TIEMPOS DE BLOG
Entrevista de MARÍA JOSÉ COLLADO
Hace unos días, la poeta María
José Collado recomendaba los contenidos y el diseño de mi blog “Puentes de
papel” y lo nominaba para un eventual premio entre iniciativas que difundían en
la red el quehacer literario. Desde aquí muestro mi gratitud por sus palabras y
respondo al cuestionario que me remitía:
¿Por qué abriste un blog?
Creo recordar que una amiga de
Rivas, la escritora Elena Muñoz me habló
de las posibilidades de difusión de mi trabajo literario en la red y fue ella
quien se prestó a diseñar y organizar la apariencia formal del blog y, con
paciencia infinita, a optimizar su funcionamiento.
¿Te identificas con algún personaje de ficción?
Sí, en cada lectura tomo partido
descarado por personajes cuya sensibilidad siento cercana. Ellos me conceden la
fuerza y el coraje, el voluntarioso empuje y las capacidades que la realidad me
niega a diario. Yo siempre soy otro.
¿Tus escritores preferidos?
Mi inventario de preferencias es
muy amplio en cada uno de los géneros. Pero para no dejar huérfano a mi gusto
lector, ni siquiera en una isla desierta,
en los estantes me haría compañía la obra de Borges, de Kafka, de
Saramago, de Alice Munro y la poesía de la Generación del 50 al completo…En mis
estanterías cabe mucha gente.
¿Libros preferidos?
No voy a ponerme solemne citando
títulos clásicos que tienen la firmeza salomónica de lo universal. Así que miro
tres poemarios sobre mi mesa y veo en ellos las horas de felicidad que me han
proporcionado: El falso techo, de
Erika Martínez, Piedras al agua, de
Antonio Cabrera, y Paseo de la identidad,
de Luis Bagué Quílez.
¿Escribes con asiduidad?
La escritura es para mí una
operación fisiológica, una necesidad continua; cuando no leo escribo y sólo
dejo de escribir cuando leo.
¿Has asistido a talleres literarios?
No como alumno, sí como profesor
de taller y conozco las ventajas e inconvenientes de una actividad que, si se
realiza con voluntad y con ojos humildes, puede sentar los cimientos de un
futuro escritor; pero el no sé qué que queda balbuciendo de la literatura no se
aprende… está por ahí, en busca y captura, clandestino y bullicioso.
¿Cuándo comenzaste a escribir?
Muy pronto, en la adolescencia;
de aquellos ejercicios de mano nada queda, salvo la seriedad y el rigor con que
pasaba los textos a limpio para que algunos amigos los leyeran o para
presentarme a concursos literarios que solían aumentar el fondo editorial de
mis, entonces, casi despoblados estantes.
¿Con qué genero te identificas?
Con la poesía; es el género que
prefiero, pero la crítica literaria ha ensanchado muchas panorámicas de mi
forma de entender el poema.
¿Qué consejo darías a quien comienza?
Ya estoy, por edad, en una etapa
de paternalismo sosegado; así que sé que mis consejos no son reglas universales
y sé también que las opiniones propias suelen diluirse con facilidad. Nadie
puede escribir sin leer, y nadie puede ser poeta sin que sepa que ética y
estética van de la mano y doblan en compañía todas las esquinas.
¿Algún libro que hayas releído?
Ahora mismo la obra poética
completa de Eloy Sánchez Rosillo para preparar una edición, Hilo de oro, que acaba de incorporarse
al catálogo de Letras Hispánicas. La relectura es parte esencial de mi tiempo
diario.