Poemas selectos Rafael Cadenas bid & co. editor Editorial Latina, Venezuela, 2009 |
TRAYECTO
Para Gabriela Rosas,
por su generosa amistad
En la década de los noventa, casi en el cierre de siglo, cuando yo
coordinaba la revista literaria Prima
Littera, solía visitar algunas veces en su domicilio madrileño de Plaza de
Castilla al crítico José Olivio Jiménez. El entrañable profesor era una
enciclopedia viva sobre el significativo devenir de la lírica en castellano. Había
preparado en 1971 un antología de poesía hispanamericana del siglo XX para
Aliaza Editorial y el libro se había convertido en un referente
imprescindible para estudiantes y docentes. Era un muestrario en el que se
apreciaban las voces y movimientos esenciales, tras la finiquitada estela del
modernismo. De aquella lucidez intelectiva de José Olivio Jiménez proviene una
curiosidad mantenida en el tiempo sobre las fuerzas poéticas del otro lado del
océano, más allá de los dos itinerarios mayores abiertos por César Vallejo y
Pablo Neruda.
Así llegó hasta mí el nombre de Rafael Cadenas (Barquisimeto, Estado de
Lara, 1930) y del acuerdo unánime de considerarlo entre los baluartes centrales de Venezuela, un clásico vivo, si el tópico se me permite. Por
fortuna, el acceso al legado literario de Cadenas en la geografía peninsular no
ha sido difícil; incluso se ha incrementado en el tiempo. En 2007 la
editorial Pre-Textos publicó Obra entera.
Poesía y Prosa (1958-1995), con introducción de Darío Jaramillo Agudelo,
que antes había poblado las librerías de México en el catálogo de Fondo de
Cultura Económica, y en 2013 fue Visor quien, con selección y prólogo de Ana
Nuño difundía Antología. Además, con
motivo de la concesión del duodécimo Premio Internacional de Poesía Ciudad de
Granada Federico García Lorca en 2016 la prensa dedicó un amplio espacio a
encuadrar el quehacer del poeta y la tensión intelectiva de su escritura.
Poemas selectos es una
comedida síntesis de trayecto. Salió a la luz por primera vez en abril de 2004,
se reeditó al año siguiente y con muy hermoso formato editorial avanza por
segunda vez en Caracas, gracias al impulso de bid & co. El plan orgánico
del quehacer contiene representativas piezas líricas de todos sus libros y añade
una addenda que permite sondear el ideario estético del poeta o sus
formulaciones teóricas publicadas en varias entrevistas, que exponen el
pensamiento del autor sobre aspectos del taller literario.
La edición conforma un surco prolongado en el tiempo que no pierde pujanza, que hace de la
búsqueda formal y semántica un hábito orgánico. Si en la raíz temprana de Una isla i-que permanecío inédito mucho tiempo- amanecía un decir lírico
despojado y reflexivo, atento a la maleable condición del sujeto y a su estar en la incertidumbre, abriendo fronteras con el vacío, pronto
explora sin escisiones la cadencia enunciativa del poema en prosa en Los cuadernos del destierro. Los
contornos del formato en prosa y el onirismo desbocado de este libro enlazan la
poesía de Cadenas con el magisterio de José Antonio Ramos Sucre. Los textos
condensan visiones e imágenes en un magma incierto cuyo sentido se vela en
signos inscritos en la sombra. La palabra se hace revelación y viaje hacia un
lugar indeciso, hecho de perplejidad e incoherencia. Es un decir que se
mantiene también en Falsas maniobras cuyo
tema clave es la identidad del sujeto. El yo sondea en su pensamiento el equívoco, como si habitaran en su conciencia sujetos
desdoblados que hacen de la conducta una línea discontinua. La razón dibuja
coordenadas situacionales, como estrategias para burlar laberintos que
encierran una identidad en conflicto,
enredada en la inmovilidad o en la prisa.
Pero si hay un libro que constituye un hito en la travesía escritural de
Rafael Cadenas es Derrota. Contiene
el poema homónimo que ha dado al autor un lugar de privilegio y un aprecio
general. “Derrota” es el poema del hombre común, de quien no tiene en sí
ninguna épica salvo sobrevivir en la intemperie, a resguardo de su propia
compasión. El poeta ha comentado el fondo contextual de la composición; nace en
un momento de depresión y en un estado de soledad y aislamiento. Ese contexto
sirve para un intenso enfoque introspectivo que busca el ser comprendido y
aceptado en su finitud y en sus carencias.
La breve muestra de Intemperie traslada
el poema a un espacio reflexivo en torno a la existencia. Caminar paso a paso
es acumular indicios sobre la memoria y hacer un recorrido marcado por
lo aleatorio. No hay señales ni mapas. Solo un destino por cumplir día tras día
mientras el pensamiento escarba y busca sitio a la posibilidad y la esperanza. También los poemas de Memorial, editado el mismo año, 1977, postulan un sesgo
autorreflexivo. Más despojados y directos, con evidentes sustratos simbólicos,
buscan en la presencia ensimismada una razón de vida, esos acordes
que hacen de lo transitorio una senda cognitiva.
El fértil cauce sigue sumando andenes en el tiempo, aunque las
salidas se ralentizan. De 1983 es el libro Amante,
y casi una década después vuelve a la poesía con la entrega Gestiones, último libro exento integrado
en la antología. Pero los inéditos dan fe de la vocación preservada del poeta
que ya en el nuevo siglo dejará entregas como Sobre abierto y En torno a
Basho y otros asuntos, un paso más hacia una poda retórica extrema a través
del haiku para captar una realidad límpida que muestra el fulgor de lo
inexpresable.
Poemas selectos incorpora una coda
adicional formada por apuntes estéticos, aforismos y respuestas del escritor a
entrevistas de prensa. Los apuntes en prosa están nucleados a las posibilidades
reflexivas del lenguaje y a convicciones estéticas subjetivas sobre el hecho
poético. Claras y precisas, como es norma en la paremia aforística, las
visiones fragmentarias de Cadenas animan a que la poesía, que siempre habla
desde la inseguridad, “haga más vivo el vivir”. Desdeña que el ropaje de la
lengua se convierta en un viaje hermético para iniciados. Aborda la poesía
como una búsqueda entre contrastes; una iluminación de la conciencia sobre esas zonas esenciales
del yo que no aportan certezas ni dogmatismos, pero que formulan una densa mirada al ser interior que se reconoce en la palabra.
Hoy la dedicatoria es obligada; fue la poeta Gabriela Rosas quien me regaló esta selección poética de Rafael Cadenas. Me llegó en las manos de Marlo Ovalles que hizo de la distancia a Venezuela un corto viaje de amistad y poesía. Los tres seguimos en ruta, explorando juntos escritura y afectos, proyectos y esperanza.
ResponderEliminar¡Qué grata sorpresa, poeta!
ResponderEliminarEste es un brillante recorrido por la poesía y más, de nuestro maestro Rafael Cadenas.
Gracias a ti por darle voz a la poesía venezolana, por tus lecturas. Seguimos juntos en la amistad y la poesía.
Fuerte abrazo.
Claro que sí, querida amiga; es difícil caminar en soledad en esta senda tan larga y compleja de la poesía contemporánea; as´que es un verdadero placer seguir juntos con tu continuo estar generoso y cercano, con tus palabras para el viaje.
EliminarY de tu mano me ha llegado Rafael Cadenas del que ya he emoezado a leer algunos de sus poemas. Gracias.
ResponderEliminarEs una de las voces esenciales de la poesía venezolana contemporánea. Junto a la orilla peninsular, Chelo, existe la otra orilla: Latinoamérica, repleta de propuestas de interés, con una plena renovación lírica del castellano. Un fuerte abrazo.
EliminarVoy a entregarme a su búsqueda. Gracias José Luis¡ Un abrazo
ResponderEliminarMuy agradecido por tu interés, Carmela; ya sabes que la escritura contemporánea tiene en la otra orilla del océano un incansable fluir; allí se perfilan voces fundamentales como Rafael Cadenas, cuya obra merece la pena conocer. Un magisterio necesario. Abrazos.
EliminarYa he leído algo sobre él y me ha parecido muy, muy interesante José Luis. Voy a intentar hacerme con alguno de sus libros. Gracias. Un abrazo
ResponderEliminarEn Pre-Textos está su obra completa, Carmela, y a un precio razonable; es una buena inversión (no rentable, claro), personal, de esos libros que dejan en el ánimo una lluvia de versos necesarios. Feliz jornada.
EliminarSaludos, hoy Rafael Cadenas se ha alzado con el Premio Reina Sofia de Poesía Iberoamericana, exaltando las letras venezolanas.
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