Los brotes, luego Fotografía de Javier Cabañero (Hyde Park, Londres, 2010) |
PIEDRA
CALIZA
(Epitafios)
He
soñado con la realidad. Con qué alivio me he despertado
STANISLAW J. LEC
I
En su
artesana construcción del silencio,
la
muerte no reconoce
ninguna
otra verdad.
II
Otra
noche.
Sobre
mí prosigue su labor
la
luna quieta.
Carezco
de otra luz.
III
Queda
mi nombre
y la
serenidad de este paisaje
que
no sabe quien fui.
IV
Agudizo
mi vocación fantasma.
Miro
sin comprender
y
reclamo razones para estar en la nada.
No
hay respuestas;
la
pureza del aire
habita
el desamparo.
V
Un
manto de raíces y una brizna de sol,
pero
las formas se han desvanecido
en el
escaso jugo de una tierra estéril.
Estoy
con otras sombras y nos une
la
mansa convivencia,
el
aire de familia
de
los que nada piden al futuro.
VI
Vuelven
los ecos y dibujan mapas,
un
recorrido de memoria y sueño
que
convierte al que fui
en
terco pasajero de otra ruta
que
ya no identifico.
El
pasado se puebla
de
restos arqueológicos.
VII
Ahora
vivo debajo de las cosas,
con
vocación de sima.
A
tientas me desplazo
sin
que se marquen huellas
ni
dejen una imagen
los
lugares de paso.
Nada
sucede aquí;
nada
sucede.
VIII
Callé.
Después
de todo,
cobijo
la pereza.
En el
silencio, nadie;
un
estar sin contornos que tantea
y mide con desgana
el
transcurrir del tiempo.
IX
Camino
dentro
de un
dédalo de calles
y
paisajes extraños
tras
un rastro invisible.
Prosigue
la deriva;
es
terca voluntad
que
empuja hacia otra parte.
En un
tiempo sin tiempo,
ensordecido,
busco
un lugar
para
empezar de nuevo.
X
Epitafios;
un
triste empeño en seguir hablando
cuando se consumió
mi
turno de palabra.
(Del libro Ninguna parte)
Este poema me ha conmovido intensamente. Me encantaría leer Ninguna Parte.¿ Lo puedo encontrar en librerías, José Luis? Enorme abrazo.
ResponderEliminarHola Gloria, muchas gracias por tu interés; siempre me conmueve tu apoyo lector, tu afecto, tu desprendimiento tan alejado de esas cercanías que nunca hacen otra cosa que extender la mano. Creo que "El rincón de la lectura" en Covibar, lo tiene, y si no está en septiembre cuando nos veamos te llevo un ejemplar... Una delicia tu amistad.
EliminarEl empeño en seguir hablando cuando se ha consumido el turno de palabra, parece una definición de la poesía, además de epitafio. Gracias José Luis
ResponderEliminarTienes razón, querido Luis, casi todos los géneros literarios -pero sobre todo los que buscan en la concisión y el decir breve su camino expresivo - son un intento de dar a las palabras permanencia. Ahí andamos, poeta. Así que solo queda desearte un largo viaje de amistad y poesía.
EliminarNo sabría con cuál quedarme, llegada la hora. Por eso elijo los diez para leerlos "lenta mente" ahora. Hondos, perdurables, trascendentes.
ResponderEliminarUn abrazo, maestro.
Querido Miguel, descubrir tu afecto y tu amistad ha sido un regalo; así que tengo la esperanza de que recorramos juntos un largo trecho de amistad y libros.
EliminarQuerido amigo,entro por vez primera en tu blog y encuentro los bellos y hondos poemas de esta suite lírica. Un cordial saludo.
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