En Bulgaria Fotografía de Adela Sánchez Santana |
AÚN TE DESCONOZCO
No niego la esperanza,
pero jamás me tiende su solidaria mano
y ya me gustaría -como antaño a los pícaros-
cambiar, si no de oficio, de condición al menos.
Como suele ser norma,
hoy también ha fallado el desenlace
que vertebra la página del día,
y otra vez estoy triste y aún carezco
de imprescindibles labios
para firmar con ellos una posible tregua.
Cuando espesó la noche,
he puesto en la pletina la Acuática de Haendel
y he recorrido hipótesis,
buscando explicaciones sobre el blanco papel.
Desconozco tu nombre,
no sé medir el hueco que cabe en tu pupila.
(De Enemigo leal, Sevilla, 1992)
Me encanta el poema José Luis, pero me encantan sobre todo los dos últimos versos.
ResponderEliminarQue empieces genial la semana :)
Sandra.
Lo he leido varias veces y lo único que te puedo decir es que me quedo pegada a ese final que me deja sin habla.
ResponderEliminarGracias querida Chelo, por tu cercanía y por tu amistad; es un libro que salió en 1992, así que si los poemas te siguen gustando es una verdadera alegría para mí. Abrazos.
Eliminar¡Ay, qué bello final! Bordado. Gracias por la belleza!
ResponderEliminarFuerte abrazo
Querida Gabriela, una alegría tu estar aquí y espero que pronto tengas en tus manos algunos libros que te lleve Marlo. El encuentro fue tan bello que solo faltas tú para completarlo. Un saludo.
EliminarMuchas gracias, José Luis. Me acompañarán esos libros, mientras llego. Así seguirás cerca.
ResponderEliminarGracias por el detalle.
Abrazos
Yo sigo entre los versos de Rafael Cadenas, poeta, tu regalo es una delicia, como el chocolate que habrá que compartir en otro viaje. Besos.
EliminarMe has recordado lo que dice un amigo mío, que la esperanza es una señora vestida de verde que corre por delante de él y nunca la puede alcanzar.
ResponderEliminarQueda un último recurso, Tracy, invitar a la esperanza en algún punto del futuro y esperar allí... Un gran abrazo, con la sonrisa de quien ha hecho un largo viaje juntos, en los andenes del afecto. Un fuerte abrazo.
EliminarLa intuición antecede al soplo que da movimiento al oleaje. Tu poema, esa corazonada. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo querida amiga y que siga siempre tu caminar cerca de mi escritura, es una compañía cordial, llena de vida.
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