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lunes, 21 de diciembre de 2015

TAREAS DEL BLOG

Espera
Fotografía de Esperanza Hernández


TAREAS  DEL BLOG
(Mil entradas)


   Se percibe de inmediato. Las entradas del blog “Puentes de papel”, que inauguré el último día de 2010, no están marcadas por la incertidumbre de la actualidad sino por mis quehaceres literarios. Es una cuestión de oficio que dispone de códigos propios, no tributarios de los titulares de prensa. Los textos reniegan de antemano del púlpito crítico, la catarsis colectiva, o la reacción propagandística de una ideología que busca conseguir efectos reactivos y una conmoción verbal en la conciencia del lector.
   El blog es solo una tarea de difusión del activo diario, una inmersión en el mapa textual de un sujeto que propone un diálogo con el lector. Cada entrada es fruto de la racionalidad, el análisis estético y las lecturas, tres factores que acrecientan pericia formal y despliegue temático mediante los aportes de la tradición y la singularidad de la propia escritura.
   Mis preguntas de siempre se reiteran: cuándo, cómo y por qué se escribe y qué dictamina los itinerarios genéricos a recorrer. Soy disciplinado; hice del voluntarismo un trabajo estable que solo requiere algunas condiciones generales: la buhardilla con buena luz, el ordenador encendido, el azaroso estar de mis objetos cotidianos, el móvil apagado, fuera de cobertura, y un poco de música –casi siempre la misma- en el viejo equipo de plato de aguja. Así van apareciendo esbozos que dan pie al estudio. También hay frustración y desaliento cuando lo escrito no conduce a ninguna parte o se revela con los trazos cansinos de la indigencia. Rompo mucho. Y vuelvo a la lectura, sin mistificaciones, porque sé que es la mejor estrategia para discernir menas y gangas.
   Desearía que el lector entendiera que en esta tarea no hay ningún escapismo ni se quiebra ninguna filosofía solidaria. No es un factor que anule mi compromiso cívico y personal.  Como ciudadano no refugio en un hábitat digital la mala conciencia. La calle siempre es para mí poesía vertical que leo y corrijo, que me ocasiona negaciones, derivas y rupturas, que me permite sospechar que vivimos un tiempo de orfandad e inestabilidad social, que somos materia frágil frente al rigor y el estatismo del no sé qué.
  Sin literatura este blog no tiene sentido. Y esa meta al alcance no requiere explicaciones sino complicidad y acercamiento. En el blog encuentro ese cuarto dispuesto del que habla un poema del portugués Carlos Poças Falcao: “Ya nada más seré sino un hombre: / engaño por engaño, este me sosiega”. Mientras tanto preparo una próxima entrada.