EN EL MUSGO
Para María Millán
Un ruido imprevisible amedrentó la calma en la buhardilla. Era muy tarde y cerré el libro al concluir la lectura del verso "el musgo de los sueños".
De madrugada, el sudor de mi piel desnuda me empujó al jardín oscuro y frío. Reverberaban los manchones de musgo en la rocalla. Al tumbarme sentí el frescor del césped. Tras un remanso breve de placidez, la claridad me despertó.
Sobre las sábanas, algunas petunias, pensamientos aplastados y el reguero leve de un caracol.
El caracol y el musgo estan llenos de un fuerte simbolismo para mi.
ResponderEliminarHermosa prosa poética.
Feliz fin de semana
Lo están, Jesús, son dos sustantivos que cobijan una amplia semántica. Pero quiero que prevalezca en este microrrelato una circunstancia: el afecto. Cierro el curso con María Millán, una compañera que trabaja conmigo desde hace veinticinco años. Y conserva la misma ilusión ante la tiza y el mismo sentido solidario. Por eso, este breve relato para María. Porque siempre está.
ResponderEliminarDejo constancia de haber estado aquí, a disfrutar la lectura de tus últimas publicaciones.
ResponderEliminarAplausos.
Y abrazos.
Hola poeta, soy de los que prefieren siempre el papel a internet, pero agradezco a la red que permita el viaje a tu país en tan leves segundos.
EliminarEs una alegría, querida Tania, que coincidamos en este camino.
Abrazos.
Amigo José Luis lleva cuidado y mira bien con quién te acuestas que luego te llevas estas sorpresas que tan bien nos relatas,
ResponderEliminarMe ha encantado por la simpleza y lo bien escenificado de tu relato, casi nos haces entrar en habitación.
Un fuerte abrazo.
Querido Paco, era una oportunidad de comentar en prosa que siempre los sueños tienen más entidad que la realidad.
EliminarPor lo demás, ya sabes mi manía de acostarme con gente tan rara al lado lleva camino del divorcio. A mi mujer no le gusta que estropee las petunias del jardín ni los pensamientos, ni siquiera en los sueños.
Abrazos con sonrisa, querido Paco.
Me encanta este microrrelato tan poético y sugerente. Enhorabuena, sensible hombre lobo. Besos.
ResponderEliminarVaya, Herme, no me tientes que te doy un mordisco. Veo cómo avanza tu traducción y me llena de alegría; ya sabes que la versión de un poeta es siempre otro poema. Pero el lector lo agradece.
EliminarHoy me desperté tan pronto que parece una mañana doble; me ha dado tiempo a muchas cosas, entre ellas a recordarte con el afecto de siempre.
Besos fuertes, estivales, de fin de curso.