LOS DISTANTES
Buscaron un pretexto para irse
pero se quedaron dentro
"dispuestos a decir las palabras que nunca dijeron "*
* Verso de MARK STRAND
Amanecieron un día en el jardín pequeño de lo personal. Compartimos con ellos contingencias que parecieron diluir el valor transitorio del tiempo. Fueron lluvia. Prodigaron palabras y sonrisas, como si tuviesen sitio propio en la vieja rutina que acoge la existencia. Y aceptamos su estar, como se acepta el canto de los pájaros o un entorno poblado de colores y formas.
Después se recubrieron de extrañeza y emprendieron un viaje sin regreso. Hoy nos hacen sentir su presencia precaria, introspectiva; son aristas de vagos espejismos.
Hay personas que aparecen en nuestras vidas como por casualidad y a veces desaparecen o la vida los aleja casi del mismo modo en que llegaron, sin embargo, muchas de ellas nos dejan una huella indeleble... Quizás era ese su cometido, quién sabe...
ResponderEliminarMe ha encantado tu post José Luis.
Un fuerte abrazo y feliz finde!
Sandra.
Hola poeta, me encanta lo bien que has entendido mi reflexión. Hay gente que llega y pasa a formar parte de nuestra vida y otro día, sin motivo aparente, se vuelve atardecer y se diluyen. A mí me desconcierta mucho esa forma de ser y además me ocasiona una dolorosa zozobra que me hace buscar razones. Besos y gracias por quedarte.
EliminarHay personas que son nubes y otras olmos centenarios, las primeras pasan dejando el recuerdo de que un momento nos dieron sombra, las segundas son refugio permanente ante el sol que abrasa.
ResponderEliminarMuy hermoso texto José Luis. Feliz fin de semana.
Hola Jesús, soy de los que entrelazan literatura y vida; creo que debemos ser y estar al mismo tiempo. Así que hay que imitar al olmo. Un fuerte abrazo.
Eliminar"Todo pasa y todo queda,
ResponderEliminarpero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre el mar."
Nos lo decía el gran Antonio Machado.
Por nuestra vida pasan algunas personas o nosotros pasamos por la vida de otros. Del mismo modo que se entra en esas vidas se sale. Sólo un tiempo breve se permanece y sin embargo queda una huella marcada en el tiempo y en el ser.
Sabes cuánto significa para mí Antonio Machado, pero en los afectos lo nuestro no es pasar sino seguir para que el tiempo nos indulte y podamos estar en buena compañía. Un fuerte abrazo.
EliminarCambiamos de empleo, de piso, de ciudad. Lejos quedan algunas cosas, algunos compañeros. En nuestra travesía quedan ojos en la niebla y surgen otros completamente nuevos. Hermoso texto. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarQué alegría encontrar tus palabras, María José. Acaba el curso y es tiempo de balances. Del patrimonio afectivo se van descolgando sombras sin que sepamos muy bien por qué.
EliminarSoy torpe para entender algunos itinerarios de la amistad. Un fuerte abrazo.
No poseemos el don de la ubicuidad, amigo mío, y surgen mil historias a las que dedicarse en cuerpo y espíritu. Dejo aquí alguna huella para no descolgarme del patrimonio afectivo. Ya planean bastantes sombras sobre nuestros destinos para hacernos también humo entre nuestros amigos.
ResponderEliminarEstás, María José, y entiendo los compromisos de tantos amigos que apenas tienen huecos en lo laborable. La clave está en ir dejando huecos libres en las páginas de lo necesario para que todo siga en pie. Un fuerte abrazo.
EliminarHoy me ha gustado especialmente tu entrada, la siento como escrita por mí, bueno.... así es la vida y a si son algunos compañeros de viaje.
ResponderEliminarBesos.
No es tan fácil aceptar la decepción, sobre todo en los que se dibujaron con trazos nítidos, llenos de vida. Al menos, para mí es complejo poner un hilo racional al silencio y la pérdida. Un fuerte abrazo, Tracy.
EliminarEn nuestro pequeño jardín personal los otros entran y salen. A veces salen para volver a entrar, o salen para siempre. Todo está de paso, como nosotros. También hay ausencias que nos acompañan más que algunas presencias. Un texto muy inspirador. Gracias, José Luis.
ResponderEliminarPero ese azaroso deambular por los afectos siempre tiene efectos secundarios, Susana. Un fuerte abrazo y gracias por tu comentario.
EliminarY un día se tiñen de inexistencia en nuestra memoria.
ResponderEliminarUn besanís.
Hola Sara, ya ves, hay más distancia en la cercanía que entre las dos orillas del oceano. Un besanís fresquito.
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