 |
Mirar de cerca Granada, 204 Fotografía de Adela Sánchez Santana |
LIBROS Y VIAJES
Me acaban de regalar La
península de las casas vacías, de David Uclés. Un libro del que todo el
mundo habla y cuya lectura parece una cuestión de estado. Novela abrumadora de
setecientas páginas. Mi desazón es enorme porque el número de lecturas
pendientes se ha desbordado en el cierre de año. Así que abro la novela con el
entusiasmo de quien hace cemento en un octavo piso. A ver si aguanto la
embestida verbal de Uclés. Sospecho que no.
El desborde postal demanda
criterios selectivos para reseñar los libros nuevos. Una aspiración
revolucionaria.
En su cara la sonrisa de quien
guarda un sueño del que no quiere despertar.
Cada vez más convencido de que el
uso permanente del sarcasmo es signo preclaro de estupidez, de un carácter
descompuesto y oscuro al que duele ser rama baja, apéndice de luz escasa.
(Apuntes del diario)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.