(Jesús Urceloy y José Luis Morante
en LA PISCIFACTORÍA
Foto de Celia Sánchez)
Pasé por el fin de curso de LA PISCIFACTORÍA, el laboratorio de creación que dirige Gonzalo Escarpa. El profesor del taller de poesía, Jesús Urceloy, había programado un encuentro en torno a mi itinerario poético, a través de Mapa de ruta, antología editada en 2010, en Maillot Amarillo. La coincidencia horaria con el partido de fútbol de la selección nacional ante Irlanda convirtió el acto en una reunión de amigos.
Antes paseamos por Malasaña, entre terrazas, cerveza fresca y banderines. En la librería "Las tres rosas amarillas" -la única de la capital especializada en el relato breve- su dueño me regaló el libro Matar en casa, compilación de cuentos de Jesús Urceloy. Ya en LA PISCIFACTORIA el ambiente era muy distendido; nada cuesta intimar con los alumnos y explicar algunas claves de mi forma de entender el poema. Junto a los habituales, Marisol Huertas, generosa y atenta, y Fernando López Guisado que, desde Rivas, me abruma con sus elogios y a quien temo aburrir porque seguramente repetiré poemas y opiniones.
Una vez más insisto en la lectura como actividad germinativa, en la comunicación, el cuidado formal y en la necesidad de buscar un sitio propio, exento de etiquetas de talla reducida y escuelas.
En el animado coloquio posterior, renacen las cuestiones que cada vez que se formulan sorprenden con nuevos matices: la inseguridad en lo escrito, los problemas de edición, los registros y géneros, la actualidad cultural y el futuro imperfecto y digital...
Siempre que concluyo una lectura, el círculo de amigos caba desvaneciéndose. esta vez no. Todos los asistentes se congregaron en torno a la mesa del afecto, bien surtida de bebidas y aperitivos. Había que cantar el "Cumpleaños feliz" de Déborah, Ricardo estrenaba libro, Marisol repartía queso y sidra y la ventana abierta era concurrido refugio de fumadores. El momento perfecto para una foto, mientras desde la calle ascendían los rumores festivos de la goleada. Esta vez marcó Torres...
Aburrir jamás, aprender algo nuevo siempre. Es estupendo escucharte. Un enorme abrazo.
ResponderEliminarEstuviste espléndido,José Luis. Muchas gracias por haberte acercado a este espacio, contarnos anécdotas de tu vida, de cada poema, de tu compromiso, de cuándo y cómo lo escribiste, lo que significa... En fin, pasé un rato agradable y aprendí contigo. Tus poemas son sentidos y me llegaron con esa música particular que sonaba por encima del goooool chillón de la calle, aunque también que ganara España fue otro motivo de alegría para la velada okey.
ResponderEliminarGracias de nuevo y un culín de sidra arropada con Gamoneu y tu familia. A tu salud, querido José Luis.
PD Como solo tenía un trozo de queso no lo pude repartir. Lo que allí comimos y bebimos lo trajo Déborah por su cumple.
Un beso.
Es muy grato leer en esas condiciones, rodeado de amigos receptivos y con una atención llena de complicidad. Vine encantado a casa, donde disfruté de tu regalo con un culín de sidra y un pedazo de queso asturiano. Leo tus poemas entre examen y examen: ompartimos también gustos literarios.
EliminarYa me comentarás tus impresiones sobre ROPA DE CALLE, una buena manera de conocer un poco mejor la poesía de Luis García Montero. Un abrazo fuerte para Jesús y otro para ti.
Es estupendo que Jesús Urceloy nos dé ocasión de conocer a otros poetas en esta tertulia tan íntima de nuestro taller creativo. Nos da ocasión de conocer otras formas de ver la poesía, de trabajar, de corregir, de vivir el verso, de abrirnos a otros rumbos que, en ocasiones, no son los mismos que trabajamos en clase.
ResponderEliminarUn encanto tenerte allí el jueves pasado, con esa forma tan amena de contar, esa cercanía humana, y esa cálida sensación de estar ante un poeta y "buena gente".
Gracias, Jose Luis.
Loren Fernández
No tengo mucho mérito en el encuentro; fue una reunión de amigos en la que cada asistente aportó complicidad y afecto. Así que sólo falta tu libro entre mis manos para que aquella impresión no sea fugaz y permanezca viva en mi biblioteca. Un fuerte abrazo.
Eliminar¡Gracias por tus palabras, poeta, que sea ésta la primera de muchas ocasiones!
ResponderEliminarYo, que me considero un intruso en territorios poéticos, sentí todo el poder de la palabra del poeta, el ambiente que me encontré, el que habías creado, llegó a la altura de lo mágico.
ResponderEliminarFue un privilegio para mí estar presente. Y un placer y una gran ilusión verme recordado en el texto de tu post.
Desde la admiración, recibe un fuerte abrazo.
Ricardo
Gracias por tu visita, José Luis. Espero que sigamos coincidiendo a menudo y/o nos tomemos ese café. Un abrazo. Deborah
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