Verdaderamente si somos algo, es tiempo decantado, una maravillosa -y triste- extrañeza. Un abrazo fuerte y enhorabuena por el libro. Ya estoy deseando tenerlo entre mis manos.
Lo tendrás, ya sabes que los libros existen cuando encuentran lectores, así que NUBES ya mismo toma la carretera de tu pueblo. ¿Cómo va tu novela? Un abrazo de tiempo inalterable: el tiempo del afecto.
Amigo José Luis, Somos un compendio entre lo que hemos vivido, el espejo refleja, nuestro corazón quiere y nuestra mente nos obliga. Un fuerte abrazo y bendito lío el que me ha metido usted -perdón- Tú, estoy recogiendo herramientas por el camino, de ahí mis ausencias . . .
No me hagas mucho caso, Paco, cada uno debe imponerse sus recreos y obligaciones. Este haiku pertenece al nuevo librito. Un breve cuaderno sobre el tiempo y la esperanza. Abrazos.
Querido José Luis: Aunque no estoy de acuerdo con eso de que el pasado perdura para conservarnos tal como fuimos, qué hermoso haiku. Con cariño y admiración me atrevo a copiarte para explicar lo que pienso yo del pasado:
Dentro del tiempo el pasado nos borra a su manera.
No puedo competir con tu sabiduría, querida Herme, así que tu haiku enaltece la entrada del blog. Ya comenté ayer a JJ que llevaré ejemplares a la tertulia y que te llamaré por teléfono para concretar la hora. Somos lo que nos queda del pasado. Somos. Un beso fuerte.
Enhorabuena por el libro! Estoy deseando tener mi ejemplar firmado (si, tengo enchufe con el autor :-)) Me encantan los haikus, para una lectora de novelas como yo, así la poesía es un poquito más accesible. Un beso enorme Irene
La verdad es el haiku engaña; su levedad parece fácil, su voz inaudible; pero los buenos haikus son tan complejos como un cantar de gesta. Es verdad que tienes enchuque conmigo. Tal vez porque eres casi lo mejor que me ha pasado en mi vida. Besos. Y te aguarda el librito.
Vaya, pues yo no me rindo y el domingo te llevaré un ejemplar para que la lectura completa te haga cambiar de opinión. Si no cambias, me rindo y te invito al café; es más barato. Abrazos.
¡Qué haiku más provocador e interesante, José Luis, y cuántas cosas se podrían decir al respecto! Está claro que la vida es un constante fluir, y es imposible, como decía Heráclito, bañarnos en las mismas aguas, provocando irremediablemente que nuestro “ropaje” se transforme con su paso. Sin embargo, curiosamente, dentro de nosotros hay una especie de extraño hilo vivaracho que se prolonga de una forma tenaz y perseverante durante toda nuestra existencia, capaz de mostrarnos la relatividad del tiempo, ya que su enigmática constancia logra unir pasado, presente,… incluso un futuro en potencia, por deducción. ¡Vaya! Me gusta tu haiku. Un abrazo
Encontrar sensibilidades lectoras como la tuya es un milagro que la página escrita nos concede, de cuando en cuando. La identidad se hace de sucesivas instantáneas que se van añadiendo, con una apariencia fragmentaria y difusa; pero, en efecto, hay un hilo orgánico, "un río que nos lleva", que nos da la certeza de que fuimos, somos y seremos. Muchas gracias por tu afecto. Besos cercanos.
Verdaderamente si somos algo, es tiempo decantado, una maravillosa -y triste- extrañeza. Un abrazo fuerte y enhorabuena por el libro. Ya estoy deseando tenerlo entre mis manos.
ResponderEliminarLo tendrás, ya sabes que los libros existen cuando encuentran lectores, así que NUBES ya mismo toma la carretera de tu pueblo.
Eliminar¿Cómo va tu novela?
Un abrazo de tiempo inalterable: el tiempo del afecto.
Amigo José Luis, Somos un compendio
ResponderEliminarentre lo que hemos vivido, el espejo refleja,
nuestro corazón quiere y nuestra mente
nos obliga.
Un fuerte abrazo y bendito lío el que me
ha metido usted -perdón- Tú, estoy
recogiendo herramientas por el camino,
de ahí mis ausencias . . .
No me hagas mucho caso, Paco, cada uno debe imponerse sus recreos y obligaciones.
EliminarEste haiku pertenece al nuevo librito. Un breve cuaderno sobre el tiempo y la esperanza.
Abrazos.
Querido José Luis: Aunque no estoy de acuerdo con eso de que el pasado perdura para conservarnos tal como fuimos, qué hermoso haiku. Con cariño y admiración me atrevo a copiarte para explicar lo que pienso yo del pasado:
ResponderEliminarDentro del tiempo
el pasado nos borra
a su manera.
Un beso fuerte.
No puedo competir con tu sabiduría, querida Herme, así que tu haiku enaltece la entrada del blog.
EliminarYa comenté ayer a JJ que llevaré ejemplares a la tertulia y que te llamaré por teléfono para concretar la hora.
Somos lo que nos queda del pasado. Somos.
Un beso fuerte.
Enhorabuena por el libro! Estoy deseando tener mi ejemplar firmado (si, tengo enchufe con el autor :-))
ResponderEliminarMe encantan los haikus, para una lectora de novelas como yo, así la poesía es un poquito más accesible.
Un beso enorme
Irene
La verdad es el haiku engaña; su levedad parece fácil, su voz inaudible; pero los buenos haikus son tan complejos como un cantar de gesta.
ResponderEliminarEs verdad que tienes enchuque conmigo. Tal vez porque eres casi lo mejor que me ha pasado en mi vida.
Besos. Y te aguarda el librito.
Solo por llevar la contraria...
ResponderEliminar'Pues a mí no me gusta'
;)
Vaya, pues yo no me rindo y el domingo te llevaré un ejemplar para que la lectura completa te haga cambiar de opinión. Si no cambias, me rindo y te invito al café; es más barato.
EliminarAbrazos.
¡Qué haiku más provocador e interesante, José Luis, y cuántas cosas se podrían decir al respecto!
ResponderEliminarEstá claro que la vida es un constante fluir, y es imposible, como decía Heráclito, bañarnos en las mismas aguas, provocando irremediablemente que nuestro “ropaje” se transforme con su paso.
Sin embargo, curiosamente, dentro de nosotros hay una especie de extraño hilo vivaracho que se prolonga de una forma tenaz y perseverante durante toda nuestra existencia, capaz de mostrarnos la relatividad del tiempo, ya que su enigmática constancia logra unir pasado, presente,… incluso un futuro en potencia, por deducción.
¡Vaya! Me gusta tu haiku.
Un abrazo
Encontrar sensibilidades lectoras como la tuya es un milagro que la página escrita nos concede, de cuando en cuando.
EliminarLa identidad se hace de sucesivas instantáneas que se van añadiendo, con una apariencia fragmentaria y difusa; pero, en efecto, hay un hilo orgánico, "un río que nos lleva", que nos da la certeza de que fuimos, somos y seremos.
Muchas gracias por tu afecto. Besos cercanos.