Cuando debo escribir una reseña y no sé qué decir porque he gastado mi artillería de oficio, releo la crítica recreativa de Saúl Yurkievich. Los ensayos contenidos en Del arte verbal, que hace unos años editara Círculo de Lectores con su elegancia habitual, revitalizan la sensibilidad y enseñan a modelar materiales para que transmitan la máxima riqueza de sentido.
Cuando quiero involucrarme en una causa -a ser posible una causa perdida de la que ignoro planteamiento y nudo pero cuyo desenlace ya conozco- leo de nuevo, poema sobre poema, a Ángel González; compruebo con ironía que ayer fue lunes toda la mañana y no cambió la tarde.
Cuando estoy cansado de leer, te lo he dicho en silencio tantas veces que sus sonidos forman mi vocabulario elemental, y no sé cómo seguir en pie, empleo un remedio casero que yo mismo inventé: "pienso en ti casi siempre; las otras veces pienso en ti"
Me ha encantado la lectura de tu blog José Luis.
ResponderEliminarSi quieres puedes entrar en el mío.
Un abrazo
Jesús
Gracias, Jesús, seguro que será un placer caminar juntos por la literatura.
ResponderEliminarLa poesía necesita el hombro con hombro.