Del polen al hielo Luis Ramos de la Torre Ediciones Baile del Sol, Poesía Tegeste, Tenerife, 2017 |
HILOS DE LA MEMORIA
A lo largo de su itinerario creador, Luis Ramos de la Torre recobra
continuos enlaces entre música y poesía. Doctor en Filosofía, profesor y
cantautor, sus pasos congregan una abundante reflexión ensayística sobre Claudio Rodríguez,
poeta de la generación del 50 sobre quien realizó la tesis doctoral y fundó el
Seminario permanente Claudio Rodríguez. Entre sus grabaciones destacan los
trabajos musicados sobre Agustín García Calvo y colaboraciones con
cantautores como María Salgado y Eliseo Parra.
Desde su poemario inicial, Por el
aire del árbol, un libro de composiciones para niños, hasta Entre cunetas, acaso su libro más
comprometido con la memoria histórica, la voz lírica de Luis Ramos de la Torre
lleva consigo una sensibilidad que entrelaza evocación, mirada introspectiva y
reflexión crítica sobre el estar temporal. Son temas germinales que se
ratifican de nuevo en las composiciones de Del
polen al hielo.
El sugerente título resume el ciclo del tránsito vital, ese
caminar esperanzado hasta la grisura crepuscular del frío. El conjunto verbal
busca la amanecida con una composición metaliteraria, casi una razón de
escritura: Las palabras se formulan para abrir sentidos, para habitar la
intemperie de lo desconocido y quedarse allí, suspendidas y activas, como esas
mansas pelusillas de polen que se mueven al trasluz, como tercas volutas
ascendentes.
La cita de Maurice Maeterlinck, extraída de La vida de las abejas, anticipa que la naturaleza constituye un
propicio escenario temático, impulsor de metáforas y símiles. En él adquiere
recorrido una senda cognitiva que requiere el despertar testimonial de la
percepción. En ese espacio vitalista la conciencia abre una identidad
nueva, su vigilia descubre aurora y plenitud.
Un verso hermético, “Insecto es amar” sirve de amanecida a un tema
básico de esta primera parte del libro. La expresión connota tanteos lógicos.
Si la entomología nos recuerda el carácter invertebrado de los insectos, su
multiplicidad de especies, la resistencia de adaptación a casi todos los
hábitats y la corta trayectoria vital, tenemos cualidades semánticas que
aportan una lectura simbólica sobre el amor, el deseo y sus efectos
secundarios. La expresión también alerta
del irracionalismo como fuente esencial del impulso poético –una de las
premisas heredadas del autor de Don de la
ebriedad- y de la necesidad de moldear en la expresión lírica un lenguaje
propio y no contaminado por la dicción previsible. De esta actitud estética
deviene un ideario expresivo: “No nombrar. / No otorgar a las cosas / el pulso
de lo subjetivo. / Tomarlas del aire ordenando / el fulgor de su oferta. /
Participar de la magia que queda /
latente en las palabras, apurar / lo entrañable. / Poner / el tiempo entre
paréntesis” El poema entonces se hace
indagación y sugerencia, un quehacer imaginario capaz de “mentar el polen y
amasar el hielo”.
En el segundo apartado, Luis Ramos de la Torre recupera una palabra
rural ligada al páramo castellano: escanda; el sustantivo define una especie de
trigo propio de climas fríos y suelos arenosos, con paja dura y corta. La
sección “Las escandas del hielo” aglutina un conjunto de poemas más despojado y directo, más evocativo. En ellos cobra un enfoque central la figura
materna. La madre es sensibilidad ajustada a un tiempo marcado por la intemperie. Su afán laboral
permitía, en su humilde condición, ejercer la dureza de un oficio lastrado por el
frío. Ahora los poemas adquieren un mayor peso anecdótico, tienen los trazos de
fotogramas “donde aprendimos a observar/ la cartografía esencial del tiempo”.
La visión poética del libro Del
polen al hielo deslumbra por su arquitectura imaginativa y por la relación
directa que establece entre subjetivismo y naturaleza. Lleva consigo esa
compleja relación que las palabras dibujan entre poeta y realidad, un diálogo fértil tocado por la transparencia y la fugacidad, que hace de cada
verso una ventana.
Espero poder disfrutar pronto de ese polen y de ese hielo, pues Luis y yo nos vamos a intercambiar los poemarios. Como siempre, tus reseñas sirven de "trailer" para hacernos a una idea clara de lo que nos vamos a encontrar. Le tengo ganas a este poemario.
ResponderEliminarGracias por compartir y feliz comienzo de semana José Luis.
Con ganas de leer ese polen y ese hielo de Luis Ramos. Espero que pronto, pues nos vamos a intercambiar los poemarios.
ResponderEliminarExcelente "trailer" clarificador, que nos adelanta lo que nos vamos a encontrar, el que nos presentas siempre con tus reseñas José Luis.
Feliz comienzo de semana,
Sandra.
Querida Sandra, me encanta percibir tu incansable afán lector, y es bueno para la propia poesía que encuentre apoyos continuos en la biblioteca. Ya he visto que tu poemario va acumulando nuevas miradas críticas. Mi más cordial enhorabuena.
EliminarGracias a ambos por vuestras palabras y consideración. Es una alegría celebrar estas cercanías desde la inquietud de los versos. Abrazos y saludos!!
ResponderEliminarGracias a ti, poeta, por hacer de la escritura una búsqueda de las posibilidades del lenguaje, un encuentro con los repliegues de la memoria. Abrazos, querido Luis.
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