UN SUEÑO AL AIRE LIBRE
En mitad de la noche, junto al río, sonó estrepitosa la sirena de un coche policial. Se detuvo en el casco antiguo, ante la entrada de una vieja pensión. Después, puertas forzadas, cristales rotos y sollozos... Y en las aceras un nutrido grupo de curiosos sondeando los pormenores del incidente a voz en grito.
Aunque estaba dormido, yo lo escuché todo. Pero no desperté. En aquel sueño nadie conocía el silencio.
Un sueño agitado con envoltorio de ruido. Curioso microrrelato. Un abrazo.
ResponderEliminarHola poeta, cómo va todo por Sevilla; siempre es una alegría percibir tu voz en estos puentes. Mi gratitud y un abrazo.
EliminarMe gusta. Realmente no sé si el tal sueño era realidad o no, cuando dices: yo lo escuché todo. Claro que hay sueños tan reales que da hasta pena despertar. Feliz fin de semana. Abrazos.
ResponderEliminarPractico poco el microrrelato, Carmela; ya sabes que la poesía ocupa mucho sitio en la casa de mi escritura. Pero es bueno hacer manos y que el género no sea un intruso desconocido en la mesa de trabajo. Feliz jornada, con sueño dentro. Abrazos.
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