Así es Sandra, me siento bien cuando la sombra de las cosas personales se expande alrededor, sin estridencias, hecha con la voz callada de lo necesario. Un beso fuerte, poeta.
Falta la lluvia, querido Antonio, en ese contraluz; en Madrid está el aire sucio y cejijunto, como si la incertidumbre política hubiese contaminado el respirar. Un gran abrazo y que tengas una jornada de sosiego y emociones cumplidas.
Que recuerdos tan limonosos el de aquellos días que me ofreciste tu amistad y fuiste tan generoso en mi tierra. Un contraluz lleno de luminosa oscuridad, mientras la catedral iza la bandera del gris. Abrazos.
Fueron días entrañables en todos los sentidos, querido Hilario; los recupero ahora, porque sirven de brújula para seguir soñando. Un fuerte abrazo y habrá que repetir libros y fotos.
Hola querida amiga, ya te escribo en privado y te cuento un poco los planes literarios; por fin llovió en madrid, aunque todavía no acaba de despejarse el cielo político sombrío y con brumas... El sábado comento el libro de Ida. Un fuerte abrazo de nuevo.
Soy un tipo rutinario que valora mucho ese entorno doméstico de la costumbre, Elen, así que cuando regreso al rincón de siempre todo parece más habitable. Abrazos.
Creo, como tú, querida María, que la felicidad es terrenal y concisa, hecha de elementos cercanos, dispuesta a compartir sus pertenencias. un fuerte abrazo.
En uno de esos días en los que pienso que se camina mejor con la mirada puesta dentro, a resguardo de la intemperie.
ResponderEliminarSí, esos días en que la felicidad está simplemente en la tranquilidad de un día corriente.
ResponderEliminarFeliz día José Luis!
Así es Sandra, me siento bien cuando la sombra de las cosas personales se expande alrededor, sin estridencias, hecha con la voz callada de lo necesario. Un beso fuerte, poeta.
EliminarQué bien concierta haiku e imagen. Sueños humildes: felíz día.
ResponderEliminarFalta la lluvia, querido Antonio, en ese contraluz; en Madrid está el aire sucio y cejijunto, como si la incertidumbre política hubiese contaminado el respirar. Un gran abrazo y que tengas una jornada de sosiego y emociones cumplidas.
EliminarQue recuerdos tan limonosos el de aquellos días que me ofreciste tu amistad y fuiste tan generoso en mi tierra. Un contraluz lleno de luminosa oscuridad, mientras la catedral iza la bandera del gris. Abrazos.
ResponderEliminarFueron días entrañables en todos los sentidos, querido Hilario; los recupero ahora, porque sirven de brújula para seguir soñando. Un fuerte abrazo y habrá que repetir libros y fotos.
ResponderEliminarAsí pasa también con el amor.
ResponderEliminarAbrazo, poeta.
Hola querida amiga, ya te escribo en privado y te cuento un poco los planes literarios; por fin llovió en madrid, aunque todavía no acaba de despejarse el cielo político sombrío y con brumas... El sábado comento el libro de Ida. Un fuerte abrazo de nuevo.
EliminarFeliz monotonía.. ¡Cómo se echa en falta, cuando el tiempo se complica!
ResponderEliminarBesos
Soy un tipo rutinario que valora mucho ese entorno doméstico de la costumbre, Elen, así que cuando regreso al rincón de siempre todo parece más habitable. Abrazos.
EliminarLa humildad en los sueños despierta el horizonte de silencio que germinará en nuevos caminos. Un abrazo, José Luis.
ResponderEliminarCreo, como tú, querida María, que la felicidad es terrenal y concisa, hecha de elementos cercanos, dispuesta a compartir sus pertenencias. un fuerte abrazo.
EliminarDelicado haiku intimista. Besos,
ResponderEliminarQué alegría me da tu regreso a estos puentes de papel, Susana, echaba de menos tu cercanía, tu afecto. Y un gran abrazo.
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