Gracias, querido Chisme, ya sabes que a la gente antigua como yo nos puede la melancolía. Qué tiempo aquel de la cartas escritas con la caligrafía "temblosa" del afecto. Un fuerte abrazo.
Si nuestra identidad personal es un acto de fe, querido Amando, imagina averiguar el DNI del buzón, entre el papeleo bancario, los impuestos municipales y la publicidad de Ikea... Y de repente, una carta a mano, el silencio blanco de una escritura que nos llena de vida. Un fuerte abrazo y feliz cumpleaños.
Olé
ResponderEliminarGracias, querido Chisme, ya sabes que a la gente antigua como yo nos puede la melancolía. Qué tiempo aquel de la cartas escritas con la caligrafía "temblosa" del afecto. Un fuerte abrazo.
EliminarSiempre vigías
ResponderEliminarlos buzones reciben
cartas sin letras.
(Es surrealista, qué se le va a hacer)
Querido Fackel, surrealista o figurativo, un buen haiku es siempre un buen haiku. Un placer leerte.
EliminarJajaja, el detalle del buzón-perro, para enmarcar. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarLa foto me pareció sugerente; el buzón en guardia, como un animal doméstico de lo cotidiano. Un fuerte abrazo y gracias una vez más por tu vitalismo.
EliminarBien está que cobije fe, aunque a veces dudemos si es nuestro buzón o de ese intruso que recoge cada día la publicidad comercial.
ResponderEliminarAbrazos, siempre
Si nuestra identidad personal es un acto de fe, querido Amando, imagina averiguar el DNI del buzón, entre el papeleo bancario, los impuestos municipales y la publicidad de Ikea... Y de repente, una carta a mano, el silencio blanco de una escritura que nos llena de vida. Un fuerte abrazo y feliz cumpleaños.
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