Dulce como esta luz es el amor
Juan Ramón Jiménez
En una jornada tan vivencial y emotiva como San Valentín, cercados por los compromisos entrañables de la convivencia y las ofertas de la publicidad, conviene recordar el axioma de nuestro mejor romántico, Gustavo Adolfo Bécquer, arquetipo de transparencia en el sentir y de espontaneidad en una escritura que borra distancias entre el yo poético y el yo biográfico: Cuando siento no escribo.
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ResponderEliminarLo demás es silencio, querido Antonio, me gusta mucho qu vuelvas a estar cerca.
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ResponderEliminarSabia máxima la de Becquer. Algo, quizá complementario, sea aquel Se canta lo que se pierde, que dijera Machado.
ResponderEliminarBien traído, José Luis.
Abrazos.
Antonio Machado, como Luis Cernuda, es un autor becqueriano; pero hay que borrar esa creencia noña de la inspiración que dicta los versos como si fuera lluvia. En cada uno de los renglones, la razón del poema.
EliminarAbrazos.
Dos de mis poetas favoritos hermanados por tu jugosa prosa ilustrada con una fotografia que parece que no siente... Muchas gracias!
ResponderEliminarA ti, querido Arcipreste, también son nombres favoritos de mi museo literario Gustavo Adolfo Bécquer e Hilario Barrero.
EliminarInauguro con esta fotografía una costumbre que espero deje en este blog resultados de interés.
Un abrazo sin nieve, lleno de calidez.