Espera Edward Hopper (1822-1967) |
HABITACIÓN DE HOTEL
Viaja mucho. Completa itinerarios por ciudades distintas
y lejanas. Pero apenas abandona la habitación del hotel donde se aloja. Es
una costumbre perdurable. Nació el día en que encontró en el espejo del cuarto de baño el rostro del
huésped anterior. Fue él, con gesto tranquilo, quien desveló su identidad y
quien, tras una larga charla cuajada de intimismo, facilitó contactos con identidades encerradas en otros espejos. Resultan interlocutores amenos,
que buscan el aire fresco de la confidencia..
Sigue en ruta. Hoy es el día de las librerías y tiene un acto literario en Albacete. Ya sonríe, mientras prepara el equipaje, adivinando trazos del nuevo huésped. Alguien con quien compartir la soledad habitada de los espejos, esa calle que espera transeúntes.
(De Cuentos diminutos)
Me encanta este cuento José Luis. Cuántas veces quisiéramos que otro alguien nos adivinara en algún espejo y poder mantener esas conversaciones confidenciales que tan bien nos vienen.
ResponderEliminarExcelente!
Un abrazo fuerte y mis mejores deseos para el finde!
Sandra.
Gracias querida Sandra; es un día especial, de celebración y trayecto; presentamos "También vivir precisa de epitafio" en Albacete y tengo muchas ganas de abrazar a los amigos poetas de la ciudad y compartir con ellos confidencias y dudas, abrazos y cervezas... Muchas gracias por tus palabras sobre el cuento; se inspira en un poema de Karmelo C. iribarren. Un abrazo enorme.
EliminarAsí es, querido José Luis, la vida es una calle que espera transeúntes. Me parece un cuento muy cercano. Gracias amigo por el acierto. Buen día!!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo querido Luis, un cuento que tiene mucho de testimonio vital de lo diario, querido poeta, ahí estamos con la alegría de compartir confidencias y sueños, viajes ligeros de equipaje y muchos puentes de papel, que se van llenando de emociones al paso. Gracias por tu amistad.
ResponderEliminar¡Qué bueno! y con el cuadro de Hopper, no se puede pedir más.
ResponderEliminarMe alegra de que te guste esa minihistoria, Tracy; debo confesarte que tiene mucho de real: en cada ciudad, tengo un amigo habitando la calidez exacta del espejo. Feliz día.
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