Guardador de rebaños |
NUBES
La lluvia recurrente
conforma una viñeta melancólica
que cela ventanucos y portones
y justifica ociosas voluntades.
Inquisitivas sábanas me cubren
de tedio y soledad.
Empujan los desvelos hacia el alba.
Rememorar es grato
si la secuencia informa
que no somos estelas todavía,
una colmada sucesión de fraudes.
Al cuerpo que interroga,
dicta el tiempo agresivo
preceptos irritables.
La vigilia se quiebra mientras miro
un rosario de nubes
donde nunca rozamos.
(La noche en blanco, DVD Ediciones, 2006)
"La noche en blanco" fue mi última edición en DVD, tras ganar el Premio de poesía Hermanos Argensola. Siempre guardo un largo afecto al poeta y editor Sergio Gaspar que construyó uno de los mejores catálogos de poesía contemporánea de nuestro país. Abrazos mil, Sergio.
ResponderEliminarEl otro día leí que las nubes pesan... y mucho. Una nube que descargue mil litros de agua de lluvia (no es mucho) pesaría mil kilos, o sea, una tonelada. Es increíble pero... la física no suele mentir.
ResponderEliminarUn abrazo cordial y mis disculpas porque de física sé muy poco; de nubes sé un montón; andar entre nubes es mi forma de ver lo cotidiano. Un abrazo y gracias por tu comentario.
EliminarUn poema muy bello. La nube es un tema muy atractivo para los que intentamos hacer de la contemplación una manera de estar.
ResponderEliminarUn abrazo José Luis y gracias por estas entradas tan ilustrativas en las que siempre encuentro modos de aprendizaje y profundización en nuevas lecturas.