatoria: “¿Qué es lo que permanece en esta vida?”.
  Nuestra naturaleza transitoria no busca acaparar respuestas; pero impulsa al protagonista lírico a un despliegue de alegaciones sobre la razón de ser. Los vaivenes del poema postulan umbrales pensativos que entrelazan telarañas dubitativas, en la frágil pared de lo diario. Expanden variaciones y maneras de estar, dispuestas a transformar los tejidos verbales en itinerarios y desdoblamientos. La sinceridad se hace necesaria cuando el hablante lírico se explora a sí mismo y cuestiona las hendiduras que sufre la identidad en el devenir del tiempo. Los rincones del entorno recuerdan lugares de convivencia y aceptación de lo contingente. Quien observa y evoca parece recuperar un cuaderno de notas, abierto a percepciones y sentimientos. A actitudes en vela que ejercitan el sosegado respirar en soledad. Es el rumor que oímos tras la simple conciencia de estar vivo.
   La poesía se hace camino y búsqueda, abre las manos a las enseñanzas de la experiencia. Muestra un presente, proclive al desconcierto, que advierte sobre la niebla habitual diluyendo ilusiones y sueños. Muy cerca, el pasado envuelve y pone nostalgia en el conocimiento. Forja una voluntad que moldea el ser y los rasgos de su carácter. Nace así una metafísica de las cosas. El caminar es incertidumbre; advierte que se desconoce el propio destino. El conocimiento de la vida ratifica que muchas ecuaciones no se resuelven nunca; están ahí, varadas en la melancolía, con la sospecha de que cualquier verdad parece remota e imprevisible.
   El continuo cambio de conceptos recuerda un diccionario que establece un emotivo dinamismo: la destrucción, la certeza, el salto, el poder… A veces, son paradas reflexivas ante los elementos de la realidad. Entonces los poemas son más descriptivos, y acumulan detalles de lugares concretos. Así sucede en composiciones como “La plaza”; donde lo visual se muestra con la caligrafía limpia de los signos sensoriales. Otras veces la lectura interior del pensamiento recuerda o  acumula las mutaciones del lugar y de sus presencias.
   Kepa Murúa recurre a un sujeto cercano y directo para habitar el poema; las palabras  manan con un registro de transparencia, que no deja que se enturbie la visión de conjunto. La voz muestra una limpia voluntad dialogal. El poeta es también una voluntad menesterosa que busca lugar para la ausencia y los recuerdos. Las palabras transmiten orfandad; se aprestan a saber cómo es el después, cuando la casa está vacía y en sus espacios solo sucede la ausencia. Quien escribe, recorre un itinerario existencial de trazado incierto. Volver al día es vislumbrar al yo convertido en habitante de lo transitorio. El trayecto es enigma, lugar de tránsito. Todo es brevedad y percepción temporalista. Solo queda hacer el equipaje y seguir con la cadencia conforme de la evocación, con los restos dormidos de los días.


JOSÉ LUIS MORANTE

martes, 11 de noviembre de 2025

ESTACIONES DE PASO

Interiores
Poblado tradicional, Japón, mayo-junio 2025
Fotografía
de
Adela Sánchez Santana

 ESTACIÓN DE PASO

Esta estación recién inaugurada,
de sillares compactos, milenarios,
desliza su mirada en el invierno,
pasa revista al cuerpo diplomático
de las lluvias y fríos de diciembre.
El estricto recinto no seduce;
exige pasajeros de etiqueta,
un protocolo de solemnes ritos,
el zoco abierto de la cortesía.
Esta estación restringe el auditorio,
es reverso de la hospitalidad.
Sus divanes no acogen, estimulan
las heridas de arena del viajero.
Son una invitación para el exilio.

    (Ahora que es tarde, La Garúa, 2020)





  


lunes, 10 de noviembre de 2025

MIGUEL CATALÁN. DICCIONARIO LACÓNICO

Diccionario Lacónico
Miguel Catalán
Ediciones Sequitur
Madrid, 2019

EL LIBRO DE LAS PALABRAS

   Doctor en Filosofía, profesor universitario, narrador de novelas y relatos y prestigioso  ensayista, el siempre presente en la memoria Miguel Catalán (Valencia, 1958-2019) es referente clave del aforismo contemporáneo. Sus textos liliputienses, compilados por la editorial Trea en 2018, en el volumen integral Suma breve, definen una geografía reflexiva repleta de paisajes de interés.
   De ese afán sostenido por el ejercicio de síntesis parte Diccionario Lacónico, un amplio compendio de palabras y definiciones que aglutina en su trayecto expresivo etimología, semántica, concisión poética, humorismo, greguerías y filosofía existencial. Las definiciones recurren al orden alfabético tradicional para elaborar conceptos que concentran acepciones diversas. De este modo, el significado de las palabras abre ventanas al asombro para explicar el contacto sensorial con el mundo y las cosas, con los ojos abiertos hacia dentro y hacia fuera. En este quehacer de sondeo terminológico la percepción remueve el granero del idioma para que se muestren magmas en formación, capaces de extender sedimentaciones frente al lugar común. Cada definición postula una identidad conceptual trascendida, un esfuerzo capaz de mostrar relieve y diferencias; abre incisiones que convulsionan la imaginación. Pero ese quehacer no solo se basa en la enunciación y en el empeño descriptivo sino también en una labor de poda. Se despoja al término de cualquier adherencia para dar forma al desnudo, a la vertebradura esencial, aun sabiendo que la definición exacta y concluyente es aspiración e ideal. Solo se constata en la página algún reflejo de la exactitud. Miguel Catalán sospecha que el impulso germinal de esta obra está en el pasado y en el estudio de algún tratado de lingüística, pero es difícil no encontrar afinidades con la ironía y el sarcasmo de Ambrose Bierce y con el amplio listado de lecturas de autores epigramáticos que constituyen materia habitual del atril de estudio. Su legado da origen a abundantes calas etimológicas. Además de esas fuentes primarias, el escritor ha reunido citas y pensamientos ajenos que se suman al cuerpo de la obra con la libre voluntad de la bibliografía disponible, haciendo de las voces del lenguaje una traslación semántica condensada.  Concluye así una tarea lenta, un puente que une palabras y que mostró sus quehaceres en la novela autobiográfica Perdendosi  (Carena Books, 2016). Como recordará el lector, en ese relato autobiográfico, donde germinan recuerdos y reflexiones sobre la identidad y la pérdida, se alude al poder del lenguaje como estrategia de permanencia, capaz de salvar el devenir cronológico y la distancia. Dado el peculiar ritmo de lectura que requiere un diccionario, el autor ha incluido una recolección práctica de abreviaturas, complementada en el epílogo con una tabla de citas. Si es un lugar común, compartido por todos, el interés lingüístico de las enciclopedias como cartografías habitables para el lenguaje, que incorporan cada año acepciones y usos nuevos del habla comunitario, Miguel Catalán refuerza esta cualidad intrínseca con vocablos escogidos, tras un amplio diálogo con la semántica del decir fragmentario. Así nacen circunvoluciones de amanecida en torno a las palabras que acreditan perspectivas y enfoques singulares. Son pequeñas dosis de sabiduría que aluden a las mutaciones del lenguaje y a sus procesos recapitulatorios. Promueven un paciente diálogo entre el ser transitorio de la realidad, con su poblado universo de objetos y elementos, y las convenciones de la palabra para responder a lo contingente. Crean el espejismo de la permanencia, ese largo sueño que la voluntad emprende cada día. 


JOSÉ LUIS MORANTE



domingo, 9 de noviembre de 2025

OJO SIN FONDO

 

Balaustrada
Fotografía
de
Adela Sánchez Santana




OJO SIN FONDO
 
Todo se precipita  en un ojo sin fondo
 
OCTAVIO PAZ
 
  Se desplegó la luz entre la noche inmóvil y me desperté. La inocua claridad mostró un espacio todavía sin nadie. Indeciso, comencé el día buscándome.


(Fuera de guion, Lastura, 2024)




sábado, 8 de noviembre de 2025

PRIMERA CLARIDAD

Un jardín, dentro
Fotografía
de
Adela Sánchez Santana

 

PRIMERA CLARIDAD
 
 
1
 
Vivir la claridad del despojamiento, su estar limpio, su ascesis hasta la otra orilla. Abro las manos. De la quimera existencial me llevo casi nada.
 
2
 
Aunque esté lejos, qué trasluz cercano empareja al asombro.
 
3
 
La germinación de la belleza  requiere constancia; instantes con levedad de nube.
 
4
 
De  la voluntad, la respiración fatigosa de todo aquello que no pudo ser.
 
5
 
No ser nunca quien sobrevuela márgenes y levita sin estar dentro ni fuera.
 
6
 
Tengo una brújula para extraviarme en mí.
 
7
 
Antes, la desnudez invitaba al deseo. Ahora apresura la búsqueda urgente de una bata de felpa para evitar el resfriado.
 
8
 
Contemplar la amanecida en la azotea, mientras las copas de los árboles ocultan las sombras, concede púlpito al optimismo.
 
9
 
Tras la vigilia guardo las cenizas del sueño.
 
10
 
La madurez pone en hilera recursos macerados para ganar la batalla ideológica a la decepción.
 
11
 
En las manos del trabajo diario las serpentinas.

(Aforismos de la alegría)


viernes, 7 de noviembre de 2025

IDA VITALE. HOMENAJE DE CUMPLEAÑOS

IDA VITALE (Montevideo, Uruguay, 1923)
Caja de las Letras, Instituto Cervantes, Madrid

 

 VOZ PERENNE

 
Poesía reunida (1949-2015)
Ida Vitale
Edición de Aurelio Major
Tusquets Editores, Austral
Barcelona, 2022
 
  El 2 de noviembre, Ida Vitale cumplía 102 años. Y fue muy grato celebrar la efeméride con los recuerdos de su estancia en Madrid, en marzo de 2023. La poeta de Montevideo regresaba a España, pese a la delicada fragilidad, para intervenir en varios eventos en torno al claro auroral de su poesía, un balance colmado que condensa setenta años de itinerarios abiertos en la espesura del lenguaje.
  Ediciones Austral celebró el longevo caminar compilando en Poesía reunida (1949-2015) todos los libros de la autora con edición de Aurelio Major. El volumen desanda el tiempo para hacer una radiografía en el discurrir. Aloja como punto de salida Antepenúltimos, selección de las composiciones más recientes, y como estación final La luz de la memoria, amanecida de una voz que buscaba sitio propio en 1949 y que no tardaría en convertirse en nombre referencial de la Generación del 45 uruguaya. Como es sabido, los integrantes de esta promoción se caracterizan por ofrecer en la constante incertidumbre del hecho poético un trato cercano con la emoción, frente al enunciado racionalista o el oscurecimiento del campo semántico. La solidez escritural de la promoción conforma una nueva identidad colectiva uruguaya cimentada en el quehacer de protagonistas como Mario Benedetti, Idea Vilariño, Amanda Berenguer y Humberto Megget.
  Integran el volumen trece salidas en total que hablan de una voluntad creadora con reconocimientos como el Premio Nacional en Uruguay, el Alfonso Reyes, Octavio Paz y el de Literatura en Lenguas Romances en México, país donde vivió muchos años a causa del exilio desde 1974, y en España los premios Federico García Lorca, Premio Reina Sofía y Premio Cervantes. Completa el listado el Premio Max Jacob, otorgado en Francia.
   La nota de edición recuerda que, aunque queden fuera algunas composiciones escritas en la década de los cuarenta, esta obra recoge la poesía que su autora considera asentada en su redacción definitiva y final, ajena a cualquier reelaboración y cambio que, a veces, enciende el afán de perfección  Este es el legado de quien entiende la poesía como quehacer esencial que “busca sacar de su abismo ciertas palabras que puedan constituir el tejido de cicatrización tras el que todos andamos sin saberlo”.
   La muestra postula una obra abierta cuyas claves son el silencio expresivo y la variedad temática que abarca desde el intimismo transcendido y la constante incertidumbre del discurrir existencial hasta la percepción celebratoria de una naturaleza impuesta por la lentitud de lo perdurable, cuyos elementos atestiguan un patrimonio intacto de verdad y belleza. Así nace el vehemente deseo de la poeta, no exento de cierto misticismo, que afronta indeclinable su tarea: “Abrir palabra por palabra el páramo, / abrirnos y mirar hacia la significante abertura, / sufrir para labrar el sitio de la brasa, / luego extinguirla y mitigar la queja del quemado”.  
  La voz natural de Ida Vitale huye de la impostura. Se arropa en la contención y el despojamiento. Quita peso a las palabras para que encuentren una presencia leve, casi etérea pero llena de luz, en la que se establece una continua poda de recursos: “El sobresalto fuera del poema y dentro del poema, apenas aire contenido “. En sus entregas se percibe un diálogo directo con el acervo clásico y con la escritura de Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, Pablo Neruda y César Vallejo como magisterios más próximos. La poeta no duda en emplear formas cerradas como la décima o el soneto, cuyo uso refrenda un artesanal dominio formal, pleno de exactitud y sentido musical; hay también una inclinación prolongada hacia el mundo clásico. Roma se convierte en motivo habitual con abundantes referencias a sus huellas culturales y arqueológicas.
    Poesía reunida (1949-2015) muestra el proceso creativo de Ida Vitale y las distintas etapas de su escritura. Un representativo quehacer que actualiza claves poéticas de la tradición y conmueve el ánimo con ámbitos esenciales como la naturaleza del yo en su despliegue sentimental y en sus reflexiones sobre los conceptos centrales de la existencia: la soledad, el tiempo, el amor y la muerte. La voz de Ida Vitale es palabra generadora, hoja perenne; eco sostenido en el aire, plenitud y misterio.
 

JOSÉ LUIS MORANTE
 


 

jueves, 6 de noviembre de 2025

EL ÓRGANO

Silencio
Fotografía
de
Héctor Rodríguez Tejero


 
EL ÓRGANO
 
                        Iglesia de El Bohodón
 
 
Entre la fiebre lenta del recuerdo,
no supe cuando niño
que el valioso instrumento musical,
a resguardo en el templo de mi pueblo
-un órgano barroco del siglo XVIII,
creado en el taller de Isidro Gil-,
hiciera de sus tubos un clamor apagado,
una simple mudez de nubes sueltas.
Muchos años después,
vuelvo a la iglesia,
con los ojos heridos de lumbres y cenizas,
y la quietud del órgano
resiste amordazada
con voluntad secreta.
Pero el futuro siente el pulso de los dedos;
el goce sensorial de los acordes.
Vibra dentro y compone
un sueño evanescente de armonía,
un tardío rosal que, de pronto, florece.
Con firmeza de sol, cruza la calle
al fin el empeño de todos los vecinos.
Es un mensaje escrito de esperanza.
Unas letras sonoras que recuerdan
la tarea inconclusa de recobrar, urgente,
el granado racimo de la música.

                       (Inédito)



miércoles, 5 de noviembre de 2025

MIGUEL ÁNGEL ALONSO TRECEÑO. SOLUTO, Nº 3

SOLUTO
Fanzine Aforístico
(Nº 3, Avilés, Asturias, septiembre, 2025)
Dirección editorial
Miguel Ángel Alonso Treceño
Maquetación y cubierta
Covadonga Hdz. Caramazana

 

SOLUTO nº 3

 A la memoria de Antonio Rivero Taravillo


  Como estrategia expresiva sapiencial, que mezcla sedimentación reflexiva y aderezo poético, la tradicional seriedad del aforismo parece requerir la ropa clásica del ensayo o la elegancia distante de la publicación universitaria. Sin embargo, Miguel Ángel Alonso Treceño (Avilés, 1970), escritor, fotógrafo y con un refuerzo formativo ejemplar que integra las licenciaturas en Ciencias Químicas, Historia e Historia del Arte, ha creado el primer fanzine aforístico, dedicado monográficamente al minimalismo conciso. Un quehacer que complementa un trayecto literario formado por las entregas  Cinco siete cinco (2016), Conciencia y viceversa (2019), Miscelánea (2021) y Afonías (2024), que recogen aforismos y haikus. 
   Así amanece en 2025 Soluto, una experiencia editorial independiente, con diseño y maquetación de Covadonga Hernández Caramazana y dirección editorial de Miguel Ángel Alonso Treceño. Hasta la fecha se han presentado tres números. La tercera salida, como aclara la nota introductoria, “surge como un proyecto comunal, a partir de un taller de grabado celebrado durante el festival Fifty-Fifty, en Avilés, donde los grabados se combinan con las palabras, permitiendo al lector desmigar los aforismos a través de un lenguaje visual”.
   El número está dedicado a la memoria de Antonio Rivero Taravillo, cuya inesperada ausencia, ha consternado a todo el universo aforístico. Sirva la entrega de homenaje y recuerdo a un gran escritor que deja un espléndido y reconocido legado literario.
   Colaboran en el fanzine aforístico, que regala al lector casi cien aforismos inéditos, José Luis Morante, Manuel Arranz, Itziar Mínguez Arnáiz, Miguel Ángel Gómez, Javier Almuzara, Demetrio Fernández Muñoz y Eliana Dukelsky. Un muestrario luminoso que aglutina voces significativas del momento aforístico actual y autores que aportan el vitalismo y la intensidad de quien comienza ruta.
  Enhorabuena al impulsor de Soluto y larga vida a la publicación que contiene el calor intacto de algunos aforismos inolvidables:
 
Sin patrimonio personal; todo lo que tenía lo dejó precintado en un poema. (José Luis Morante),
Escribía una poesía perfecta, exacta, calculada. En sus libros solo se echaba de menos una cosa: la poesía.  (Manuel Arranz).
Nuestras voces suenan más íntimas desde fuera. (Eliana Dukelsky)
Tras el aforismo, su fuga. (Demetrio Fernández Muñoz).
El colmo del divorcio: quién se queda con la estrofa y quién se queda con el estribillo a la hora de repartir "nuestra canción". (Itziar Mínguez Arnáiz).
Contar la verdadera historia del mundo como si esta fuera un misterioso y laberíntico lamento. (Miguel Ángel Gómez).
La vocación es a menudo hija de nuestras potencias; la obra, siempre de nuestras limitaciones. (Javier Almuzara).
Los mejores libros deberían tener el final de un capítulo intonso para ser abierto solo en caso de emergencia. (Antonio Rivero Taravillo).

 
 
 
 
 
 
 
 

martes, 4 de noviembre de 2025

BODEGÓN

Taller de artesanía
Archivo digital
Istockphoto

 

BODEGÓN

 

   Marcia encuentra en un sueño los besos que no dio, y llena de humedad su piel dormida. En mitad de un silencio extenso y claustrofóbico, Lena cuenta la avalancha de pasos que exilia inadvertida su memoria. Impregnada de polvo, la moneda perdida reclama en el rincón la mano abierta que resucite el vuelo a cara o cruz. Una araña descifra el agujero que reabre la sombra en la pared. Pliegues de un bodegón que, al deglutir el tiempo, exigen cada día esa porción exacta de asombro, desconcierto y extrañeza.


(Del libro de microrrelatos Fuera de guion)

 




lunes, 3 de noviembre de 2025

DEFENSA DE UN PAISAJE

en ruta
Fotografía
de
Javier Cabañero Valencia


 

            DEFENSA DE UN PAISAJE
 
Las formas y las luces de los atardeceres,
el silencio y las calles que velan lo escondido,
las esquinas proclives al paso solitario,
el sueño que esgrimimos como razón de ser
­­(Los sueños que moldean cambiantes espejismos),
la humedad de las manos, la decepción anónima,
la rosa que lacera
y la gota de sangre,
la inercia de mirar el vuelo de los pájaros,
aquello que perdura cuando cierro los ojos,
los hechos transmutados en memoria,
las manos que no piden nada a cambio.
la casa, el pan y el verso que me busca.
 
                                     El pacto de vivir.
El párrafo en cursiva
sobre un tiempo que no es más que tiempo.










  (  

domingo, 2 de noviembre de 2025

FUERA DE LUGAR

Clausura
Fotografía
de
Adela Sánchez Santana

 

FUERA DE LUGAR

  

Tras el regreso, después del largo viaje, hay un tiempo propenso al desconcierto. En él me siento fuera de lugar, con las manos extendidas,  mostrando documentos invisibles a alguien que nos detiene en la frontera.
 
Cada existencia oculta sus ángulos muertos, sus labios de niebla.
 
El cinismo requiere un semblante plural.
 
Habita el cupo estable de amistades con ánimo de lucro.
 
Rompen la tregua del sueño los dedos de la aurora. El día todavía está lejos.
 
Ahí delante no hay nada salvo tú, una zona de sombras y alquitrán.
 
 (Noviembre)




sábado, 1 de noviembre de 2025

IRONÍAS, SARCASMOS Y OTRAS FLATULENCIAS VERBALES

Ascensión
Fotografía
de
Javier Cabañero Valencia

 


LABERINTOS


En el laberinto del poema, la apasionante convivencia entre circunstancias biográficas y sedimento intelectual.

Con los años, los puntos de vista y la carga argumental se enrocan en lo elusivo. Delatan una posición personal que acomoda la ascensión en peldaños anbiguos. En pasos quietos, que ni suben ni bajan.

Los perdonavidas literarios se multiplican. Los reconozco de inmediato porque usan mucho las voces desacordes de la ironía y el sarcasmo. Con fervor seráfico inundan páginas de prepotencia y vanidad. Los demás les parecen pequeños, talla mínima. Jamás esconden la habilidad de ser insoportables.

Leo una vez más, a los cincuenta años de su publicación, Sepulcro en Tarquinia, de Antonio Colinas. Y la relectura subraya, de nuevo, que es un libro enorme; uno de los mejores de la poesía contemporánea. No ha envejecido nada y añade a su disfrute algunos recuerdos del tiempo compartido con el autor, siempre tímido y discreto, con esa sensación de respirar a solas en otra parte.

(Apuntes del diario)



viernes, 31 de octubre de 2025

AUDÍFONOS. LA MÚSICA DEL AIRE

La música del aire
Archivo de fotos
de internet  Dreamstime

 

AUDÍFONOS

 

   Ausente habitual en el silencio, se puso a leer la carta personal con interés creciente. “Los audífonos serán una extensión del cuerpo, una abertura para recuperar en lo diario el canto de los pájaros, el gotear de un grifo mal cerrado, o el mismo caer inadvertido de las hojas…”. La cadena de precisiones saltó por encima de su incredulidad, advirtiendo que cerca ocurren maravillas insólitas, como en los dormidos itinerarios de la inocencia. No se desanimó ante la compleja instalación manual en el pabellón auditivo. Todo era difícil. Por el ventanal del salón percibió una mañana de luz oblicua, sesteando en el jardín. Salió fuera. Buscó un sillón y acogió distraído un libro de poemas de José Hierro para la espera. No recordaba el canto de los mirlos. Una hora después, el reloj comenzó a prodigar algún bostezo. No sucedió nada. En el jardín, los signos de reconciliación con el sonido se mantienen al margen. Suspiró sin exigir. Nada justifica la duda o el desengaño, todavía. A veces, la esperanza no es más que un intento de fuga.


(Del libro Fuera de guion (Casi cien microrrelatos)

jueves, 30 de octubre de 2025

VIAJEROS SEDENTARIOS

Viajeros sedentarios
José Luis Morante
La Garúa Editorial
Colección Haiku
Barcelona, 2025


 

EL VIAJERO GUSTOSO


   En cada viaje surge el milagro de lo imprevisible, el instante que se integra en la percepción del viajero para permanecer en la memoria, dispuesto  a ser evocado. El viaje posibilita huir del aire frío de lo laborable. El desplazamiento ensancha el horizonte, abre una intimidad dialogal que deja sitio a la  experiencia.

    En los poemas  de Exposición permanente de Javier Mateo Hidalgo, editado por Huerga & Fierro en 2024, hay un cumplido inventario de transiciones visuales. Los cuadros, con su poderoso simbolismo, alientan los referentes culturales. Dejan en la mirada del yo poético una iconografía cosmopolita que absorbe los sentidos y se convierte en vivencia personal. El pensamiento se ajusta a la sensación inmediata de la contemplación. Un paisaje cromático que se enriquece con la subjetividad de quien lo mira. La imagen estática se torna entonces un cruce de caminos complejo entre emoción y sensibilidad.    Y feliz por el conjunto de aforismos que me dedica el poeta. Luminosas intuiciones que contraponen escritura y arte. Pensamientos que condensan afinidades y diferencias de dos formas de percibir la belleza

   A veces desoigo las advertencias de la razón y me asomo al abismo de las opiniones digitales. Delimita la indigencia mental, esa cara sin rasgos que genera de inmediato una desapacible inquietud.


(Apuntes del diario)



 

miércoles, 29 de octubre de 2025

ALLÍ

Memoria del verano
(Oropesa del Mar, Castellón, 2025)
Fotografía
de
Adela Sánchez Santana

 

ALLÍ
 
Allí, donde no estoy;
un yo parapetado
en el azul oscuro
de sí mismo,
que habita un mar revuelto,
fatigado por olas y mareas.
Nada quedó detrás,
salvo el vacío
contorno de una sombra
que repta sobre el agua.
 
Quien me habita
carece de secretos.
Es Ulises y es Nadie.
Como todos,
necesita encontrar
la tierra promisoria,
el no lugar
donde brotan  los sueños.
 
                   (inédito)
 
                     JOSÉ LUIS MORANTE




martes, 28 de octubre de 2025

CHRISTIAN ENCARNACIÓN. MAÑANA NO NOS ACORDAREMOS DE NOSOTROS

Mañana no nos acordaremos de nosotros
Christian Encarnación
Prólogo de Marisa Martínez Pérsico
Huerga & Fierro Editores / Poesía
Colección Graffiti
Madrid, 2025

 

EXTRAVÍOS

  
   En su línea habitual de enriquecer el ahora poético hispano con novedosas estelas creativas de Latinoamérica y el Caribe, Huerga y Fierro Editores impulsa la salida del volumen de poemas Mañana no nos acordaremos de nosotros, de Christian Encarnación. Nacido en República Dominicana en 1997, poeta y fotógrafo, el quehacer lírico del escritor ha tenido un amplio refrendo en revistas literarias digitales. Parte de su producción inicial se ha versionado al francés por el poeta, aforista y traductor Miguel Ángel Real. El activo bagaje literario se completa con frecuentes intervenciones en conferencias, talleres y recitales. En 2022, tras conseguir el Premio de Poesía Joven Zacarías Espinal, convocado por la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo, llega a las librerías su carta auroral Ausencia del vacío. El Premio Luna Insomne para jóvenes poetas, convocado en 2023, hace posible la edición de Todas las madres nos condenan a muerte (2024).
   La entrega Mañana no nos acordaremos de nosotros se abre con el texto “De la réverie al (neo)surrealismo tropical”, una transparente mirada de la poeta, ensayista, editora y profesora universitaria Marisa Martínez Pérsico. El quehacer poético, más allá del decurso reflexivo racional, guarda sitio a un estado indagatorio de límites ambiguos, que sirve de puente entre el onirismo y la percepción real. Se trata de una forma de conocimiento por la que se accede a la iluminación subjetiva. Más allá del discurrir que preserva instantes aislados, la imaginación forja su propio relato, un horizonte ficcional que transciende y se hace autoconciencia poética. El análisis de Marisa Martínez Pérsico recoge también dos lúcidas incisiones reflexivas: la recreación de un entorno costumbrista y local, convertido en símbolo, y el reiterado uso de títulos explícitos, que sorprenden por el extenso fraseo y su enunciado narrativo.
   El paratexto integra un aforismo de Antonio Porchia, nombre esencial de la brevedad sentenciosa, y un fragmento de Nonudra, pseudónimo del escritor Pedro Burgos Montero. Ambos comparten en su ideario la inmersión en lo paradójico, ese estar en el que conviven dos verdades aparentemente contrarias. Las citas sirven de apertura a un libro organizado en tres tramos semánticos: “Lo que se pierde en los sueños”, “Mi casa era una bombilla que luchaba por no apagarse y “Construcciones en el fuego”.
   El sujeto verbal opta por una dicción limpia y directa, como si compartiera confidencias introspectivas que hablan de la fragilidad del yo y su situación de desajuste frente al entorno. El poema encarna “Una señal de auxilio”, frente a la hostilidad exterior, de alguien que percibe la carencia y la pérdida; el óxido que recubre el discurrir temporal. El lugar de residencia aparece como un paraíso difuminado e inhóspito. En él se refleja la soledad del yo y la ausencia del amor como asidero fuerte para aguantar la noche. Ahora, el despertar es una forma de tomar conciencia de lo perdido, la sensación de encontrarse cerca del “apocalipsis” cotidiano. Mirar fuera es sentir la grieta, explorar desajustes sociales ahogando el ánimo. Es fortalecer, también, la idea de aislamiento y que germine entre la soledad la inquietante verdad de quien ya no pertenece a ninguna parte. Mientras, la conciencia de ser se agosta lentamente.
   El tramo de comienzo está lastrado por un cierto tenebrismo existencial. Los poemas cortos dibujan un estado de ánimo cuya silueta es la desolación. Quien se asoma al día lo hace con la mirada gris. El hablante verbal no encuentra los signos necesarios para el mediodía.
   El apartado central “Mi casa era una bombilla que luchaba por no apagarse” mantiene esos destellos de desolación. Nacer es percibir que el primer lenguaje conocido es el llanto. Así comienza la necesaria exploración, el viaje interior que es un encuentro con el conocimiento y el asombro. Presencias cercanas, como la madre, dejan en la mirada la luz sensible que preludia la verdad y el abrazo; la razón de ser de la poesía.
   La escritura se hace terapia en una casa donde sobrevuela la intemperie, esos signos caducos que se adhieren a la convivencia cotidiana: “La isla se tragó a mi padre / también todos los sueños / la habitación es un naufragio de posibles retratos familiares / Hay tantos muertos que apenas se contienen / en las cajas de mudanza / haremos labor de desarme / llenaremos con objetos / las faltas que solo cubren ciertas presencias”. Pero también en esa noche triste, persiste el impulso de la escritura.
   “Construcciones en el fuego” deja su latido en el apartado final. También se compone de poemas breves en torno a la ausencia amorosa. El tiempo deja una certeza oscura: la esperanza es una rama quebrada que deshabita lugares y sueños. No queda casi nada del nosotros, salvo viejas fotografías en sepia, cuyo perfil se va desvaneciendo bajo un sol de niebla que llega exhausto hasta el ocaso.  
   Mañana no nos acordaremos de nosotros, de Christian Encarnación, finalista  del V Premio Internacional de Poesía Joven José Antonio Santano, configura un ámbito reflexivo de soledad y tristeza. El amor como refugio ha quebrado sus muros y el ahora es solo un papel manchado de nostalgia. La voz se encierra en sus laberintos interiores, mientras mira una ciudad lejana, marcada por la extrañeza. El pensamiento resiste en el poema. Sabe, cuando cierra los ojos, que solo el amor nos salva.
 
José Luis Morante






 

lunes, 27 de octubre de 2025

ALZHEIMER

En blanco

 

ALZHEIMER

 

    Cruza las manos arrugadas y cobija las sombras en sus ojos cerrados. La luz tibia de la habitación se ha dormido bajo los párpados. No percibe el cuerpo descoyuntado de la muñeca. Se ausenta cualquier esfuerzo para que el juguete adquiera de nuevo apariencia de vida. Los recuerdos se han roto o están en otro lado. La mente ahora es un páramo en blanco, interminable, abocado al silencio. El discurrir ajeno del reloj solo suma instantes aislados. El tiempo es un relato sin hilo, aleatorio, encerrado sobre sí mismo, entre tinieblas. En silencio, ha crecido alrededor una habitación vacía. Quien vive en ella no sabe buscarse.

 (De Cuentos diminutos)

 

 

 

domingo, 26 de octubre de 2025

JAVIER MATEO HIDALGO. NOVELA

Novela
Javier Mateo Hidalgo
Editorial La Tortuga Búlgara
Colección Horizontes: poesía
Islas baleares, Madrid, 2024

 

                                                         HUELLAS, RAÍCES 

 
    En Javier Mateo Hidalgo (Madrid, 1988) se percibe un quehacer incansable que entrelaza dedicación docente, como profesor de Bellas Artes en un instituto público madrileño, trayecto creativo y trabajo crítico en un granado inventario de cabeceras digitales. En esta voluntad plural, el quehacer lírico suma las entregas El mar vertical (2019), Ataraxia (2022), La imagen sonora (2023), Arquitectura del sueño (2024) y el libro que ahora comentamos Novela (2024), a los que se une el ensayo De la llegada en tren a la salida en caravana: 126 hitos de la historia del cine (1895-2021).
   Naturalmente, el título requiere una explicación concisa que clarifique su carácter paradójico. Es posible que nos encontremos con una historia ficcional camuflada en un libro de versos; o que la obra sea un poemario hecho con materiales de aliento narrativo. De solventar con lucidez interpretativa esta incertidumbre se encarga el prólogo del poeta y gestor cultural José María Parreño, quien escribe: “El poema enuncia tejidos de memoria y pensamiento y constituye nuestra única forma de fijar, transmitir y descifrar poesía”. Por tanto, nos hallamos ante una autobiografía, un retrato íntimo del yo, recreado con un tono meditativo de sensibilidad elegíaca.
  Javier Mateo Hidalgo vuelve los ojos al pasado para encontrarse consigo mismo, para vislumbrar profundidad en las huellas y raíces del hablante verbal. Sabe que la memoria inventa, pero sabe también que la escritura es una forma de evitar la niebla del tiempo y negar las pretensiones de borrar los pasos de la identidad. El recuerdo llena vacíos, descubre en la pared las marcas secas, abre el misterio de quien fuimos y la certeza de que “esto existió, yo existí”. Y allí estaba la casa, como un espacio simbólico de amanecida, para que la vida germine y crezca dentro. Poco a poco las imágenes se multiplican; convocan vivencias desperdigadas en el transitar, rellenando con su caligrafía las páginas amarillas del reloj, abriendo ventanas hacia lo posible. Poco a poco, se definen los contornos visuales del pasado: el niño, la presencia fuerte de la madre, el parque y la voz dentro de la imaginación construyendo una escenografía interior con personajes con los que establece una cumplida relación de pertenencia.
   Siempre es complejo desentrañar los laberintos del aprendizaje. Ir aceptando que los otros son también soledad e incomprensión y que cada sujeto busca su razón de ser a trasmano de la realidad. El cine es otra manera de transcender los límites de lo cotidiano. Quien escribe, se reconforta en el desfile de imágenes que alumbran la pantalla. La música también articula otra nueva voz. Se hace armonía y vuelo en el pentagrama, conforta el tiempo de las tardes familiares compartidas con abrazos cercanos que pusieron banda sonora a los días y que sembraron vuelo a la armonía del sonido.  
   El sujeto verbal yuxtapone facetas de una sensibilidad en vela: el gusto estético explora, busca emociones, abre espacios creativos. Así llega la escritura, como una estrategia expresiva que calma la inquietud interior y el incansable laborar del tiempo. Poco a poco, la infancia agosta su ingenuidad y se clarifica itinerarios a un nuevo tiempo que se encamina hacia los farallones de un futuro tangible, dispuesto a habitar otras historias y escribir otra narrativa habitada. Es el momento de conocer los enclaves más atractivos de la ciudad y de saber también que cada sujeto emprende un viaje personal de emociones, sentimientos y aprendizaje. En ese camino abierto van creciendo incertidumbres y sueños, pero también los sedimentos de algunas verdades transcendentes que alumbrarán los devaneos de la propia conciencia.
   Novela es un diario íntimo, un cúmulo de composiciones que condensa fragmentos de la experiencia vital. Con una dicción limpia y meditativa, los poemas enlazan ilusiones y pensamientos, afectos y soledad, fotos de grupo y la silueta de un caminante que se dirige hacia un horizonte inalcanzable. Imágenes del yo que ponen lumbre en la memoria. La poesía se hace principio vital. Alienta la escritura de quien comparte esa pulsión latente de la vida que pasa.

JOSÉ LUIS MORANTE




    

sábado, 25 de octubre de 2025

FANTASMAS

En compañía
Archivo Freepick

 

FANTASMAS

 
    Sin saber el motivo, guardo desde niño todos mis fantasmas. Mi precaria economía de certezas sugiere que tal vez perduran, ajenos a cualquier variación, porque nacieron en un tiempo de asombro y atestiguan la configuración exacta de lo perecedero.
   Sus pasos huelen a caserón deshabitado. Mientras leo, ocultan entre las páginas del libro el cobijo de voces donde se traspapela la nostalgia. Juntos percibimos el repliegue del día en el crepúsculo y la arisca llegada de la noche. Nada codician, salvo la larga deuda de seguir conmigo. Son el tazón de caldo que bebe mi alegría.
 

JOSÉ LUIS MORANTE




viernes, 24 de octubre de 2025

EN VOZ BAJA

Calma leve
Peces abisales, Enciclopedia de la Naturaleza
Archivo general de Internet

 
EN VOZ BAJA
 
La decepción enseña
a pensar en voz baja.
Por eso me levanto poco a poco,
en la calma discreta de los ojos callados.
Soy la sombra arcillosa
de palabras ausentes
que la mañana limpia
con precisión severa.
 
En silencio recibo
un patrimonio escaso;
esa pequeña parte de la nada que cabe
en una cicatriz que no se muestra.
 
Mi mudez precavida
usa ropa de invierno.
Le gusta pasear
con la cara cubierta de neblina,
compartiendo con otros
una espera silente
y el alumbrado público.
 
Succionados al fondo,
mis pensamientos nadan
en bóvedas nocturnas
y muestran las escamas abisales
de esos peces oscuros
que ahuyentan los abismos
buscando superficie, luz solar.


       (Variaciones poéticas)  



jueves, 23 de octubre de 2025

JULIA BELLIDO. FLOR DE CALABAZA

Flor de calabaza
Julia Bellido
Editorial La Garúa
Colección Haiku
Barcelona, 2025

 

REFLEJOS 

 
 
   Cada escritura comienza a andar con un tiempo distinto entre precocidad y madurez. De este modo, la travesía creadora se va definiendo con voluntad propia. Julia Bellido (Jerez de la Frontera, Cádiz, 1969), humanista, traductora, estudiosa del feminismo y poeta, ha ido dejando a lo largo de estos años las entregas La decisión de Penélope (2009), Mujer bajo la lluvia (2014), Las voces del mirlo (2018), Hojas de Ginkgo (2020), Desobediente (2023) y Lucernario (2024). A ellas ahora se suma Flor de calabaza (2025), un conjunto de poemas que elige la brevedad expresiva de la tradición japonesa. Son estaciones de una propuesta poética que hace de la introspección y el aporte indagatorio de la identidad espacios de reflexión. Allí se entrelazan los veneros existenciales, la dicción natural y comunicativa y las contingencias argumentales del trayecto biográfico. En suma, Julia Bellido alumbra un ideario que entiende la poesía como una forma de exploración de la condición humana, siempre asociada a la temporalidad y el estar frágil de lo cotidiano. Los textos abren un camino de búsqueda, son estrategias de conocimiento que conectan con el otro y reubican las coordenadas contextuales de espacio y tiempo.
  En la voz lírica de Julia Bellido la naturaleza es piedra angular. Regula el percibir de una observación subjetiva. Describe los quehaceres de un testigo en vela que acomoda en su sensibilidad secuencias emotivas e instantáneas al paso. El vuelo de una cigüeña blanca, desgarrando la noche; la soledad del pájaro en la jaula, la calabaza, como un sol arrugado y amarillo, o el canto de un petirrojo en el pinsapo son ámbitos del canto en el poema. Destellos libres, ratificando la actividad emocional de un yo verbal, abierto a la cambiante presencia de la realidad. Haikus y tankas acumulan en su deambular las hendiduras sensoriales del entorno. Los sentidos aportan una manera de conocer el paisaje. Colores y formas imponen sus sedimentos. Constatan espejismos y mutaciones de un mundo aparente que pone asombro en la retina y en el pensamiento: “Llegó el otoño: / tamborilea la lluvia. / Caen diamantes / donde fluye el arroyo / y se entristece el chopo”.
   El discurrir incardina ciclos estacionales: “Ya está la luz / entre las hojas pardas. / En el estanque / se deshace la sombra / en pequeñas tinieblas”.  El renovado fluir de la conciencia vislumbra, en la cercanía, la mansa convivencia entre lo que se inicia y lo que apaga sus destellos. De esa condición en tránsito no están exentos los objetos cercanos que muestran la belleza de su aspecto: “Flor del magnolio: / perfumada y flexible / renueva el aire”.
  Todo el libro es un homenaje al patrimonio lírico de la filosofía zen. Haikus y tankas son formas de iluminación que penetran en las cosas e interiorizan su esencia con un esquema métrico establecido y canónico: la estructura versal 5/7/5 se repite en una docena de haikus, que se suman a los cinco versos del tanka clásico 5/7/5/7/7, que aporta más de una veintena de textos. En sintonía con el legado japonés, Julia Bellido deja en Flor de calabaza el desvelo de un testigo implicado que se empeña en cristalizar sensaciones; la atmósfera encendida de una realidad significativa, profunda, que, tras su aparente quietud elemental, impregna de aire limpio la conciencia de ser.


JOSÉ LUIS MORANTE