Hola Jesús, un abrazo cordial y la alegría por este largo tiempo de trabajo literario que nos convierte a todos en pájaros solitarios. Gracias por tus palabras.
Que mis haikus no te decepcionen, querida Susana, es siempre una gratísima sensación. Como esa que siente el alumno felicitado por su profesor en el ejercicio de dictado, o en la redacción histórica. Vaya; que tus palabras siempre despiertan una sonrisa de viernes. Besos.
Sé que el tiempo personal, querida Tracy, siempre está definido por lo contingente. Las briznas de lo diario se pegan en nuestra agenda y se empeñan en caminar con nosotros. Así que una alegría recuperar tu voz en "Puentes de papel". Un gran abrazo.
Tienes razón José Luis, tus Haikus (al menos) no se terminan en su lectura. Ese vuelo hacia la nada me hace pensar. Lo interpreto como un vuelo hacia el inevitable fin que nos espera a todos. Y creo que así es, toda la vida de aquí para allá sin saber muy bien a dónde vamos... Hay un tiempo de la vida en el que todos mutamos hacia esa piel de pájaro que busca libertad. Disfrutemos de cada aleteo, no nos queda otra! Saludos y un fuerte abrazo amigo José Luis. Sandra.
pd. He estado leyedo la reseña que hacía José M. Sánchez Ribas de tus "Motivos personales" y no puedo estar más de acuerdo.
Hola Sandra, la lectura que hace José Manuel de "Motivos personales" es muy atinada. Sé que cada libro establece con el lector un diálogo cordial que pertenece a la letra impresa y que es autónomo de los propósitos escriturales del autor. Así que ahí solo me queda dar las gracias a José Manuel Sánchez Ribas por dedicarme su tiempo. Estuvo desde el principio de mi escritura y está siempre. Un regalo, su afecto.
Lo que sugiere el haiku a cada lector es personal y diáfano. Y así debe ser porque cada lector cuenta con su propia mirada. Eres muy generosa, Sandra, en la amistad y en la poesía. Y soy de los que valoran los afectos perdurables. Gracias, poeta.
Así es, Carmela, el trazo de cada vuelo no es sino el azaroso transitar de nuestros días, esa geografía inadvertida que viaja hacia la nada. Un fuerte abrazo.
Hola poeta, percibo con inquietud esa desgana. Espero de corazón que todo vaya bien. La literatura es siempre un asunto secundario. El primer plano es la búsqueda continua de razones para la sonrisa, así que desde Rivas, con mucho jaleo literario, un fuerte abrazo.
Pero el vuelo migratorio de las aves no las lleva a la nada José Luis, las lleva a la vida, a la alimentación a la reproducción, al futuro posible entre las amenazas de un mundo hostil. La migración no es un final de ruta, más bien un camino abierto donde vivir. ¿No crees? Quizá como tus poemas: caminos abiertos para reflexionar, sentir, meditar, vivir.
Hacia las nadas de San Juan con las condiciones del pájaro solitario. Muy bello. Feliz día José Luis.
ResponderEliminarHola Jesús, un abrazo cordial y la alegría por este largo tiempo de trabajo literario que nos convierte a todos en pájaros solitarios. Gracias por tus palabras.
Eliminar¡Vuelta al origen! Hermoso haiku.
ResponderEliminarUn saludo.
Sí, allí estamos todos, pero también en el regreso unos llegan antes que otros. Un fuerte abrazo y gracias por tu comentario.
EliminarUn bello vuelo hacia lo invisible ese haiku y esa imagen. Besos,
ResponderEliminarQue mis haikus no te decepcionen, querida Susana, es siempre una gratísima sensación. Como esa que siente el alumno felicitado por su profesor en el ejercicio de dictado, o en la redacción histórica. Vaya; que tus palabras siempre despiertan una sonrisa de viernes. Besos.
EliminarTras los días que llevo sin visitarte, no por falta de ganas, veo que me recibes con un precioso Haiku.
ResponderEliminarMuchas gracias.
Sé que el tiempo personal, querida Tracy, siempre está definido por lo contingente. Las briznas de lo diario se pegan en nuestra agenda y se empeñan en caminar con nosotros. Así que una alegría recuperar tu voz en "Puentes de papel". Un gran abrazo.
EliminarTienes razón José Luis, tus Haikus (al menos) no se terminan en su lectura. Ese vuelo hacia la nada me hace pensar. Lo interpreto como un vuelo hacia el inevitable fin que nos espera a todos. Y creo que así es, toda la vida de aquí para allá sin saber muy bien a dónde vamos...
ResponderEliminarHay un tiempo de la vida en el que todos mutamos hacia esa piel de pájaro que busca libertad.
Disfrutemos de cada aleteo, no nos queda otra!
Saludos y un fuerte abrazo amigo José Luis.
Sandra.
pd. He estado leyedo la reseña que hacía José M. Sánchez Ribas de tus "Motivos personales" y no puedo estar más de acuerdo.
Sandra, gracias por la lectura de mi reseña.
EliminarHola Sandra, la lectura que hace José Manuel de "Motivos personales" es muy atinada. Sé que cada libro establece con el lector un diálogo cordial que pertenece a la letra impresa y que es autónomo de los propósitos escriturales del autor. Así que ahí solo me queda dar las gracias a José Manuel Sánchez Ribas por dedicarme su tiempo. Estuvo desde el principio de mi escritura y está siempre. Un regalo, su afecto.
EliminarLo que sugiere el haiku a cada lector es personal y diáfano. Y así debe ser porque cada lector cuenta con su propia mirada. Eres muy generosa, Sandra, en la amistad y en la poesía. Y soy de los que valoran los afectos perdurables. Gracias, poeta.
ResponderEliminarNos regalas un soplo de aire bellísimo para tu blog y para nuestra lectura. El vuelo del pájaro siempre tiene algo que enseñarnos. Abrazos.
ResponderEliminarAsí es, Carmela, el trazo de cada vuelo no es sino el azaroso transitar de nuestros días, esa geografía inadvertida que viaja hacia la nada. Un fuerte abrazo.
EliminarA pesar del silencio,
ResponderEliminarun más allá
respira en cada vuelo.
(Ando desganado, José Luis, sin fuerzas para con las palabras. Aun así, me asomo, leo y aprendo. Y tengo asuntos pendientes que cerraré algún día.)
Un abrazo.
Hola poeta, percibo con inquietud esa desgana. Espero de corazón que todo vaya bien. La literatura es siempre un asunto secundario. El primer plano es la búsqueda continua de razones para la sonrisa, así que desde Rivas, con mucho jaleo literario, un fuerte abrazo.
EliminarSiempre fascinante el vuelo de las aves migratorias.Un precioso instante, José Luis.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y siempre cálido el regreso de tu palabra, Fanny. Besos.
EliminarPero el vuelo migratorio de las aves no las lleva a la nada José Luis, las lleva a la vida, a la alimentación a la reproducción, al futuro posible entre las amenazas de un mundo hostil. La migración no es un final de ruta, más bien un camino abierto donde vivir. ¿No crees? Quizá como tus poemas: caminos abiertos para reflexionar, sentir, meditar, vivir.
ResponderEliminarMe encanta percibir ese optimismo en el transitar a cielo abierto; me alegra, José Manuel, porque deja sitio para la esperanza. Un fuerte abrazo.
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