Paisaje búlgaro Fotografía de Adela Sánchez Santana |
HUÉSPEDES
A Dolores Leis,
que habita espejos al otro lado del océano
Me desplazo con frecuencia a ciudades distintas
y lejanas pero casi nunca abandono la habitación del hotel donde me alojo. Es
una costumbre. Nació el día que encontré en el espejo de mi cuarto de baño el rostro del
huésped anterior. Fue él, con gesto tranquilo, quien me desveló su identidad y, tras una larga charla cuajada de interés, me facilitó el contacto con
huéspedes encerrados en otros espejos. Todos resultan interlocutores amenos,
que buscan el aire fresco de la confidencia. Sigo en ruta. También la soledad
en el espejo es una calle que espera transeúntes.
(De Cuentos diminutos)
"sigo en ruta" ya lo ves.
ResponderEliminarAbrazos, poeta.
Feliz jornada.
Espero que tu tiempo personal esté bajo el signo del optimismo y la buena salud, poeta. Yo retorno a casa, aunque mis imágenes se queden habitando los espejos lejanos de la incertidumbre. Un abrazo, Gabriela.
EliminarMuchas gracias José Luis por este emotivo cuento, por la dedicatoria, por tu tiempo y tus palabras, por la literatura y los consejo. Fue una tarde muy hermosa. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Dolores, suscribo cada una de tus sílabas y te deseo de corazón que sigas fuerte y feliz en ese largo viaje del sentimiento. Abrazos.
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