Esto es lo que se podría denominar: "exactitud" y "precisión". Magnífica y sugerente definición. Ahora, sabiendo qué es eso de la rutina, ¡huyamos de ella!
Esta vez disiento, querido Antonio, me quedo en la rutina, es esa jaula que da seguridad y orden al azar de estos días festivos. Yo sólo quiero ahora volver al trabajo, a las clases, a la lectura, al poema por escribir... El azar es imprevisible. Abrazos fuertes.
De acuerdo, visto de ese modo. Siempre que la rutina nos anime a la creación, conforme. Rutina igual a monotonía y decadencia, nunca. (No sé si me explico).
Claro que te explicas, Antonio, como un maestro machadiano. Siempre tus comentariuos aportan a este blog ese punto de sosiego que recuerda una conversación de sobremesa y periódico. Así que, para mí, es un privilegio tu palabra. Gracias, querido amigo.
También en un rincón continental-mediterráneo como Rivas, la nostalgia se hace rutina cuando suena el manso rumor de la lluvia. Un abrazo entrañable, compañero, y la certeza de que tus palabras nunca están al otro lado del océano sino en ese rincón cómplice de los afectos.
Muy bueno, me ha gustado mucho. La palabra rutina tiene en general mala prensa actualmente que se vive en un mundo que sobrevalora el cambio por el cambio. Yo me quedo con la parte positiva del término tal como la defines y valoras José Luis. Un fuerte abrazo.
Una sensación que compartimos, en el mundo contemporáneo sobran prisas y agobios, faltan la cadencia compacta de las horas y el tiempo necesario para que las palabras se aposen. Abrazos.
Este haiku podría hacer referencia a la lluvia, a la clepsidra o a la suma de instantes que nos inundan y borran las huellas de la aridez. Me quedo con el sabor del haiku que aquí nos brindas. Un abrazo.
Una de las magias del haiku, querida María José, es su capacidad de sugerencia; la idea del poema es muy conocida, el tiempo se desgrana como una lluvia hecha de días iguales; y, sin embargo, cada gota es autónoma y distinta, única, irrepetible. Un abrazo cordial.
La exactitud de la rutina también esconde el secreto de una promesa: la felicidad. Un placer seguir leyéndote en este rincón literario tan hermoso y en el que tanto te prodigas. En mi caso, su lectura también se ha convertido en una rutina feliz. Un abrazo.
Este rincón sin el cálido afecto de gente como tú sería sólo un lugar musgoso y umbrío; así que saberte cerca, me anima a seguir trabajando por hacer de cada entrada un puentes de papel. Un abrazo desde Rivas.
Nuestra existencia se conforma de rutinas, cuando hablo de rutinas, quiero decir aquellas que, aunque la mayoría impuestas por nosotros mismos o por el movimiento del propio existir son necesarias para poder levantarse cada día. Lo excepcional hay que procurarlo como valor añadido. Me ha gustado mucho tu haiku porque denota que a pesar de referirse a rutina suena muy bien, no todas las gotas son iguales ni caen de la misma forma, ni a la misma hora. Un abrazo.
La rutina, querida amiga, es ese espacio habitable que da seguridad y confianza; es el regreso a lo que nos define. Un abrazo y muchas gracias por tus palabras.
Esto es lo que se podría denominar: "exactitud" y "precisión". Magnífica y sugerente definición. Ahora, sabiendo qué es eso de la rutina, ¡huyamos de ella!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Esta vez disiento, querido Antonio, me quedo en la rutina, es esa jaula que da seguridad y orden al azar de estos días festivos. Yo sólo quiero ahora volver al trabajo, a las clases, a la lectura, al poema por escribir... El azar es imprevisible. Abrazos fuertes.
EliminarDe acuerdo, visto de ese modo. Siempre que la rutina nos anime a la creación, conforme. Rutina igual a monotonía y decadencia, nunca. (No sé si me explico).
EliminarAbrazos.
Claro que te explicas, Antonio, como un maestro machadiano. Siempre tus comentariuos aportan a este blog ese punto de sosiego que recuerda una conversación de sobremesa y periódico. Así que, para mí, es un privilegio tu palabra. Gracias, querido amigo.
EliminarCuando llueve...
ResponderEliminarla nostalgia se hace rutina
¿verdad?
.
ey, por lo menos aquí, en un rincón lejano y austral
saludos
También en un rincón continental-mediterráneo como Rivas, la nostalgia se hace rutina cuando suena el manso rumor de la lluvia. Un abrazo entrañable, compañero, y la certeza de que tus palabras nunca están al otro lado del océano sino en ese rincón cómplice de los afectos.
EliminarMuy bueno, me ha gustado mucho. La palabra rutina tiene en general mala prensa actualmente que se vive en un mundo que sobrevalora el cambio por el cambio. Yo me quedo con la parte positiva del término tal como la defines y valoras José Luis. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarUna sensación que compartimos, en el mundo contemporáneo sobran prisas y agobios, faltan la cadencia compacta de las horas y el tiempo necesario para que las palabras se aposen. Abrazos.
EliminarEste haiku podría hacer referencia a la lluvia, a la clepsidra o a la suma de instantes que nos inundan y borran las huellas de la aridez. Me quedo con el sabor del haiku que aquí nos brindas. Un abrazo.
ResponderEliminarUna de las magias del haiku, querida María José, es su capacidad de sugerencia; la idea del poema es muy conocida, el tiempo se desgrana como una lluvia hecha de días iguales; y, sin embargo, cada gota es autónoma y distinta, única, irrepetible. Un abrazo cordial.
EliminarLa exactitud de la rutina también esconde el secreto de una promesa: la felicidad. Un placer seguir leyéndote en este rincón literario tan hermoso y en el que tanto te prodigas. En mi caso, su lectura también se ha convertido en una rutina feliz. Un abrazo.
ResponderEliminarEste rincón sin el cálido afecto de gente como tú sería sólo un lugar musgoso y umbrío; así que saberte cerca, me anima a seguir trabajando por hacer de cada entrada un puentes de papel.
EliminarUn abrazo desde Rivas.
Nuestra existencia se conforma de rutinas, cuando hablo de rutinas, quiero decir aquellas que, aunque la mayoría impuestas por nosotros mismos o por el movimiento del propio existir son necesarias para poder levantarse cada día. Lo excepcional hay que procurarlo como valor añadido. Me ha gustado mucho tu haiku porque denota que a pesar de referirse a rutina suena muy bien, no todas las gotas son iguales ni caen de la misma forma, ni a la misma hora. Un abrazo.
ResponderEliminarLa rutina, querida amiga, es ese espacio habitable que da seguridad y confianza; es el regreso a lo que nos define. Un abrazo y muchas gracias por tus palabras.
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