Soledad Archivo general de internet |
EL PARAGUAS
Enhiesto, como un ciprés pequeño que
buscara raíces, cada noche deja el paraguas entre la cama y la mesilla. Su
sombra vertical contrasta con la claridad de las sábanas. En el tejado frágil de sus sueños se
filtra la lluvia. Mientras duerme, siente una humedad contradictoria que
eleva la temperatura corporal. Solo el cobertor asume el desajuste.
(De Cuentos diminutos)
Qué hermoso este cuento diminuto. Invita a la inspiración. Invita a seguir la escritura.
ResponderEliminarAbrazos.
Ya sabes que la levedad argumental de mis cuentecillos, mi querida poeta, siempre tiene un abrazo de filosofía y poesía, ojalá te gusten y a ver si hay suerte y un día puedo unir estos trabajos en un libro. Será una gran ilusión enviarte un ejemplar por tu continuo afecto lector. Que pases una estupenda tarde, Carmen.
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