Quién lo diría Eloy Sánchez Rosillo Tusquets Editores Barcelona, 2015 |
INSISTENCIAS
En el recorrido creador de Eloy
Sánchez Rosillo (Murcia, 1948) se perciben dos tramos escriturales, un primer
segmento, inaugurado por Maneras de estar
solo, ganador del Premio Adonais en 1978, en el que prevalece el sentir
elegíaco, y una segunda fase, que arranca con el poemario La certeza, ganador en 2005 del Premio Nacional de la Crítica, en
el que adquiere solidez la voz celebratoria y el estar conforme. Ambas actitudes
se asumen con naturalidad, sin quiebros ni virajes, y refuerzan la idea de una
evolución pautada y de un trayecto cohesionado. Las dimensiones internas de
ambos periodos se analizaron con profundidad en la antología Hilo de oro, editada por Cátedra en
2014, y a ella remito a los lectores que quieran recorrer el ejemplar itinerario
del poeta, dentro de un contexto histórico y biográfico.
Quién lo
diría reúne composiciones fechadas entre 2012 y 2014 y pertenece de lleno a
la segunda época, como se percibe de inmediato. Al cabo, la lírica de Eloy
Sánchez Rosillo es agua clara, cumplida transparencia que insiste en el
trasiego imparable de lo existencial. El poeta ha profundizado en un modo de
decir donde resaltan la dicción precisa, un ritmo musical característico y una
tendencia al poema breve, para depositar en su contorno instantes vivenciales.
El hablante verbal percibe el entorno y convierte su mirada en enlace
relacional; las sensaciones sensoriales son detonantes de una reflexión
interior en la que la experiencia se transciende y adquiere nuevo sentido. Con
lenguaje exacto la anécdota pierde su carácter contingente para habitar en una
dimensión atemporal. Veamos lo expuesto en el poema “Un vaso de agua”. El
argumento sorprende por su sencillez; no hay juegos de manos: el protagonista
se acerca a la ventana a media tarde para calmar la sed con un vaso de agua. Y
ese gesto mínimo es el detonante de un suceso increíble: la transparencia, el
juego de luz en el poniente se hace ley física para alborotar la memoria y
dejar entre los dedos una sensación de plenitud y cumplimiento que justifica el
tembloroso acontecer diario. La rutina más nimia se hace surco del poema, como si
una realidad brumosa y desvaída cobrara nuevo aliento para dar testimonio del existir. La ensimismada opacidad de los contornos aleja su melancolía si una
pupila los contempla y los llena de luz, como si fueran formas oníricas que guardan un patrimonio de asombro a compartir. Las señales de lo
vivido se convierten en honda certidumbre:
la belleza sucede porque la crean los ojos de quien mira; porque la conciencia
asume un voluntario papel de testigo que acoge esos instantes que se desvanecen
como partes de un todo cambiante. Así perdura su temblor primigenio, ese
secreto que convierte la caprichosa luz transitoria en un momento único.
La voz personal se hace remanso.
En ella cobra fuerza un propósito firme que convierte la realidad en signo y
sentido, en el cántico sereno de quien contempla con los ojos abiertos:
“Existir, comprender, es esto sólo: / estar ante el misterio bien atento, /
mirar todas las cosas y oír qué nos dicen, / saber que en ti se cumple cuanto
ves, cuanto escuchas”.
Un poeta, Sánchez Rosillo, al que volver, al que sigo desde que obtuviera el Adonais, en 1977. Ya estoy haciéndome con esta última entrega. Gracias por la crónica, como siempre precisa y esclarecedora.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, querido Antonio, ya conoces mi antología sobre el poeta preparada para Letras Hispánicas. Fue un intenso trabajo crítico que me deparó grandes alegrías como el contacto directo con Eloy y su continuo afecto. Así que esperaba este libro como si fuese un paso más en compañía. Es un libro excelente. Un gran abrazo.
EliminarLa poesía de Rosillo consigue enseñar al lector esa forma de mirar las cosas. Consigue que veamos y entendamos eso que tenemos tan cerca y casi siempre se nos escapa. Un gran poeta.
ResponderEliminarGracias por la reseña. Un saludo.
Un gran poeta, José Antonio, cuya poesía ha ido caminando desde la elegía hasta el canto; la existencia está en ese cruce, en la aceptación de lo transitorio como posibilidad de plenitud, como estela de certeza. Un gran abrazo y muchas gracias por tu comentario.
EliminarUn buen poeta Eloy Sánchez Rosillo. Leí con placer tu antología HILO DE ORO y , como bien dices, ahí se ven sus dos etapas poéticas. Yo me siento más identificado con la última, la celebratoria. Feliz día José Luis.
ResponderEliminarLo sé, Jesús, acudo a tu blog con mucha frecuencia y percibo en él esa sensación de asombro que hace de lo transitorio un campo de espera, una cosecha. Gracias por tus palabras sobre "Hilo de oro", fue un trabajo intenso y gratificante. Feliz jornada.
EliminarLe tengo ganas. Gracias por compartir tus reseñas José Luis!
ResponderEliminarSaludos!
Sandra.
Es un magisterio necesario, Sandra; la poesía de Eloy Sánchez Rosillo trasmite emoción y humanismo. Te encantará. Un gran abrazo y muchas gracias por dejar tu voz en estos puentes.
EliminarUn placer visitar tu blog y encontrar esta interesante reflexión sobre la poesía de Eloy Sánchez Rosillo, José Luis.
ResponderEliminarY una alegría encontrar tus palabras, Nines; en la antología HILO DE ORO puede estudiar en profundidad la obra poética de Eloy Sánchez Rosillo. Pero lo mejor de aquella edición fue descubrir la calidad humana del poeta: un verdadero regalo. Fuertes abrazos y bienvenida a estos puentes.
EliminarGracias siempre José Luis por tus descubrimientos. Feliz fin de semana. Un abrazo
ResponderEliminarGracias a ti, Carmela, por hacer de cada entrada un muestrario de amistad. La poesía de Eloy tiene una estrecha conexión con el entorno mediterráneo, de ella incorpora su luz reflexiva. Así que leer al poeta de Murcia te hará volver los ojos a tu alrededor. Un gran abrazo.
EliminarPoemas sinceros, vividos y sentidos, llenos de luz y serenidad. Un libro admirable. Gracias por acercarnos a este gran poeta. Besos
ResponderEliminarConoces, querida Susana, tan bien como yo el legado literario de Eloy. Su cosmovisión en esta última etapa arranca en "La certeza" y prosigue fecunda y llena de luz hasta este libro. Un gran abrazo.
Eliminar