Bazar de esquirlas Ricardo Virtanen Editorial Renacimiento Colección A la Mínima Sevilla, 2019 |
LA VIDA EN SERIO
Con el libro Bazar de esquirlas,
integrado en la prestigiosa colección A la Mínima en la editorial Renacimiento,
Ricardo Virtanen (Madrid, 1964) retorna al aforismo, subgénero en el que ha
dejado hasta la fecha tres títulos: Pompas
y circunstancias (2007), Laberinto de
efectos (2014), y El funambulista
ciego (2019). Tan fértil legado demuestra la importancia central que el
escritor concede a ese oficio del pensamiento. La escritura concisa es capaz de
fabricar miniaturas expresivas, relámpagos de lucidez que postulan una manera
de acercarse al entorno, a ese ruidoso litoral de una realidad mudable. Aunque
es evidente que Ricardo Virtanen –y ahí están sus últimas publicaciones para
corroborar el apunte- entiende la literatura como un marco escénico capaz de
acoger el cauce poético, la autobiografía, el ensayo o el quehacer editorial al
rescate bibliográfico de nombres propios como Emilia Pardo Bazán, Luis Alberto
de Cuenca, Aurora Luque o Pilar Blanco Díaz.
Los aportes de Bazar de esquirlas
compilan un recorrido creador fechado
entre 2015 y 2017, lo que permite conocer el primer plano del aforismo y su
actualidad estética, tras más de una década de cultivo personal, en la que
sigue perdurando el intangible misterio del minimalismo expresivo, siempre
sorprendente e imprevisible. La obra integra una ventana crítica a modo de
introducción, el breve ensayo “Una sublime imposibilidad”. En sus párrafos Ricardo
Virtanen clarifica la formulación semántica de esta estrategia expresiva y su
contemporaneidad en un presente proclive a lo fragmentario. Conecta de paso el
aforismo con otros formatos como el haiku y el diario, como se percibe en la
práctica de algunos moralistas franceses, y en Canetti, Cioran y Jules Renard.
Por tanto, la esquirla sería una síntesis, con afinidades con la greguería, el
esqueje elíptico y un pensamiento poético en cuyo andamiaje se asienta la
cotidianidad.
Tras citas de Emerson y Cioran, las esquirlas se secuencian en cinco
tramos y dejan al alcance de la mano un decir despojado cuya pupila enfoca
interiores y entorno. Cada frase está marcada por la sutileza y por los
contrastes del discurrir existencial, esas mutaciones inadvertidas que permiten
“Asombrarse y seguir siendo el mismo”. El trayecto cognitivo nunca concluye, ni
depara la quieta solidez de la certeza, “La única certeza es que no sabemos y
queremos conocer”; “La verdad siempre la imagino como un pomo en la puerta”.
Esta vigilia indagatoria concede a la tesela aforística una razón de ser: “Un
aforismo tiene la virtud de convertir en movimiento la idea más peregrina”.
No son pocos los instantes en los que el pensamiento indaga los límites
del ser: “Yo soy yo, pero podría ser otro sino mediara un abismo de por medio”,
“El tiempo confirma una entelequia a la que nos aferramos para captar la
sensación de ser reales”. Virtanen es consciente de que la solemnidad moralista
requiere paréntesis más livianos, esos claros en el bosque que rompen la
inercia recurriendo al humor. De este modo, cada segmento textual, bajo el
epígrafe “Humorismos” integra subconjuntos donde amanecen recursos
distanciadores como el humor, la ironía, o el trazo paródico: “El humor
desestabiliza a los intransigentes. La ironía los inmaterializa”.
El aforismo nunca ignora la condición temporal del yo subjetivo y la
declinación de cualquier certidumbre en ese pautado caminar hacia la ceniza. El
fluir de la conciencia adquiere con el tiempo un tono conclusivo: “A la vida no
hay que darle demasiadas vueltas. Acaso tomárnosla como una autopista recta que
avanza fugaz hacia la nada”. En Bazar de
esquirlas aflora una sensibilidad dispuesta a entrelazar voluntad y
exploración; nunca se siente ajena a esos mínimos sucesos que pasan por el
tamiz del pensamiento: “las ideas brotan en mí sin ton ni son, como sarmientos
en un campo abandonado”. Cómoda tras su epitelio filosófico, la nueva entrega
del poeta, músico y profesor Ricardo Virtanen es un punto de encuentro entre
verdad y lucidez, las instrucciones luminosas de “un manual ético y estético
para valorar nuestro tiempo”
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