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CON EL CEÑO FRUNCIDO
Continúa el repliegue en casa tras la operación ocular, aunque la insubordinación de mis hábitos es manifiesta. Cuánto echo de menos la inercia de los
libros, los paseos largos que mantienen en forma a la incertidumbre y esas expectativas que fragmentan el regreso a lo literario.
Mi inquietud habitual se ha sosegado un tanto por los consejos médicos, mantengo el boca a boca con la poesía. Los poemas, sin gafas y sin los cristales adecuados, añaden a sus argumentos algunas imágenes arbitrarias en
las que se hacen visibles las formas de la imaginación. Miopía y presbicia se abrazan para ser sustancia estética.
Enero avanza lento como una crecida de limo. Las horas tienen una
inadvertida cadencia en su paso y los
estados de ánimo generan ausencias y cercanías. De cuando en cuando me asomo a las redes digitales para constatar lo de siempre: la falta de criterio y la sandez crecida son frecuentes incluso entre buenos amigos que hacen del tremendismo una cualidad de nuestro tiempo: todo es corrupción, manipulación, mafia poética... Todos están implicados, salvo ellos. Y se quedan tan contentos y después escriben para celebrar su altura ética un endecasílabo cortito, de cinco o seis sílabas.
Me siguen llegando muchas peticiones de amistad que tras aceptar borro de inmediato para que desaparezca ese pulgar que resume su inteligencia. Me parece necesario un regreso a la exigencia de una buena educación también en las redes. Y lucho por borrar el ceño fruncido. Aquí está
mi casa y estoy bien, percibiendo los gestos verbales del invierno con el sentido común; los otros cinco muestran distintas erosiones y deben curarse.
(Apuntes sobre
lo real, enero, 2020)
Yo creo que el poder escribir, expresar lo que llevamos dentro, en lo más hondo, siempre es consuelo. Los demás también tienen ese fondo y escribir desde él nos consuela a todos.
ResponderEliminarLas ideologías son otro nivel y en él no nos encontramos.
Un abrazo José Luis y disfruta de tu escritura como te disfrutamos nosotors
Un fuerte abrazo Cristina y perdona si en tu primera lectura has percibido algunas erratas. Si soy torpe siempre, ahora más miope, soy más torpe... Y no sabes cuánto agradezco tus palabras de ánimo; he hecho del blog una exigencia de comprensión y búsqueda y espero no decepcionar... Percibo en el entorno mucho humo. Si hay educación y resto las ideologías son perspectivas no golpes al contrario. Gran abrazo de nuevo.
EliminarCoincido con tu cuidada prosa y sus ideas
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