Después (Rivas, 9 de junio de 2018) Fotografía de Adela Sánchez |
ACEPTACIÓN
Solo se pierde lo que no se ama
CLAUDIO RODRÍGUEZ
Y qué más da
si el tiempo nos disuelve.
Estás conmigo.
Maravilloso.
ResponderEliminarGracias, mi querida Pilar, como has estado entre nosotros tanto tiempo entenderás muy bien el sentido del poema, esa necesidad de gratitud de quien percibe el camino común, la senda abierta a pesar de cualquier incertidumbre. Un fuerte abrazo.
EliminarAgradecimiento doble, por ese precioso poema y por el recuerdo de Claudio. Palabras de participación que hermanan! Abrazos y buen día!
ResponderEliminarQuerido Luis, estoy con "El sacramento y la materia"; es un libro complejo que requiere una lectura sosegada. Y en esa trocha se me van perdiendo las horas. Son muchos libros. Mucho cansancio. Y por eso, cuando el cuerpo deja en las cosas una mirada crepuscular, tiendo la mano a los afectos. Un fuerte abrazo.
Eliminar¡Precioso! sin más...
ResponderEliminarFeliz domingo José Luis.
Muchas gracias, querida Sandra; me alegra saber que el haiku no te decepciona. Un fuerte abrazo y aquí seguimos entre libros, siempre con ese afecto intacto por los géneros breves. Feliz domingo.
EliminarPrecioso!!!
ResponderEliminarGracias, querida Tracy; los días se hacen de pérdidas, pero también de afectos que son parte esencial de la propia identidad. Un fuerte abrazo.
EliminarNo podríamos sobrevivir sin los afectos, el único camino que nos lleva a reafirmarnos. Maravilloso hayku! Un abrazo grande, José Luis.
ResponderEliminarSin ellos no podríamos vivir, María; nos tienden la mano en el cansancio y en la derrota y se está bien allí, en ese nudo frágil que une el tiempo compartido. Un abrazo fuerte.
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