En otro hueco |
DESAPARICIONES Y OCASOS
Desde hace varias semanas, no
estoy. Ignoro si mi ausencia es un ocaso momentáneo, o una voluntariosa huida
hacia los pedregales de ninguna parte. Así que ando aplicado, con los menguados sentidos que tengo todavía en la tarea de encontrarme. No sé vivir a solas,
sin esa voluntad que me despierta en medio de la noche recordando a media voz
el inventario de asuntos pendientes.
Durante algunos años pensé que
daba cuerpo a un sujeto central e indivisible, destinado a vivir en el monolito
de mi identidad. Nunca imaginé esa atracción interna por la vida nómada.
Me doy prisa en la búsqueda,
antes de que empiece a olvidar el campo ralo de mi ausencia.
(Del libro en preparación Cuentos diminutos)
Una vez más, una verdadera delicia. Apuntan alto estos "Cuentos diminutos", que de "diminutos" sólo tienen la extensión, porque son grandes, grandes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un abrazo de bienvenida, querido Antonio. Espero que el verano te haya dejado la luz limpia del sosiego diario. Yo me busco de nuevo para abordar las cosas pendientes. La pereza renquea todavía. Abrazos.
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ResponderEliminarAcaso en la ausencia se encuentre uno mismo, o se pueda entender que cuando no estamos somos otros, aunque sea la misma ausencia.
Gracias, Jose Luis, me hago un hueco silencioso para seguir leyéndole, me gusta su poesía, y lo que comparte aquí.
Buen día, salud
m.
Muy agradecido por ese diálogo con el corazón. la verdad es que el mayor tesoro de este blog es la posibilidad de abrir espacios afectivos. Así que encantado con tu presencia.
EliminarAh? ¿pero a ti también te pasa?
ResponderEliminarClaro, querida amiga, casi nunca estoy en mí; soy un desaparecido reincidente. Un gran abrazo y muchas gracias por tus asentimientos. sí la búsqueda es más fácil.
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