El pubis de las pelirrojas
Con sustantiva alegría, Rodrigo concluyó el relato en el que había consumido su última semana. Buscó un título de impacto; apuntó: "El pubis de las pelirrojas". Lo guardó en el cajón y se impuso demorar la relectura otra semana. Satisfecho, esbozó una cubierta de encendido color: un pubis triangular, pajizo intenso.
La gravitación solar del dibujo monopolizó la mirada de Celia, mientras reordenada la mesa. También los folios en el cajón entreabierto. Imaginó algún paraje oscuro y catastrófico en su relación sentimental. El tiempo se ralentizó. Sintió la duda y el desánimo y una inquietud punzante que desaconsejó adentrarse en aquella confesión. Dedicó la jornada a recordar el rostro de conocidas pelirrojas. No encontró a nadie. Poco a poco llegó al dormitorio y bajó una maleta. Pensó llevarse algunas pertenencias. No lucharía por nada. Todo lo que tenía ya no estaba.
A media tarde regresó Rodrigo. Extrañó la soledad y el silencio y habitó de inmediato la buhardilla para concluir la redacción definitiva de su cuento. Quiso añadir la imagen. Se había tachado el título y, con letra deforme, alguien rotuló sobre el dibujo: "La estupidez y tú. (valga la redundancia)".
Hay que ver cómo se lo toman algunas (dicho sea con un guiño cómplice). Estupendo micro, José Luis.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eres tan amable que hasta en los microrrelatos, un género en el que soy principante aprendiz, disculpas mis torpezas. Así da gusto.
EliminarUn abrazo desde Rivas y no te pierdas la viñeta de hoy de EL ROTO, en EL PAÍS...Las apariencias engañan.
Un abrazo y un punto de humor.
Que manía con ordenar el orden de otros...
ResponderEliminarasí pasa lo que pasa, que nunca encontramos las llaves...
:)
No sabes cómo echo de menos tu sabiduría. Nos veremos en el cumple de Javichu; de cuando en cuando entro en tu blog que languidece entre los atascos laborales.
EliminarLo del pubis de las pelirrojas es un misterios sin resolver, como lo de los paraísos fiscales. Pero ahí estamos, explorando...
Me ha gustado mucho. El título además me parece una genialidad absoluta.
ResponderEliminarTu amistad disculpa mi torpeza en el relato, un género complejo para mi, en el que como sabes voy atando cabos.
EliminarEn cuanto al título, alude a ese misterio que tan bien se preservaba en nuestra adolescencia, cuando las hormonas comenzaban a desplegar fantasías... Muchos años después el misterio sigue intacto. (Como nuestra amistad).
Un abrazo y muchísimas gracias.
Un título estupendo, atractivo y atrayente. El relato me ha gustado mucho.
ResponderEliminarVaya, voy a tener que pensarme -tal como está la enseñanza con los del sobre sin sello- la posibilidad de pasarme a la literatura erótica. Es broma. Poesía eres tú y Julio Mariscal. Lo demás es el jardín gozoso del afecto, el parque de sureste con la lluvia de abril.
EliminarUn abrazo y te aviso cuando llegue el libro para compartir un café.
Amigo José Luis, qué buen relato el que nos compartes hoy,
ResponderEliminartiene el atractivo de los finales inesperados que se rematan
con una sonrisa.
Un fuerte abrazo.
Gracias, Paco; la verdad es que en ese relato se han mezclado muchas cosas que han facilitado enormemente su escritura: una conversación con una compañera, un misterio juvenil, algunas situaciones que erosionan la confianza en el otro y el asombro de lo cotidiano que siempre tiende a dejarnos fuera de sitio.
EliminarUn abrazo y mi gratitud por el envío de tu libro que leeré con el máxcimo interés...