Navadijos, octubre. |
TIPOLOGÍA DEL HOMBRE COMÚN
Los que escriben autobiografías ajenas.Los estoicos.
Los que inventan idiomas para callar a tiempo.
Los generosos en el error.
Los que incuban en el microondas
amanitas phalloides.
Los equilibristas.
Los que dicen palabras que pesan como piedras.
Los que guardan su yo
como santa reliquia.
Los que dibujan el contorno de charcos de cristal
en cuyo fondo limpio salta un haiku.
Los que se oponen por principio
y caminan en dirección contraria.
Los que corren tras el propio sombrero.
Los ausentes.
Los otros.
Los demás.
Elementos extraños de una desbandada
que se aleja dispersa.
Una moneda al aire
en el cielo cansado del domingo.
Querido poeta:
ResponderEliminarEn ese poema está Borges. Esos versos entran por los sentidos...de la mente.
Un abrazo, José Luis.
Y está esa tipología de la extrañeza que todos compartimos. Ayer la tarde del domingo fue larga, propicia para ordenar trasteros (mentales).
EliminarUn abrazo, poeta, y feliz lunes con sol. Este año octubre no se quita las camisas de manga corta.
Menos mal que la escritura nos salva en esas cansadas tardes de domingo y hace posible una y otra aventura silábica y que esas tardes sean diferentes. Me ha gustado tu tipología del hombre común. Un abrazo
ResponderEliminarGracias, Carmela, ya sabes que Jorge Luis Borges tenía predilección por esos agrupamientos azarosos que son puro reflejo de la perplejidad que se extiende a nuestro lado. Una vez más, mi gratitud por tu cercanía.
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