Una habitación sin vistas Fotografía de Internet |
EL PARAGUAS
Enhiesto, como un ciprés pequeño que
buscara raíces, deja cada noche el paraguas, entre la cama y la mesilla. Su
sombra vertical contrasta con la claridad de las sábanas. En el callado tiempo de los sueños se
filtra la lluvia. Así que mientras duerme, siente una humedad contradictoria que
eleva al techo la temperatura corporal. Solo el cobertor asume el desajuste.
(De Cuentos diminutos)
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