DESENLACE
Nadie
es responsable de ser
y aún menos de ser lo que es.
EMILE
CIORAN
La claridad del día hizo ostensible el
desenlace. Inane y seria, advirtió en el tacto de arena la respuesta: asumidas las pérdidas, sólo era el exacto
epicentro del vacío. Nadie detrás.
(De Cuentos diminutos)
Responsables. De esa responsabilidad infinita ante el otro que escribiera Emmanuel Lévinas. Pico segundos, segundos y minutos. De seguir leyendo tus minutos. Tus hermosos cuentos diminutos. Un fuerte abrazo amigo.
ResponderEliminarQuerido Argenis, la existencia diaria se plantea como disolución y pérdida, así nace a diario una invitación a la angustia que contamina el poema de tristeza; solo la palabra nos salva, querido amigo, y los muros firmes de afectos y amistad. Fuerte abrazo.
EliminarSomos seres quebradizos, frágiles. La hora está marcada en un reloj de bruma, que casi nunca sabemos leer. Tu cuento diminuto es como un mantra que nos recuerda que nacemos solos y solos hemos de partir. Abrazos.
ResponderEliminarGracias por tu incansable generosidad lectora; parece mentira que en estos escenarios de vida y luz que miran hacia el mar abierto, también se perciban la niebla y el silencio. Muy agradecido por tu reflexión y enorme abrazo, querida poeta.
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