Mostrando entradas con la etiqueta Emiliano Barral. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Emiliano Barral. Mostrar todas las entradas

domingo, 23 de febrero de 2020

ANTONIO MACHADO EN SEGOVIA

"A distinguir me paro..."
Casa-Museo de Antonio Machado
(Segovia, 2013)
Fotografía
de
Adela Sánchez Santana



ANTONIO MACHADO EN SEGOVIA


   El periplo biográfico de Antonio Machado en la sosegada ciudad del acueducto es muy conocido. Destinado como profesor de francés, Antonio Machado llega a Segovia el 25 de noviembre de 1919. Se aloja en una modesta pensión de la calle de los Desamparados, ahora convertida en Casa-Museo. Es el lugar que busco con ese paso urgente de la gratitud. Recorro las modestas habitaciones que siguen preservando un aliento de época. Antes de adentrarme en la casa, he realizado fotos del busto del poeta esculpido por Emiliano Barral y he conversado largamente con César, quien regenta la pequeña librería de viejo del patio, donde he comprado algunos ejemplares de poesía y dos o tres biografías del poeta. Son libros que ya tengo, pero que se cobijan entre mis manos por un precio de saldo que invita al regalo. Pienso en mis hijas o en esos amigos poetas que aman la estela inagotable del escritor.
  La visita guiada se inicia en el pasillo, donde están las fotos de la patrona. La mujer mira a la cámara con el orgullo de cumplir las normas de la hospitalidad ante un huésped tan ilustre. Cerca de allí, la cocina despliega un inventario de cachivaches domésticos que se completan con la inefable máquina Singer, donde las amas de casa consumían su tiempo entre labores. En la alacena, de suelos rojizos, la aceitera, los cántaros, la caja metálica para cobijar las galletas… Detalles que hablan de un ambiente muy similar en casi todas las casas castellanas.
  En el salón, con amplia mesa y ventana despejada se celebraban las tertulias o se esperaba con resignación el escueto refrigerio; no eran días para el agasajo. Y pueblan las paredes fotos de la hermosa Leonor y del poeta, la partida de matrimonio, portadas de periódicos de la época donde publicaba colaboraciones, e imágenes de los acontecimientos que saludaron la llegada de la segunda república. También primeras ediciones y algunas estanterías con libros dedicados. La más entrañable pieza del museo es la habitación de Don Antonio: amplia cama de cabezal metálico, mesa camilla, alacena y espejo donde todavía se contempla la sombra del poeta.
   Es mediodía casi, cuando abandono la casa. En mis manos los nuevos libros. En una terraza de la ciudad vieja, cerca de la plaza mayor, abro a la luz las páginas de Proverbios y cantares.

Recuerdos de un viaje al corazón


sábado, 18 de febrero de 2012

PROVERBIOS Y CANTARES DE ANTONIO MACHADO.

                                    ( Busto de Antonio Machado, realizado por el escultor
                                      Emiliano Barral. Patio de la Casa-Museo, Segovia)

En Proverbios y cantares encontramos al poeta moralista, a la voz reflexiva que alcanza su perfil más definido en el ideario ético de Juan de Mairena. El yo de Campos de Castilla (1912) difunde en esa sección sus concordancias y disonancias consigo mismo y con el entorno cercano, airea preocupaciones y vuelve la vista hacia los rasgos comunes de un ser colectivo que se expresa a través de la oralidad popular, el romancero y la fértil tradición rural de consejas y refranes. Cada poema es síntesis, esqueje filosófico, esperanza y escepticismo en la pautada senda que nos tiende la realidad.
La temática de Proverbios y cantares aglutina los temas más sugerentes de la existencia, los de mayor calado: el amor y la muerte, el conocimiento de lo real, los puentes trazados entre el yo y los otros y una completa muestra de sentimientos y percepciones. También el paisaje, el yermo horizonte de Castilla, reflejo de aspereza, silencio y austeridad.
El hombre real, el que piensa y vive, tiene su reflejo especular en la identidad onírica, en ese ser atemporal que protagoniza los sueños y del que se van a nutrir algunas parábolas de Antonio Machado.
Todavía los Proverbios y cantares suenan a interrogantes de cada día, evidencian las incertidumbres del existir y el contorno difuso de un mañana efímero al que calienta un sol de invierno: " Es mediodía. Un parque. / Invierno. Blancas sendas; / simétricos montículos / y ramas esqueléticas. / Bajo el invernadero, / naranjos en maceta, /y en su tonel, pintado / de verde, la palmera. / Un viejecillo dice, / para su capa vieja: / "El sol, esta hermosura / de sol...". Los niños juegan ".