Nevada Fotografía de Javier Cabañero Valencia |
EL POEMA FELIZ
Cardinal necesario,
me aplico en escribir un poema feliz,
que mire con los ojos
claros del mediodía y difunda su júbilo.
Que salga indemne,
y no contenga lastres
o invente los remedios
contra el galgo famélico
de cualquier desazón.
Que asordine la
angustia
y no pierda sus pasos
en la tierra de nadie
del chantaje afectivo.
Que tenga la avidez
severa de los dioses
y doblegue
toda asepsia expresiva.
Que soporte la ley
gravitatoria
y se mantenga etéreo
como un don disponible
que mira en el espejo
y todo empieza.
me aplico en escribir un poema feliz,
que mire con los ojos
claros del mediodía y difunda su júbilo.
Que salga indemne,
y no contenga lastres
o invente los remedios
contra el galgo famélico
de cualquier desazón.
y no pierda sus pasos
en la tierra de nadie
del chantaje afectivo.
severa de los dioses
y doblegue
toda asepsia expresiva.
y se mantenga etéreo
como un don disponible
que mira en el espejo
y todo empieza.
(De Ahora que es tarde)
...y todo empieza
ResponderEliminarSí. Siempre. Todo debiera ser un inicio colgado de nuestra voluntad.
Abrazo ante ese espejo, amigo poeta
No sé cómo los vivirás tú desde ese paisaje de luz que es siempre el sur, querida Pilar, pero son tiempos extraños, de pérdidas y derrumbes; yo soy frágil y necesito buscar en lo diario rendijas de luz, esos rincones afectivos de piel y manos abiertas. Un gran abrazo por tu generosidad lectora.
EliminarJosé Luis, necesitamos de poemas felices para que no nos doblegue la tristeza. Éste es un bello ejemplo. Un abrazo.
ResponderEliminarLos temas esenciales de la poesía nacen casi siempre desde los manantiales fríos de la desolación, así que hay que buscar la solana de las palabras, esos muros de blanco que cobijan y amparan. Un abrazo fuerte y siempre una alegría tu amistad.
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