Vivir en el abrazo |
LO SOCIAL COMO COMPROMISO
Nunca he creído en el tópico del intelectual encerrado en la
torre de marfil de su pensamiento. En cada sujeto conviven lo privado y lo
público y es un estímulo de la vida diaria alentar estrategias de convivencia
entre ambos espacios. Desde hace más de treinta años vivo en Rivas; soy testigo
directo del crecimiento urbano municipal y de la formación de señas de
identidad y uno de los rasgos que mejor definen nuestra manera de ser es la
actitud ante lo colectivo, el compromiso con causas que rechazan el
conformismo. La tarea del escritor no es distinta de la del hombre de la calle; ambos comparten el tanteo en las circunstancias de la naturaleza humana y se empeñan en profundizar en la solución de sus más perdurables incógnitas.
Solo el trabajo con los demás revaloriza la utopía, nos hace
protagonistas en el escenario de lo histórico. Somos individuos solidarios.
Todo yo es otro.
El Poeta baja a la calle, a veces sube tb a su torre de marfil, desde allí cobra perspectiva y ve la calle como SUYA, Y SE ABRAZA A LOS DEMÁS con su maroma de sueños y de empeños
ResponderEliminarAsí es, querida Ana María, en el quehacer poético no hay dogmas sino actitudes; y estas, por fortuna, son variadas y singulares; a mí me gusta siempre el enriquecimiento continuo que supone la conexión con el otro, con sus emociones y pensamientos. Que tengas un hermoso día.
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