Corre la voz
Luis Felipe Comendador
El Brut de los corazones solidarios
Béjar, 2015 |
CON ÁNIMO DE ENTENDER
El desaliño temporal es así. Silencio o compañía. Silencio para hablar
con el yo desdoblado que alquila habitaciones de una identidad mudable y frágil,
con aire de familia. Compañía, para comentar con otras voces el ruido
tormentoso de lo transitorio; para soportar la menudencia prescindible y
hacer de las palabras colectivas el claro discurso de una sensibilidad
solidaria, que sepa correr la voz.
En el transcurrir creativo de Luis Felipe Comendador (Béjar, 1959) se
percibe una pautada evolución y un cambio de registro en la expresión del
sujeto verbal. Desde el tono experimental de su carta de presentación camina
hacia una poesía social en la que no faltan el sarcasmo y la ironía como
estrategias de cercanía, y desde la mirada social va desembocando en una poesía
meditativa, con vetas elegíacas y existenciales.
Aunque en todos los tramos
escriturales hay constantes que identifican la voz personal del bejarano:
la mezcla de un lenguaje transparente aliñado con amplios referentes culturales
de la biblioteca o de otras manifestaciones artísticas como el cine, y las
afinidades entre el hablante lírico y el sujeto biográfico, como si el desdoblamiento
en un alter ego hiciese más fácil el
rol comunicativo o asumiera los pasos de un pensamiento indagatorio,
dispuesto a recorrer los pasillos interiores de la casa propia con el aceitoso
candil de la razón.
En la primavera de 2015 llega a las librerías el poemario Corre la voz, una edición con fines
solidarios que se integra en el catálogo de El Brut de los corazones solidarios
y lleva en la cubierta una imagen hiperrealista del propio autor. El libro compila poemas que tienen como suelo la
soledad. Un hablante cercano transforma en voz las conexiones con el entorno.
La mirada percibe un color crepuscular en ese encuentro con el azar diario. Los versos ascienden por una ladera en cuesta, en la que es preciso
hacer de los sentidos interlocutores dispuestos a cosechar la siembra de indicios
esenciales, aquellos que aportan al caminar un paso estable: “¡Corre la voz!, /
que todo se convoca para serte, / para hacerte –no mejor ni peor, - / para hacerte…/ que el cielo se constela y
atardece / que hay brisa para todos…/ y oxígeno…/ y colores…”.
De esa piel heterogénea
proviene acaso un hilo de esperanza, la razón de ser de un tiempo con finales
abiertos. Los ventanales del ahora depositan a diario las formas y colores de lo
externo. Una geografía dispar que invita a la evocación y el recuerdo, que en
su mudez propicia una lectura simbólica y deja discurrir el pensamiento para
que descifre los mensajes en clave de un mundo estrecho, propicio a la erosión y al desencanto. Las palabras nacen con
ánimo de entender; cada verso es un intento de encontrar sentido y muestra el afanoso vitalismo de escritores como Nicanor Parra, de quien se recupera
una poética que anima y justifica: Todo
lo que no se dice es poesía / todo lo que se escribe es prosa / Todo lo que se
mueve es poesía / Lo que no cambia de lugar es prosa.” Desde esta
invitación arranca Corre
la voz, un manojo de poemas catalizadores, una reacción en proceso contra el
vacío abrupto del presente.
Una disección afinada y precisa, José Luis, de la poesía (y obra en general) de un POETA (con mayúsculas) como es Luis Felipe Comendador; poeta al que sólo supera la grandeza de su calidad humana.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Así es poeta, me encanta que hayamos establecido este grado de afinidad en el pensamiento a través de la red. Debo confesar que la amistad de Luis Felipe Comendador es lo mejor que me ha dado la literatura. Que además sea uno de mis poetas favoritos es una consecuencia natural. Por eso fue mágico prologar su recopilación VUELTA A LA NADA. Gracias por todos tus comentarios; sin ellos este puente sería solo una pasarela gris. Abrazos entrañables.
EliminarGracias, amigo, mil gracias. Este poemario apenas ha tenido eco, por ello te lo agradezco mucho más. Abrazo enterito.
ResponderEliminarla mesa de novedades casi nunca se hace por su calidad literaria sino por los intereses editoriales de turno. Y las pequeñas colecciones como ésta apenas encuentran hueco en las distribuidoras. pero el libro se abrirá paso solo: es excelente. Voy a distribuir los ejemplares recibidos entre algunos amigos. A ver si hay suerte y funciona el boca a boca...
EliminarGracias de corazón por tu amistad y por tu literatura.
Corramos la voz, de boca a boca, de corazon a corazon para que no se rompa ese hilo de esperanza que nos une a todos lo que amamos la poesia. Excelente critica, amigo José Luis! Abrazos a los dos.
ResponderEliminarQuerido profesor, ya espero con alegría esa nueva estación de tu diario. Comienza el curso y siempre se hace más llevadero el regreso si tenemos a mano buena poesía, como la que habita CORRE LA VOZ, el nuevo poemario de Luis Felipe Comendador. Un abrazo grande, querido Hilario.
EliminarTu reseña, querido José Luis, me parece -aún sin haber leído el poemario- que está a la altura de la persona que lo escribió: mi querido amigo -memorable poeta y enorme buena persona- Luis Felipe Comendador.
ResponderEliminarNunca he conocido a nadie tan generoso como él, tan difícil en este "oficio" plagado de "camarillas" provincianas (utilizo el adjetivo en el mal sentido del término) y que tanto abundan -si lo sabré yo- en nuestra comunidad de Castilla y León. Comprobé su generosidad, además de su amistad, cuando se convirtió en mi editor publicando uno de mis poemarios. Nunca me falló en nada. Siempre percibí su abrazo desde la distancia:él en Béjar y yo en Medina de Rioseco. Su labor editorial y creativa es para quitarse el sombrero y quitárselos a algunos"popes" de esas "camarillas" palurdas y deleznables que quieren oficializar la poesía que ellos patrocinan. En fin...
Luis Felipe: Eres un verdadero lujo como persona, como editor y como poeta. Siempre te estaré agradecido; te debo muchas cosas.
José Luis: Gracias por acompañar y reseñar a nuestro grandote Luis Felipe.
Nada más.
Querido Luis Ángel, tu reflexión en voz alta me parece llena de claridad. Luis Felipe pertenece a esa gente especial que convierte al otro en un yo cercano. Deseo valorar aquí su trabajo literario, quiero refrendar la coherencia interna y el trazo singular de una poesía que refleja con precisas coordenadas un trabajo literario de excelente arquitectura.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y mi gratitud por dar vida a estos puentes.
Luis Felipe ha decidido acompañar su tiempo al de la sociedad de verdad, esa que nace de la realidad más dura. Hay compromiso y melancolía. También una gran voz personal. Debo reseña de este libro, espero cumplir en breve.
ResponderEliminarGracias por tu reflexión, Pedro, has empleado dos sustantivos que pueden ser los puntos cardenales de esa reseña futura: compromiso y melancolía. Creo que su semántica abarca plenamente el contenido de "Corre la voz". Ya espero con ilusión tu nuevo libro y ese encuentro cordial que debe buscar fecha con urgencia. Un gran abrazo de nuevo.
EliminarPues leída atentamente tu reseña, la verdad es que me ha interesado mucho este poemario. Esa soledad como telón de fondo y esas referencias culturales que salpican los poemas lo hacen muy atractivo para mí. A ver si me hago con él porque estoy segura de que la Poesía de Luis Felipe ma va a gustar.
ResponderEliminarGracias por compartir José Luis!
Un abrazo,
Sandra.
Uno de los problemas serios que tiene la pequeña editorial es el corto recorrido de sus novedades. Y es una pena, eso propicia que entregas de interés pasen inadvertidas. Así que dejo en tu mesilla un nuevo nombre y la palabra de un poeta excelente, Luis Felipe Comendador. Gracias por tu presencia
EliminarDespués de leer tu reseña José Luis y comprobar la buena opinión que por lo visto merece la poesía de Luis Felipe Comendador me ha quedado la inquietud por ella. No la perderé de vista. Gracias de nuevo por compartir. Un abrazo.
ResponderEliminarSé que siempre estás con la mano en las estanterías, Carmela, además en este caso el poeta deja su libro para una labor humanitaria en Perú. La poesía de Comendador es de las que invitan a la reflexión y al ensimismamiento. Un abrazo.
EliminarExcelente reseña; me invita a escuchar esa voz, sonido de la solidaridad. ¡Y qué sugerente título! "Que corra la voz". Por mí no quedará.
ResponderEliminarGracias, José Luis. Tus reseñas son seductoras.
Un abrazo.
Hola Fanny, una de las cosas más gratas de la vuelta a lo cotidiano es el encuentro con miradas, gestos y cosas que forman la parte más viva de nuestro entorno. Así que una alegría saber que sigues caminando en la misma dirección. Luis Felipe es un entrañable poeta. No te decepcionará. Abrazos.
EliminarTomo buena nota, José Luis. Tu reseña ha despertado mi interés por Corre la voz.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegra que así sea, María José; la poesía muchas veces perdura en esa voz que corre de boca en boca a espaldas del mercado. Luis Felipe Comendador es un excelente poeta; no te decepcionará. Un fuerte abrazo
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