DOCE UVAS (CON AFORISMO DENTRO)
A los que siempre están
Hoy la realidad parece un decorado a punto de desmontarse.
Restos de soldadura entre el aparejo formal de los afectos.
El sitio equivocado, monótono y perseverante escenario.
En los espejos ajenos, la trama del yo se bifurca.
Descifro crucigramas y hay huecos que nunca relleno con la palabra justa.
Plenitud a medio camino, entre el ser y la nada.
Si pides un favor, las aguas del futuro se enturbian.
Cuando estoy solo, hablo demasiado. Callo, cuando estoy con los demás.
El desánimo crece, como una observación hecha al descuido.
Como en el western. El tiempo
desenfunda el colt y muere el día, el mes, el año. Luego sopla, al modo de
Clint Eastwood, el hilillo de humo.
PD.- Este blog cumple hoy tres años de vida, desde que se pusiese en marcha el 31 de diciembre de 2010. Lo hizo posible Elena Muñoz, a quien reitero mi gratitud desde aquí, y ha cuidado su formato con morosa continuidad Javier Cabañero, siempre entrañable.
Lo mejor del blog es ese puente de papel que establece con los lectores, algunos incansables y generosos en sus comentarios.
Los seguidores ponen el rostro cómplice a mis textos y han prodigado esa conversación en voz baja que saca a la literatura de la soledad autista del folio en blanco.
Otra presencia imprescindible fueron los libros, compañeros de viaje que han trazado en mi vida tantos itinerarios.
El blog sigue, como una alentadora herramienta de difusión del trabajo literario de todos estos años. Gracias por la paciencia. Gracias por el interés.