Amanecida (Navadijos, Ávila) Fotografía de Adela Sánchez Santana |
LA SENTENCIA
La mañana de la ejecución los
temblorosos miembros del reo huyeron en desbandada. Solo la cabeza permaneció
en su sitio, altiva y desdeñosa, esperando con dignidad la hora signada para el
cumplimiento de la sentencia. Aquella testa evidenció siempre una morosa
inclinación al suicidio.
(De Cuentos diminutos)
Qué microrrelato más bueno José Luis! Me encanta el estilo, y el final. Disfruto mucho con tus cuentos diminutos. Habrá libro por fin?
ResponderEliminarAbrazo!
Un saludo entrañable, querida amiga, y me alegra saber que te gustan mis cuentecillos. Siempre es un placer encontrar la calidez del lector. feliz jornada.
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