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Recuerdo de mi padre
Mi padre ponderaba la eficacia
como un tesoro extraño y valiosísimo,
escondido en el vientre de la tierra.
Solía levantarse muy temprano,
con el tic-tac grabado en la memoria,
y dilataba oscuro una jornada
que concluía laso y taciturno.
Era su empeño inmune al frío o la canícula.
Por él estuve interno tantos años
con la sola misión de hacerme un hombre.
(Entendamos, un hombre de provecho,
un atinado buscador de logros ).
Mas el esfuerzo no valió la pena.
Él no tiene conciencia del fracaso.
Descubrió en la derrota
una patria feliz, compensatoria.
( De Causas y efectos, Sevilla, 1997)
Precioso homenaje el que le haces a tu padre. Un abrazo
ResponderEliminarMuy agradecido siempre por tus palabras, Chelo de la Torre; sabes muy bien que esa forma de entender la vida, generosa y vitalista, para que nosotros disfrutásemos de otras posibilidades es el signo clave de una generación única.Muy agradecido y ojalá que el encierro te esté resultando sedentario y creativo. Fuerte abrazo de nuevo.
Eliminar¿Fracaso?, ¡anda hombre! si eres un artista de las letras.
ResponderEliminarMe uno a tu homenaje.
Un gran abrazo, Tracy, y gracias siempre por tu optimismo y plenitud vital; no sé si la poesía es el destino que los padres hubiesen elegido en un mundo tan pragmático y tan hecho de metas sociales. Mil gracias por tu amistad.
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