Crepusculo, río arriba Fotografía de Adela Sánchez Santana |
CONSTRUCCIÓN DEL YO
Cuánto ridículo abarca la vista aérea del yo.
Habla de sí mismo con solvencia insólita, como si conociese
la estructura nómada de las corrientes marinas, la temperatura interior de un
volcán activo o la disolución exacta de la niebla.
Con la edad, el yo es un edificio de renta antigua; hay
grietas visibles y parte de su estructura se ha venido abajo.
Publicidad monolítica; nunca cesa de anunciarse a sí mismo.
Inesperada aparición del otro. Suponía que era el único
habitante de la galaxia, una identidad anfibia de Adán y Eva.
Silencio: estacionamiento subterráneo del yo.
(Entre sombras. Aforismos inéditos)
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