viernes, 6 de julio de 2012

LECTURAS DE VERANO


LECTURAS DE VERANO

Antes de que mi ropa de calle ocupe el fondo de la maleta, hago sitio a las lecturas que me acompañarán este verano. Soy previsor y junto al inventario de títulos pendientes, me llevo cuaderno y plumas para dejar en este blog detallada cuenta de mis impresiones. Sé que mi obsesiva tendencia a la poesía necesita contrapesos naturales con incursiones en otros géneros, por eso integro, como buenos compañeros de viaje, los siguientes títulos:

Nada grave, Ángel González, Visor, Madrid, 2008. Este breve volumen acoge las últimas composiciones de una voz imprescindible y de un referente singular a la hora de abordar el quehacer literario. No sé las veces que lo he leído; siempre pocas y siempre con el regreso –es una casa abierta- a Palabra sobre palabra.

 Escritos, Edward Hopper, traducción de Clara Pastor, Elba, Barcelona, 2012. El ideario estético abreviado del máximo exponente del realismo americano del siglo XX. Un complemento para disfrutar del café con pastel en la terraza del Museo Thyssen-Bornemisza, tras visitar la exposición que permanecerá en Madrid hasta septiembre.     

Litoral nº 253, monográfico sobre Ciencia y Poesía coordinado por  Antonio Lafarque. La revista malagueña lleva más de sesenta años haciendo del cuidado formal y de la calidad de los contenidos normas de uso. Tengo la fortuna de estar entre los poetas que aportan textos, un regalo que debo a la amistad cordial de Antonio Lafarque.

 Arquitectura yo, Josep M. Rodríguez, Visor, Madrid 2012. Poemario ganador del XIX Premio de Poesía Generación del 27. Josep María Rodríguez – encomiable amigo que prologó mi antología Mapa de ruta – es uno de los poetas contemporáneos que mejor definen la sensibilidad del ahora, sin trucos de etiquetas y sin epigonías encubiertas. De este volumen escribe Eloy Sánchez Rosillo: “un libro que viene para quedarse”

El desierto está creciendo, José Antonio Llera, Cáceres, ediciones Liliputienses, Cáceres, 2012. Una antología de trayecto del profesor e investigador extremeño afincado en Madrid. El proyecto editorial de José María Cumbreño apuesta por un inventario de autores no convencionales, lejos de la poesía previsible y domesticada. Soy un crítico torpe para este tipo de experimentos escriturales, pero leeré con respeto e interés formas de escritura muy alejadas de mi gusto personal.

 El lector de Julio Verne, Almudena Grandes, Tusquets, Madrid, 2012. Tengo cuatro razones para regresar de inmediato a la literatura de Almudena: el plan general de la obra sobre la guerra civil a través de episodios difuminados en el tiempo, que mezclan realidad y ficción; la íntima dedicatoria del volumen: “A Luis. Otra vez, y nunca serán bastantes”, la cita de Cernuda y el afecto personal que muestra en nuestros encuentros.

 Adela, mi mujer, se queja del escaso sitio que queda en la maleta para prendas playeras y artilugios de aseo personal. No hay problemas, acabo de comprar otra maleta (Por si acaso preciso nuevos libros).    

4 comentarios:

  1. Pues me parece una buena compañía. Seguro que llenarás la nueva maleta. Además, mañana vas a Béjar y con algo nuevo te vendrás. Disfruta de todo al máximo.

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  2. Seguro que sí; ya sabes que el paisaje bejarano es un privilegio y Luis es sinónimo de hospitalidad y afecto. Hablaremos de ti, seguro, y ya te comentaré esos proyectos tan ilusionantes. Un fuerte abrazo.

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  3. Seguro estarás entretenido José Luis.
    En cuanto a poesía te anticipo que "Arquitectura yo" de Josep María Rodríguez es muy bueno y te encantará. Puede que sea uno de los mejores libros de poesía en lo que llevamos de año, por lo menos en lo que yo conozco, que claro tampoco es mucho con la gran cantidad de libros de poemas que se publican.

    Un abrazo

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  4. Haces bien en comprar otra maleta. Recuerdo un viaje a Moscú de hace ya...años. Para poder volver, tuve que comprar allí una maleta en la que trasnportar los libros que adquirí. Destacaba entre ellos, curiosa anecdota, el "María Moliner", edición de ese año a precio de cambio rublo/dolar en el mercado negro soviético. Uno era estudiante y no estaba para derroches entonces.

    Y para este año, en las maletas, nuevas o antiguas, que no nos falte la poesía que nos haga olvidar el caos que nos rodea.Empezaré con "Ajuste de cuentas", de José María Antón Morla, ganador del VIII Premio Águila de poesía.

    De la web de la Biblioteca de Aguilar de Campóo, Palencia, copio uno de sus poemas:

    EN RESUMEN

    Al cabo, esto es la vida:

    unos cientos de libros

    como un espejo arcano

    donde buscaste el alma;

    un puñado de horas

    en la terraza, solo,

    esperando te preste

    la tarde un horizonte;

    un amor y su luz

    hecha carne; un trabajo

    donde matar los días;

    el don de la amistad;

    la plácida aunque efímera

    rutina de las cosas.

    Para quien nada tiene,

    la vida -esto- es todo.

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