miércoles, 10 de enero de 2018

MARIO MONTALBETTI. LEJOS DE MI DECIRLES

Lejos de mí decirlesPoesía reunida (1978-2016)
Mario Montalbetti
Ediciones Liliputienses
Cáceres, 2017

ESCISIONES


   Ediciones Liliputienses, cuyo catálogo editorial dirigido por el poeta José María Cumbreño, ya sobrepasa los cien títulos, reúne en el volumen Lejos de mí decirles el cuerpo lírico completo del lingüista y poeta peruano Mario Montalbetti (Callao, 1953). Profesor universitario de Lingüística, director de QWXY, Seminario permanente de filosofía del Lenguaje, y fundador con Mirko Lauer y Abelardo Oquendo de la revista Hueso Húmero, a la que sigue ligado como miembro de su consejo editorial, Montalbetti inicia su trayecto creador en 1979 con la entrega Perro negro, 31 poemas. Después adviene una escisión solo rota en 1995 con la obra experimental Fin desierto. Tampoco ahora el quehacer impulsa rutinas, pero en la década siguiente el avance se consolida con Llantos Elíseos, Cinco segundos de Horizonte, El lenguaje es un revolver para dos y Ocho cuartetas contra el caballo de paso peruano. Siempre consecuente con la percepción del lenguaje como magma exploratorio, publica en 2012 Cajas, un estudio especulativo sobre sentido y estética que muestra, para algunos estudiosos, espacios próximos al poema. Esta faceta crítica aporta en 2014 la recopilación ensayística Cualquier hombre es una isla, trabajo que postula un nuevo viaje interior a las cavidades semánticas del lenguaje, y en 2016 El más crudo invierno, monografía sobre un poema de Blanca Varela.
   Lejos de mí decirles se edita por primera vez en México en 2013, cuando Aldus reúne el mapa literario de Montalbetti; aquella antología sirvió de guía para la presentación del poeta en España al año siguiente, en Ediciones Liliputienses; por tanto, la edición actual completa el recorrido cronológico.
 Los poemas germinales de Perro negro postulan en el apartado “poemas romanos” una reconstrucción aleatoria del tiempo histórico; el discurrir invita a la fabulación de acontecimientos con una mirada crítica e irónica; de este modo, la grandeza clásica y su legado en el tiempo abandonan contornos mitificados para airear el trazo discontinuo de la crueldad y el absurdo. El mundo es la imagen atinada del paraíso perdido. Esa reflexión también perdura en las siguientes secciones que entrelazan intimismo y voz confidencial hasta completar un poemario a trasmano de etiquetas. La temática deja una impresión aleatoria de la realidad, un dibujo fragmentario que rompe la línea lógica y aborda estampas dispares, enunciados que reinciden en una percepción laberíntica del transitar de la conciencia.
  Ya en este primer paso queda patente la inquietud formal, la huida de lo previsible para incorporar al poema rupturas léxicas, repeticiones de claves semánticas y de figuras literarias, ritmos abiertos, espacios blancos entre los versos, rimas; desde esa actitud de replanteamiento de logros y desconfianza en lo anterior nace  Fin desierto, editado dieciséis años después. Se proyecta en los versos el deseo de abrir espacios y el afán de buscar puertas tras la puerta. La voz lógica convive con momentos afines al surrealismo y con la floración de imágenes provistas de un fuerte hermetismo.
  Llantos Elíseos, obra de 2002, supone un abandono del verso sálmico y una opción por el poema corto, aparentemente más claro y enunciativo. Pero el tema esencial reincide: el lenguaje y sus vibraciones. Sobre el afán que rige estos poemas escritos en un lapso temporal de seis meses, entre septiembre de 2000 y junio de 2001, clarifica Montalbetti: “Quise hacerlos al margen de la lengua y por ello solamente las letras que he empleado para escribirlos son mías. El resto (las palabras, las frases, los versos esporádicos) son los perversos efectos de un idioma que arma sentidos porque no tolera que se le ignore”. Es obvio que el enunciado está más cerca de la lingüística que del discurso lírico tradicional.
   En la primera década del nuevo siglo la obra de Montalbetti adquiere continuidad y el contacto con el lector se reitera en plazos temporales más breves. En 2005 ve la luz Cinco segundos de horizonte, cuyo título parece aludir al carácter fugaz de cualquier percepción, como si fuese una secuencia visual proyectada sobre la pantalla de un cine. El hábito de ser es un recorrido que despliega alba y ocaso; sume a quien reflexiona en un estar dubitativo, de espera, para ser testigo de ese breve paréntesis existencial de lo sensible.
  En esta obra, la voz discursiva ensaya el verso largo, lo que concede al poema un ritmo denso, ralentizado por la reflexión conceptual. La escritura es un viaje que plantea cuestiones como “para quien se escribe”. Si se escribe para otros el poema es un lienzo receptivo de sensaciones, tejido emotivo e ideas; debe mostrar “el esplendor blanco de la luz”; así, en el tramo final del poemario prevalece una mirada intimista en torno a la identidad del yo, como en “El peruano perfecto” y al entorno doméstico, en “Pequeño ciclo lírico sobre el amor filial”. Los versos se hacen más diáfanos y postulan diálogos con el receptor del mensaje. La misma sensibilidad se percibe en el breve conjunto El lenguaje es un revólver para dos, que ve la luz en Lima en 2008 y que concluye con un clarificador ideario que entremezcla en el fuselaje del poema engaño, esperanza y verdad. De esa misma etapa procede 8 cuartetas en contra  del caballo de paso peruano. Tan extraño título invita a la conjetura. Si los referentes se descubren, los versos adquieren un sentido más nítido. Así el subtítulo “Pisco 4.11.2007” clarifica de inmediato el ambiente de desolación que recuerda el terremoto del 15 de agosto de 2007, cuyos efectos sembraron el caos en la región y fueron catastróficos para la población y el territorio. También se entiende mejor el poema “Billy Hare” si se conoce el quehacer creador del fotógrafo peruano y su trabajo sobre los efectos visuales que crea la repetición de una imagen o la captación instantánea de lo imprevisto. El poema “lejos de mí decirles”, que da título al corpus completo adopta el tono fuerte de la proclama para exponer una actitud frente al idioma común. En él se multiplican las aseveraciones contra la unidad, el gregarismo y el discurso institucional normalizado; por tanto, constituye uno de los parámetros centrales de Montalbetti para definir su escritura.
  Dos obras completas el proceso verbal del peruano. En Apolo cupisnique el contexto espacial de Perú tiene una presencia transparente en muchos textos a través de lugares arqueológicos emblemáticos de las civilizaciones precolombinas, cuyo legado constituye una forma de identidad colectiva que todavía perdura en el ahora peruano. La obra de 2016, Simio meditando, subtitulado (Ante una lata oxidada de aceite de oliva), coda aclaratoria repleta de ironía focaliza gestos cotidianos de los hábitos privados. El yo resulta la suma de sus actos hacia fuera, donde la realidad adquiere la apariencia de una explanada en la que se dan cita los procesos lingüísticos, sus matices y argumentaciones.
  El volumen integra como clausura las indagaciones poéticas publicadas en las páginas de Hueso Húmero. En ellas se puede percibir, sea cual sea el periodo de escritura, el continuo trabajo en el lenguaje, no para referir, argumentar o elaborar historias mínimas sino para descubrir que el valor de uso de la lengua se reduce a cero.
  Frente al poeta que impulsa una obra personal yuxtaponiendo aciertos y avanzando sobre cimientos antiguos, Mario Montalbetti busca la escisión y el corte, escribe afirmando que el lenguaje deconstruye y no comunica; sus poemas buscan los márgenes del significado, por ello necesita símiles clarificadores para impulsar algo de luz entre el vacío y la sombra, para buscar argumentos sobre la naturaleza de las palabras, para no decir: “Escribo para contener / mi  distancia con lo humano. / Escribo para estar solo, / para no ser poeta”.

         

4 comentarios:

  1. De nuevo descubro en tus puentes de papel otro poeta. Gracias José Luis. Parece muy interesante su obra. Un abrazo

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    1. Buenos días, Carmela, ya sabes que la literatura actual está llena de sendas literarias por descubrir; Mario Montalbetti es un poeta peruano de obra amplia que postula una investigación profunda en el no lenguaje, e los sentidos no comunicativos del poema. Un abrazo.

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  2. Pues no lo conocía, gracias por presentarnoslo. Un abrazo.

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    1. Querida Chelo, José María CUmbreño está realizando desde Ediciones LIliputienses un trabajo extraordinario presentando libros de poetas latinoamericanos escasamente conocidos en nuestro país. Su colección tiene más de cien títulos y en ella hay verdaderas joyas. Un fuerte abrazo.

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