Arroz quemado (Gastronomía del fracaso) |
SABOR
ACRE
Del canon literario eligió a Fernando Sánchez Dragó; quería evitar cursilerías al escribir un pensil de rimas celestes.
Se despeña a diario por el precipicio del resentimiento. Su oficio es hacer daño. Busca a quién empujar.
Disentir es necesario. Hay quien percibe en el comportamiento de Don Quijote el desasosiego de un loco.
Suelo callar ante la estridencia, pero esta vez tenía el tímpano marcado por la melancolía y el desengaño. Defensa propia.
La eficacia nómada de aquella tortuga precipitó un nuevo concepto de puntualidad.
Su escritura contagiaba un frío ártico; tuvo que cambiar la pluma por el microondas.
(Aforismos acres)
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