Algo de luz (Navadijos, 2020) Fotografía de Adela Sánchez Santana |
A RAS DE SUELO
Hay apellidos que marcan. Larsen ha sido siempre el personaje desapacible de "El astillero", la extraordinaria novela de J. C. Onetti. Parece que ahora también es el apellido de la incontinente Corina, un virus verbal que solo propaga indecencia ética, esa basura mediática que no tiene más crédito que una flatulencia intestinal.
Se ha constituido una plataforma de apoyo al emérito, no he leído la letra pequeña del entusiasta graderío. Por tanto, no sé si apoyan su nomadismo de alcobas o la acaparadora inspiración comisionista.
Hay geografías afines, que ponen su toponimia a disposición de los visitantes ilustres. Paises del Golfo, por ejemplo.
Alarmante aumento del plantel
negacionista, esa gente que llegó tarde a la inteligencia y no llegó nunca a la
sensatez. Su discurso social es tan pernicioso que contamina el
esfuerzo del personal sanitario y la sociedad civil. Sin más, un enjambre de
virus mentales.
Qué lástima el escombro ideológico de Miguel Bosé.
Esa fácil bohemia de los niños de papá y la necesidad inherente de seguir
viviendo del relato ficcional y la notoriedad biográfica.
Hay quien busca cuerpo teórico al escrache. Es solo matonismo, estupidez y anticipo del conflicto. A ver si hay suerte y se aprende a distinguir entre la crítica política, siempre necesaria, y el derecho a la intimidad de nuestros mandatarios.
De la paranoia de algunos líderes internacionales y de su incapacidad para afrontar la crisis sanitaria del virus
lo más razonable es sembrar silencios, aunque sus actuaciones tendrán un
torrencial fluir de vidas humanas. Qué perversión la ineptitud.
La inteligencia debe
buscar respuestas tranquilizadoras, no sembrar las aceras de guijarros
verbales.
No sé si acierto si ante algunos
mensajes de cortesía digo la verdad; tal vez no, se puso de moda el cinismo en
los albores de la vida social y sigue alumbrando a diario con su sol de
circunstancias. Pero la verdad es que me preocupa mucho la otredad de la ética,
el pensar que los comportamientos honestos son quehacer ajeno.
El frágil absoluto del yo acumula
numerosos talones de Aquiles. Y la muerte lo sabe. por eso vence siempre.
(De Diario de verano)
Pura verdad y elegancia en el decir.
ResponderEliminarGracias!
Muy agradecido por tu lectura, Pepi, ver tu sonrisa cerca me arregla el día, porque entre tantas minucias, la amistad cobra un valor especial. Fuerte abrazo
EliminarHay que decir y decirlo bien querido amigo. Todo es pura verdad!!!Isabel Montero
ResponderEliminarMi querida Isabel, estoy seguro de que tu sensatez y tu afecto buscan esas vías de complicidad con la razón; en este tiempo tan desapacible qué necesario no perder el norte. Gracias y cuídate mucho. Fuerte abrazo.
EliminarGeniales y sensatas reflexiones con las que concuerdo. Un placer leerte.
ResponderEliminarMuy agradecido, siempre es una alegría pensar que todos buscamos el paso firme del pensamiento en el caminar por lo diario, los tiempos están extraños y es necesario que cada identidad aporte un poco de luz. Fuerte abrazo y bienvenida plena a estos puentes de papel.
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